9 de agosto de 2011

Escuchando a Amy Winehouse


Es habitual que las ventas de discos o libros se incrementen tras la muerte de algún músico o escritor famoso. Yo trato de evitar sucumbir al rescate tardío de la obra de un artista, pero en el caso de Amy Winehouse, con su vida autodestructiva y pródiga en excesos, algo me llevó a acercarme a sus escasos dos discos editados antes de su muerte. En su momento de mayor popularidad, nunca le presté demasiada atención, quizás porque el hit "Rehab" se me antojaba repetitivo y monótono. Tampoco le daba importancia a los escándalos cuando subía borracha a cantar o provocaba desmanes en la vía pública. Todo eso ya es historia, la mina ya no está en este mundo y lo que queda es la música. Seguramente aparecerá algún disco póstumo, con canciones no editadas, y el paso del tiempo hará que crezca el mito más haya de la verdadera dimensión de su obra. Es difícil saberlo, en realidad, sobre todo cuando no aparecen cantantes de soul o R & B que tengan un estilo y una actitud como la que tenía Winehouse en cada show y en cada canción. Podría decirse que Alicia Keys, otra de mis voces favoritas, tenía puntos en común con Amy, desde lo artístico, no en el plano personal.

Lo que sí puedo afirmar es que no ha surgido en los últimos años una banda que arrase con todo, que se convierta en un fenómeno mundial, o algo similar. La "Beatlemanía" no va a volver, en principio porque los Beatles ya no existen y porque muchos límites y tabúes ya fueron transgredidos, y no se puede avanzar mucho más. La transgresión puede ser funcional al éxito de una banda, pero llega un punto en que no alcanza. Yo puedo correr un límite, pero ese límite luego va a ser superado por otro. Los Arctic Monkeys prometían ser un gran grupo, pero no creo que puedan superarse más de lo que lo han hecho. Lo mismo sucedió en los '90 con Oasis, y toda esa comparación absurda con los Beatles, cuando estamos hablando de épocas distintas y de una diferencia notable en cuanto a lo compositivo. Sería bueno que podamos aprender a disfrutar de la música sin buscar "influencias" o "insipiraciones" en cada artista, sino simplemente tomando lo que escuchamos como una producción individual.

No hay comentarios.:

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...