27 de noviembre de 2010

It's hard to be a saint in the city


Sábado por la madrugada. No acostumbro redactar "posts" a esta hora, pero temo que de lo contrario no tenga tiempo para actualizar el blog. La noche del viernes estuvo bien, entre una recorrida por "Viejo Lobo" y la visita casi obligada por El Bar de la Porteña. Todo transcurrió con normalidad, sin grandes pretensiones. De hecho, salí a tomar unas cervezas en la cálida noche del viernes por el mero hecho de distenderme un poco. Ya son las 2 AM del sábado y estoy de nuevo en casa, estamos a fin de mes y eso se nota en la calle. Hay poco movimiento, o mejor dicho, poca plata en el bolsillo. Es probable que en diciembre, a más tardar, los bares apliquen un nuevo "ajuste" en los precios de las bebibas, aprovechando que se viene el verano y que la inflación no da tregua.

Desde mi adolescencia comencé a salir los viernes y luego el sábado, pero no tuve una continuidad en ese hábito, ni tampoco me interesaba. Años después dejé de hacerlo porque tenía otros intereses que eran más prioritarios y ya me estaba hastiando el limitado circuito de lugares de esparcimiento que tiene. Hagamos la salvi, claro está, de que no soy el mismo de 10 años atrás y el sentido que uno le encuentra a determinadas cosas va cambiando a medida que pasa el tiempo. Si vamos al caso, la sociedad tampoco es la misma. Pero como suele decirse, todo pasa: los argentinos tenemos la capacidad de olvidarnos rápidamente de los malos tragos, aunque dudo de que ello sea precisamente una virtud. Está bien dar una vuelta de página, pero no de un modo caprichoso y antojadiza.


Disco recomendado del día: Charly García, "Parte de la Religión" (1987, Sony Music)


Crónica de una sociedad en ataque de nervios

Comenzamos la semana. Ayer saltó la térmica y media casa permaneció a oscuras mientras intentaba escribir estas líneas. Así que tuve que int...