9 de marzo de 2025

Los cambios de la sociedad y el nuevo rol de la mujer en el Siglo XXI

 

Estuve varios días sin escribir nada por aquí. Hoy es una ocasión propicia para hacerlo. Ya se disipó esa combinación casi letal de calor y humedad que nos agobió a todos a mediados de semana. Hoy tenemos un clima cálido pero sin ser insoportable, anoche llovió y ello hizo temperatura registrara un descenso significativo. Ahora lo que resta por hacer es cubrir la agenda de actividades para este finde, que promete ser intensa. Se le viene dando mucha rosca al comienzo del ciclo lectivo, pero para mí no tiene mucha diferencia respecto de los anteriores. Se habla del tema porque no hay otra cosa (excepto las inundaciones en Bahía Blanca). Si hay algo que trato de hacer es analizar los hechos, indagar en las causas, porque la mayoría de las cosas tienen una explicación, pasan por algún motivo, no son fruto del azar. Y con las noticias de índole nacional es lo mismo. El periodismo afronta ese desafío, que es el de profundizar lo que aparece escrito en una mera crónica, darle al lector otra mirada que satisfaga su curiosidad o su deseo de interiorizarse. Buena parte de la prensa está desprestigiada porque durante años se fue degradando con contenidos paupérrimos y pocos espacios de debate.


Todas las corrientes del pensamiento (que no sean reaccionarias o discriminatorias) merecen tener lugar en un medio. Es la única manera de ejercitar el pluralismo y el compromiso que el periodismo debe asumir con la democracia. Todos estos enunciados parecen bastante utópicos, porque las empresas lo que buscan es ganar guita con el apoyo de sus lectores. El tema es cuando se pierde la credibilidad, ya que luego es muy difícil recuperarla. El lector confía en la información que se le brinda, pero si ésta es falsa o distorsionada, su postura no vuelve a ser la misma. Algo parecido sucede con una obra literaria. Uno puede ser aficionado a un determinado autor, pero si en las sucesivas novelas o relatos ese escritor nos defrauda, el vínculo que se teje entre ambos no es incondicional. La confianza se construye en lo cotidiano, en actitudes nobles, en gestos que demuestren una fidelidad y autenticidad. A mí me parece importante que se hable sobre esto, porque también tiene que ver con las relaciones humanas. Si somos confiables ante los demás, tendremos mayores oportunidades, porque estaremos demostrando una conducta previsible.


En mi caso, lo que yo hago a nivel profesional o laboral está a la vista de todos: Cuando salgo a cubrir noticias a la calle todos me ven, cuando voy a hacer un mandado también, y ni hablar cuando grabo el programa de TV. Una vez dije que estoy en una edad de empezar a cosechar lo sembrado, y sigo pensando lo mismo. El problema es que ya no recuerdo cuántas semillas sembré, o si germinaron y dieron fruto. Todo lo que puedo hacer ahora es continuar revalidando ese vínculo, he dedicado toda mi vida al periodismo y sin duda lo seguiré haciendo. Hubo años en que tuve la posibilidad de ejercer la docencia, pero aun así nunca descuidé mi auténtica vocación. No quisiera llegar a viejo y arrepentirme de lo que no hice. Porque como dijo una vez un amigo: “Yo me arrepiento más de lo que no hice, que de lo que hice”. Lo hecho, hecho está, pero quedarse con la nostalgia de no haber emprendido un determinado camino es muy frustrante.

 

Lo que sucede es que las personas cambian, evolucionan, lo intereses cambian, ya no nos sorprende o fascina cualquier cosa. Y volviendo al periodismo, lo que “vende” no es lo mismo de hace 40 o 50 años, el público cambió, las noticias policiales ya no provocan conmoción, la economía doméstica es lo que preocupa a la sociedad. La inflación, el valor del dinero, la capacidad de ahorro, son los temas más elegidos. Por eso hay publicaciones que no supieron ver a tiempo ese cambio de paradigmas y fracasaron. Ayer fue el Día Internacional de la Mujer, que reconoce la abnegación y el compromiso que ellas tienen en la vida comunitaria, en el mundo del trabajo, en los quehaceres cotidianos. A mí me parece que la mujer hoy tiene un rol predominante en la sociedad, y que fue consiguiéndolo con luchas y reivindicaciones que se fueron dando en más de un siglo. Debemos abrazar y proteger a nuestras mujeres, integrarlas en cada actividad, para que sean protagonistas y no testigos pasivos de la historia. Vamos en camino a lograrlo. Sólo resta seguir avanzando. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

No hay comentarios.:

La necesidad de abrir el debate

  Último día del mes. Estamos transitando el final de un ciclo que se hizo largo y tedioso, más que nada por la forma en la que se dieron la...