16 de abril de 2022

Nostálgicos incurables que viven del pasado y luchan contra el progreso

 Sábado en la ciudad. Desde ayer vengo notando mayor movimiento en la calle, lo cual seguramente es consecuencia del fin de semana largo, y de turistas que han elegido Lobos para visitarnos. Creo que en el área Turismo se viene laburando muy bien, lo he dicho varias veces, porque nada me cuesta reconocer cuando algo está bien hecho. Lo que no me termina de cerrar del todo es el enfoque que pretenden darle, un mix entre "pueblo y ciudad". Somos ambas cosas, no hay mucha vuelta, depende qué parte de Lobos vayas a recorrer. En términos turísticos, no veo muy atractivo ir a visitar los hornos de ladrillos que están por la zona de la ex Dulcera, donde a los trabajadores, en su mayoría bolivianos, les pagan monedas por un trabajo insalubre. 

Nadie va a ir a visitar un asentamiento precario que tiene casi 30 años, y que todos sabemos que existe pero optamos por no hacerlo visible, cerca de la estación de Empalme. ¿Qué turista concurriría al Cementerio, por citar otro caso, a excepción de aquellas tumbas o bóvedas que albergan los restos de personajes notables de nuestra historia? Bueno, entonces si vos querés transitar las cuatro o cinco cuadras del Centro, sin lugar a dudas te va a gustar lo que veas, porque luce prolijo y ordenado. Sería similar a que vos lleves un contingente de yanquis o europeos a ver la Villa 11-14, o Fuerte Apache, ponele.

Y con respecto a la Laguna, es un escenario natural atractivo para pescar, dar un paseo en bote, o tomar mate en la reposera. No mucho más. Si me dieran a elegir entre el espejo de agua y otro lugar de características similares, me quedo con el Parque Municipal. Claro que el Parque que yo supe conocer, ya que viví en el barrio casi 30 años, es muy diferente al actual. Antes tenía muchas más especies arbóreas, lo único edificado era el estadio de fútbol y unos baños llenos de moscas y de mugre. Un Intendente tuvo la brillante idea de construir una pista de ciclismo, y decenas de eucaliptus fueron desmontados y arrancados de cuajo para satisfacer ese deseo o aspiración. Es la misma pista que permaneció abandonada durante años, y que se emparchaba de un modo totalmente berreta. Si vos ibas en bici en una competencia de alta velocidad, pasar por cualquiera de esos parches era peligrosísimo y podías terminar tirado a un costado, con lo cual tanto vos como la bici quedaban hechas mierda. 

Ese mismo Intendente, tuvo otra idea, un poco más razonable, de dragar el canal Salgado. Antes de que eso ocurriera (fines de los '80), nuestra casa y la del resto de los vecinos se inundó, nadie del Estado nos ayudó, y no la pasamos nada bien. El dragado resultó útil, porque se ensanchó el canal y se removió el barro, con lo cual el agua escurría mejor. El problema es que, hasta el día de hoy, la gente lo sigue usando para arrojar basura, habiendo infinitos lugares más útiles para hacerlo sin dañar el Medio Ambiente. He visto casi todo tipo de objetos tirados en el canal: gabinetes de televisores viejos, carcazas de lavarropas, heladeras, por no mencionar pañales y toallas higiénicas. Vuelvo al comienzo: El turista quiere ver (y estar) en un lugar mejor al que vive, de lo contrario, ¿Para qué se va a tomar la molestia de hacer un viaje?

En aquel Parque que yo conocí, alcancé a ver las últimas Fiestas de la Tradición, que congregaban muchísimo público, hasta que las quejas de algunos lobenses VIP le pusieron un punto final. Otro detalle es que -en esa época-, casi nadie iba hasta allá a caminar o correr, eran hábitos que no estaban incorporados del todo. Hoy, si vas a las 6 de la mañana, seguramente te vas a encontrar con alguien corriendo o caminando. Los niños como yo conocíamos bien ese lugar porque íbamos al mismo Jardín, el 901, muy cercano al "pulmón verde" de Lobos. Un lugar inmejorable, a 7 cuadras del centro, que se revalorizó tardíamente. Ahora hay mucha demanda de casas con vista al Parque, cuando hace 30 y pico de años, los vecinos se podían contar con los dedos de la mano. Nosotros, mi familia, éramos uno de ellos. Y mientras redacto estas líneas, compruebo que me estoy volviendo nostálgico al pedo, no será la primera vez que me suceda. Sólo voy a agregar, que tenemos un concepto del "progreso" totalmente erróneo. Que se demuela una casa abandonada que en un determinado momento nos trajo gratos recuerdos porque era un almacén o una despensa, no está mal. Porque ya dejó de cumplir con la función que otrora conocíamos. Construir un edificio de departamentos, por ende, no debe ser motivo de escándalo para nadie, siempre que se ajuste a las normas de zonificación vigentes. Que no haya más calles de adoquines, está buenísimo, porque eran una porquería, destrozabas el auto, y nadie se encargaba del mantenimiento periódico que requiere cualquier calle empedrada. Las cosas son como son, ya sea por una intervención humana o por la falta de la misma, que es la causa del deterioro natural de cualquier inmueble. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

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