26 de agosto de 2021

Una tarde en la Guardia del Hospital

Tema Uno: Esta mañana, con un amigo que me llamó vía WhatsApp, dedicamos unos minutos a hablar de la muerte de Charlie Watts, el legendario baterista de los Rolling Stones. "Nosotros también estamos viejos, Patri", comentó casi al pasar. Los dos estamos atravesando los 40 años. Watts tenía 80. Tan lejos, tan cerca. La conversación no fue aburrida en ningún momento, pero estuvo teñida de una inevitable melancolía. Mi amigo, fan de Los Beatles, reforzó su argumento al ver el video que le dedicó Paul McCartney, a modo de despedida al batero. "Es un viejo, un anciano", añadió, y efectivamente es así: Paul tiene 80 años. Y sabe que no le queda demasiado resto. O sí, no lo sé. Para mí, John Bonham, el fallecido percusionista de Led Zeppelin, fue muy superior a Watts. Pero tené en cuenta que hacían otro tipo de música, y ambos cumplieron su rol a su manera. No sería justo compararlos. 

Tema Dos: Hoy concurrí a la Guardia del Hospital, porque desde hace unas semanas tenía un dolor abdominal. La atención que recibí fue excelente, no me puedo quejar. Y el edificio, comparado con lo que se conoce como "Guardia Vieja", es muy moderno y funcional. Tras esperar un rato, me llamó la doctora, me examinó, y me pidió que me hiciera una placa. La radiografía estuvo lista enseguida en el mismo nosocomio, tan pronto fui con la orden al servicio de Radiología. Volví al consultorio, y me explicó que tenía una inflamación, nada grave (al menos por ahora), y me recetó una medicación que compré tan pronto como salí de allí. Ahora me siento mucho mejor, si bien es prematuro afirmar con exactitud la procedencia de estos puntazos que padecía y que espero desaparezcan. Además de todo esto, me dio algunas recomendaciones: beber abundante líquido, comer frutas y verduras. Lo primero de lo que me sugirió lo hago siempre, tomo mucha agua durante todo el día porque el hecho de usar el barbijo me reseca un poco la boca. Y el resto, bueno, tendré que incorporarlo gradualmente. Creo que los profesionales que le ponen el hombro a la salud pública merecen todo nuestro reconocimiento, cuando proceden como corresponde. 

Tema Tres: Estoy realmente agotado y cansado. Desde hace varios años, mi "cable a tierra" ha sido escuchar música, revolver al azar el baúl de todos los discos que tengo, ponerme los auriculares y dejarme llevar. De vez en cuando, intercalar con la lectura, pero no de libros descartables, sino que aquellos que considero que revisten cierta complejidad. Y por supuesto, siempre que sea posible, apagar el celular. Mi participación en las redes sociales se limita a subir alguna foto que me gusta, a actualizar los contenidos de mi diario, y no más. Pero cada cual es dueño de hacer lo que le plazca, hemos llegado a un punto en que hasta Facebook tiene olor a viejo. Por eso cada vez me convenzo más de que los cambios en los hábitos de las personas, han adquirido un ritmo frenético, no porque la gente desee que sea así, sino porque permitimos que se nos impongan. Nos estamos viendo pronto. Punto final.  

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