15 de septiembre de 2023

Seremos primavera

Hay un disco de la ascendente banda de folk/rock Eruca Sativa, que más allá de la calidad del contenido, tiene un bello título: “Seremos primavera”. Estamos cerca de ser primavera. Los días se alargan, y creemos que por ese motivo nos rinde más el tiempo, aunque como toda percepción, sea meramente subjetiva. A partir del mediodía se torna caluroso, pero la temperatura todavía cae notablemente cuando se esconde el sol. Eso cambiará, desde luego, y también se espera que los próximos meses sea más llovedores. Cuando llueve en abundancia, ya no pienso que puede ser bueno para el campo o cosas por el estilo. A los grandes productores poco les importa mi situación o las de personas de una condición parecida a la mía, así que será un problema de exportación de granos que deberán resolver ellos, por más cierto que sea su incidencia en la economía del país. Es increíble que no podamos exportar absolutamente nada que no sea materias primas. Esto ya lo he afirmado varias veces, pero todo me hace pensar que seguirá así. Seguiremos importando basura china y Iphones para quienes puedan adquirirlos, no mucho más.

Pero sea como fuere, seremos primavera, y será muy bueno para despertarnos del letargo. Una etapa atravesada por un proceso electoral que fue sumiéndonos en el agotamiento, sobre todo porque flota la sensación de convivir constantemente con lo insólito y lo inverosímil. Hay que tratar de mantenerse en paz, votar cuando llegue el momento, y ya está, no queda demasiado por hacer. Es increíble (y frustrante) comprobar cómo una democracia reconquistada hace 40 años se ha erosionado de tal manera.

No vale la pena continuar debatiendo sobre los planes sociales, porque tanto las autoridades como quienes los reciben saben bien lo que hay que hacer, sólo diré que debería haber menos y mejor direccionados. No es ningún descubrimiento, cualquier persona con un criterio moderado pensaría algo similar. Si seguimos creyendo que la única forma de crear empleo es precarizando al trabajador para lograr “despidos express”, estamos orinando fuera del tarro, es la misma y eterna discusión que se oculta bajo el nombre de “flexibilidad laboral”. No es posible que cualquier empleador te eche del laburo y te den dos pesos de indemnización. Pero también es obsceno ver cómo se enriquecen los sindicalistas, que tienen fortunas en el exterior, y son presidentes de clubes de fútbol que se dedican a fundir y llevar a la quiebra alevosamente. Eliminar el Impuesto a las Ganancias suena muy lindo, pero la gran pregunta es cómo compensará el Estado esa guita que ya no recaudará. Ellos, Massa y su séquito, son conscientes de que están haciendo lo contrario a lo que exigió el FMI, pero en todo caso el problema quedará para el que venga después. Patean la pelota para adelante, y quien asuma en diciembre tendrá que hacerse cargo del costo político que implica un ajuste forzoso e inevitable. Populismo y demagogia no son exactamente lo mismo, pero tienen puntos en común, y todos los gobiernos, dirigentes o candidatos lo ejercen, como lo hizo en EE. UU. Donald Trump con una proclama ultranacionalista que llevó al país a una decadencia y al aislamiento internacional.  Hay gente que confunde ser moderado con ser “tibio”, y es un error conceptual.

Por eso, a mí nunca me van a sacar la ficha por tal o cual partido: Al percibir puntos flojos en cualquiera de ellos, mi voto es al que considero mejor candidato, no tengo ninguna vinculación ideológica, no me escandaliza lo que diga “la derecha”, y la izquierda en la Argentina en un mamarracho repleto de ingenuidades. No me caso con nadie, digamos. He votado a candidatos que ganaron y terminaron siendo un desastre, y a otros que fueron derrotados pero pese a ello demostraron ser inútiles también. Así que no hay nada nuevo bajo el sol. Ahora bien, ¿Cómo podrá la oposición, “oponerse” (valga la redundancia en este caso) a una baja de impuestos en el Congreso? Desde ese punto de vista, es una buena jugada del oficialismo. Porque lo que manda es la plata que vos tengas en el bolsillo, más que sus consecuencias para el déficit fiscal.

Lo que se conoce como “Plan Platita” es la principal carta que se juega el Gobierno, ya que no le quedan muchas herramientas o recursos a disposición. Está debilitado en todos los sentidos, pero este tipo de medidas persiguen el fin de continuar siendo una opción para el electorado y de llegar al balotaje con Milei. La devolución del IVA va en la misma línea y cualquiera debería darse cuenta de que es algo transitorio. No hay manera de compensar y sostener la merma en la recaudación por tiempo indeterminado. Si la premisa es la que quemar las naves para colgarse como sea rumbo a una segunda vuelta, nadie podría descartar esa posibilidad hoy por hoy. El 17/9 comienza la campaña, y los spots publicitarios inundarán las pantallas. Hay un empate técnico entre Milei, Bullrich y Massa, con apenas de 1 % de diferencia entre uno y otro. Y habrá un debate obligatorio de por medio, que seguramente se hará en la Facultad de Derecho. Será como correr en medio de la oscuridad: Da miedo estar en penumbras, pero apresurarse por tratar de salir de ella sin ver los obstáculos te puede llevar a pegarte un porrazo en cada zancada. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

  

 

 

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