20 de marzo de 2011

EE. UU. y su particular visión del mundo


(Versión corregida de 2011)

Como era previsible, EE. UU. no podía con su hipocresía de mostrarse como el pacificador, como el país que puso orden en medio del caos. Con la complicidad y el apoyo de Francia, están bombardeando y atacando Libia. Recién 40 años después se dieron cuenta de que Khadafi era un dictador? ¿Por qué no dejan que los libios arreglen sus propios asuntos, como hicieron en Egipto, cuando se limitaron a hacer declaraciones ambiguas y no intervinieron más allá de lo diplomático? Por supuesto, Egipto es un aliado estratégico de los yanquis, y entonces dejaron que el país estuviera al borde de la anarquía, abandonando a su suerte al Presidente. Llama la atención que cuando ocurrió el golpe de Estado en Honduras miraran para otro lado, argumentando desde el Departamento de Estado que no querían ser acusados de influir en los avatares políticos de un país extranjero. Algo que, en realidad, lo han hecho toda la vida. Les encanta "disciplinar" a los países pobres o con regímenes dictatoriales como si fueran chicos de primer grado, siempre que tengan algún interés estratégico para ellos. Para qué iban a malgastar dinero en una operación militar en Honduras, un país que no les daba ningún rédito y del cual no podían sacar provecho alguno como sí lo hicieron en el pasado? Ellos deciden de qué lado está el mundo. Por un lado, se encuentran los supuestos populistas, demagógicos, dictadores, tiranos. Por el otro, los conservadores, liberales, y simpatizantes del libre mercado, que son considerados países "amigos". Con esos países es provechoso firmar tratados de libre comercio, aunque no tengan casi nada para ofrecer a cambio, como ocurre con El Salvador, país que Obama incluyó en su gira por "las Américas" como les gusta llamar a todo el resto del continente que no sea de ellos.

Khadafi no es precisamente un prócer, ni siquiera es un estadista, pero el único motivo por el cual le tengo cierto respeto es por la resistencia. El tipo no va a huir, al menos por ahora. Está dispuesto a dar pelea, como cuando bombardearon su residencia en 1986. Sabe (porque con los años que tiene en el poder no es ningún gil), que los yanquis seguramente van a dejar el país devastado y van a poner a un títere suyo como presidente, pero él parece resistir. La propia Cristina, en 2008, visitó Libia y se reunió con Khadafi, como lo hicieron varios líderes de países que se autoproclaman democráticos. Obviamente, todos sabemos cómo va a terminar esta historia, lo único que me pregunto es si Khadafi será para los yanquis ultraconservadores del "Tea Party" algo así como el nuevo Saddan Hussein. Por todo ello, me parece que pretender que los pueblos puedan decidir sus políticas públicas sin presiones externas es casi una utopía. 

Crónica de una sociedad en ataque de nervios

Comenzamos la semana. Ayer saltó la térmica y media casa permaneció a oscuras mientras intentaba escribir estas líneas. Así que tuve que int...