14 de marzo de 2011

Cuando el lunes aparece


Lunes otra vez. Mal comienzo de semana, con descompostura y vómitos (ahora me siento mejor). No es algo agradable de contar, pero es lo que pasó. Igual tuve que hacerle frente al día lo mejor que pude, conforme avanzaban las horas, para trabajar y poder cumplir con mis obligaciones como corresponde. Si escucharon los testimonios, parece que los japoneses estaban mejor preparados de lo que muchos suponen para un eventual tsunami, y uno tiene la dolorosa certeza de que si algo así hubiera ocurrido en un país como el nuestro (donde todo se ata con alambre) el resultado hubiera sido mucho peor.

Algunos temas cortos: el último disco de Depeche Mode ("Sounds of the Universe", de 2009) es bastante flojo y no me termina de convencer. Tiene un par de tracks interesantes pero en el balance general no vale la pena ni bajarlo ni comprarlo.

El diario Perfil, que sale los sábados y domingos, tiene una gran calidad periodística, buenas fotos, y un diseño muy interesante. Pero uno nunca termina de leerlo, quizás porque algunas notas son demasiado extensas o tienen un desarrollo no convencional para un diario. Demasiado analíticas para leer en un colectivo, por ejemplo.
Ya empezó el frío, y todo va cambiando más rápido de lo que parece. Aparentemente vamos hacia un camino sin retorno, en el que los seres humanos tendrán contacto físico solamente para el sexo y el resto se hará por Internet, desde un trámite bancario hasta las compras del supermercado. No sé cuándo llegaremos a esa instancia en Argentina, y ojalá nunca suceda, porque no hay nada más lindo que tomar unos mates o un café con amigos, compartir un asado o ver una película. Y eso nos lleva a preguntarnos, como ocurre siempre, qué país le dejaremos a nuestros hijos. Yo no sé si tendré hijos alguna vez, pero ciertamente no me gustaría que crecieran en la sociedad actual. Qué le voy a hacer, reconozco que soy un nostálgico incorregible, hasta las cosas más lamentables que se puedan imaginar me provocan nostalgia, y es que uno fue adolescente en una sociedad muy diferente a la actual, aunque apenas hayan pasado 10 ó 15 años. No sé que más puedo agregar, creo que todos pueden darse cuenta qué cosas cambiaron y qué cosas siguen igual. Quizás lo que siento es que la gente está más agresiva y violenta ahora que hace unos años. Por cualquier motivo se reacciona, y lo peor es que se reacciona mal, y eso antes era menos frecuente, no me pregunten por qué. Quizás podría teorizar al respecto, pero eso llevaría demasiado tiempo y además creo que cada uno sabe (o cree saber) qué nos hace falta para recuperar la calma.

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