31 de diciembre de 2015

Esperando el milagro

Gente: Lo mejor es comenzar un nuevo año sin ninguna expectativa, despojados de todo prejucio, y dejar de pensar que vamos a hacer esto o lo otro. Lo ideal es dejarse fluir, como fluye el agua de un manantial. Tener la firmeza necesaria en los momentos difíciles que vaya a haber, como así también la capacidad de disfrutar lo que el destino nos pueda deparar. No es que porque arranquemos la última hoja del calendario todo va a cambiar como por arte de magia. Somos nosotros los dueños de nuestros actos, los esclavos de nuestras palabras, los cómplices de nuestros silencios. Que nadie se arrogue el derecho a tomar decisiones por nosotros, o a imponernos un dogma. Cuando Erich Fromm escribió "El miedo a la libertad", su obra más famosa, no lo hizo pensando en un concepto abstracto. Tenemos miedo a ser libres, a expresarnos, a comunicarnos, a decir lo que nos pasa, a buscar ayuda. Tenemos angustia de morir cuando todavía no aprendimos a vivir. Un tanto absurda la cosa, ¿no les parece? Esperamos demasiado de quienes nos rodean, y no nos damos cuenta de que estamos solos en esta vida, porque es un camino en el cual conocés gente, afectos, el amor tan anhelado, pero al final del recorrido volvés a estar solo, tal como empezaste. 

Es que, al momento de decidir, ni el Presidente está "tranquilo". Consulta a sus asesores, pero él es el dueño de la última palabra. Del mismo modo, nosotros somos dueños de lo que pensamos y nadie puede abrirnos el bocho para extorsionarnos. Pasamos muchos años oscuros en este país como para que no podamos decir lo que realmente sentimos. Por lo general, el comienzo de un ciclo nos parece que fuera la continuación del anterior, hasta que van sucediendo cosas a nuestro alrededor que nos ponen en perspectiva. Tener confianza en que prosperaremos y viviremos mejor está muy bien, pero no depende sólo de nosotros. Yo confío en el nuevo Gobierno (Nacional) que asumió el 10 de diciembre, porque costará mucho recuperar el valor de la palabra, de la transparencia institucional, luego de 12 años de abusos de todo tipo. El día que este Gobierno (elegido democráticamente), me defraude, no tendré problemas en decirlo, porque tengo pensamiento crítico.

 2016 puede ser un año brillante, o el peor de todos. En la carreta, los melones se acomodan solos. Punto final.

Crónica de una sociedad en ataque de nervios

Comenzamos la semana. Ayer saltó la térmica y media casa permaneció a oscuras mientras intentaba escribir estas líneas. Así que tuve que int...