7 de julio de 2013

Domingo de lectura y limpieza de la casa

Con los problemas en la compu parcialmente resueltos, vuelvo a reencontrarme con ustedes. Hoy volví a comprar la edición dominical de "Clarín" luego de mucho tiempo sin hacerlo. Tenía ganas de empaparme un poco de la actualidad más allá de la limitada cobertura informativa de la TV. Ocurre que en la tele ya no hay espacio para los columnistas, para las grandes plumas del periodismo argentino, quizá porque la vorágine de lo audiovisual, tal como lo conocemos, hace que no resulte rentable ver a un tipo hablando 15 minutos. En la radio me gustan  mucho los editoriales de Alfredo Leuco (por Radio Continental), y de Pepe Eliaschev (por Radio Mitre). Considero que Eliaschev está a un nivel superior del resto de los periodistas, tiene una trayectoria impecable y es muy incisivo cuando hace una entrevista. Pero mejor aún, le pregunta al entrevistado aquello que la gente quiere saber. Al igual que muchos otros que no son genuflexos ante el poder, Pepe fue echado de Radio Nacional, pero continuó con sus columnas que se publican regularmente en diversos medios gráficos. Y ahora se tomó revancha al estar de nuevo en la radio más escuchada del país, como es Mitre. 

Por otra parte, siempre es un placer sentarse en un bar a leer los diarios mientras uno saborea un café. En realidad, diría casi siempre: porque hay veces en que uno va dispuesto a disfrutar de una tranquila lectura y el lugar está lleno de gente ruidosa, maleducada o gritona. También puede suceder que haya algún partido de fútbol importante y el televisor esté a todo volumen. Hay algunos clientes que compran su propio diario y van con él a leerlo al bar, pero si el comercio dispone de los mismos, no veo necesidad de comprarlo. Al final de cuentas, como diría una conocida banda de rock, lo que los diarios nos cuentan son "noticias de ayer". Punto final.

Última nota de 2024: Para el baúl de los recuerdos

  Esta es la última nota que escribiré durante lo que resta de 2024, así que no abusaré de vuestra paciencia en la lectura.   En primer lu...