29 de abril de 2011

Cuando todo parece tan normal que asusta

Tenía ganas de redactar un post, en esta madrugada de viernes, para no perde la costumbre. Me refiero a que pasaron unos días sin que escribiera nada y aunque no haya nada demasiado relevante para decir, me sentía en la "obligación" de hacerlo. Trato de no subir un nuevo post si no tengo algo interesante para comentar, pero últimamente basta con ver otros blogs para darse cuenta de que cada cual escribe (o describe) su boludez interior.


Me producen asco las monarquías, y en particular la británica. No le encuentro el menor sentido a la televisación de las bodas de príncipes y personas que ostentan un título que los distingue del resto de los mortales. Una de las pocas cosas que admiro de los franceses es que abolieron la monarquía con su famosa revolución. Basta de privilegios, de nobleza, de glamour, de gastos al pedo. El Estado moderno, entendido como tal, no puede concebir la idea de príncipes y castillos. Con un presidente corrupto ya basta y sobra, qué necesidad de continuar derrochando con un grupo de inútiles que no son más que figuras decorativas y se erigen como la cara bonita de los países europeos. Pero nunca faltarán los medios, como Canal 13 y TN, que inexplicablemente dedican una amplia cobertura a algo que no nos interesa en absoluto, y que tampoco cambiará el destino de nuestras vidas. Hace varios días que vienen rompiendo las pelotas con la boda real. Basta ya! Hasta cuándo seguiremos mirando hacia Europa creyendo que allí está la civilización, la cultura, y las buenas costumbres?

Estados Unidos es el país más poderoso del mundo y sus fundadores nunca se plantearon la posibilidad de una monarquía, ni siquiera remotamente. De hecho, la rechazaban. Y no es que tenga simpatía por EE. UU. ni mucho menos, pero debemos reconocer que de alguna manera son la única potencia que dirige los destinos del planeta. Se me dirá que lo han logrado a base de atropellos, de invasiones, de guerras y de operaciones contra países latinoamericanos, lo cual es rigurosamente cierto. Pero al yanqui promedio eso no le importa, vive demasiado ocupado pensando en el Super Bowl y esas boludeces al estilo del Día de Acción de Gracias. Ya que estamos, les digo gracias por leerme y por compartir mi indignación. Nos estamos viendo!!!

"No me sueltes la mano", dijeron los senadores

Viernes por la tarde en la ciudad. Estoy tranquilo, pero también somnoliento, así que procuraré escribir lo que tengo en mente. Observo que ...