25 de septiembre de 2016

Espejitos de colores

Un domingo apacible en la ciudad. La tarde se presenta ideal para tomar unos mates o ver una película por televisión. Estoy completamente de acuerdo con el hecho de que mañana (26/9), la mayoría de los negocios cierren (o deberían hacerlo), por el Día del Empleado de Comercio. Si cada sindicato o gremio tiene un día para los trabajadores que representa, ¿por qué cuestionar que se tenga el mismo criterio con los trabajadores del comercio? Lamentablemente, los gremios no siempre asisten o defienden los derechos de sus afiliados, negocian en paritarias y para los trabajadores sólo quedan migajas.

 Lo que hay que trabajar en serio, es en un cambio en los Convenios Colectivos de Trabajo. Es una vergüenza, por ejemplo, que la flexibilización laboral de los '90 que aún mantiene resabios de inequidad, haga que muchos jóvenes se encuentren en condición precaria. Si vas a Mc Donald's, difícilmente encuentres a los mismos empleados por mucho tiempo, porque los toman por 3 meses y los rajan. Y el sueldo promedio que les pagan, si se le puede llamar así, oscila entre 5.000 y 6.000 pesos. Qué persona, aún cuando sea estudiante y sus padres lo ayuden, puede vivir en Buenos Aires con esa miseria de plata? Estar todo el día sirviendo hamburguesas y papas fritas, limpiando los vómitos de los niños y bebés en la mesa, los baños que deben estar supuestamente impecables, a cambio de una suma ínfima. Y el mismo criterio cabe para las grandes cadenas de comidas rápidas que buscan "pasantes" porque les conviene que trabajen mucho y cobren poco. Un adulto de 30 o 40 años difícilmente acepte laburar en esas condiciones. Pensemos que acá en Lobos podés viajar en colectivo, bici, o movilizarte a pie, pero en Capital necesitás una infinita combinación de micros, subtes, trenes, para llegar a tu casa, y llegás molido, sin ganas de nada, excepto tirarte en la cama a mirar el techo. 

Trabajar y estudiar es muy difícil, hacer ambas cosas requiere de un esfuerzo superlativo, y de tener el temple necesario para no claudicar en la carrera que estás cursando. Porque puede suceder que te hagan una oferta por un buen sueldo, y ello te incentive a dejar de estudiar. Al cabo de unos años, posiblemente te arrepientas de esa decisión. Te has convertido en un engranaje más del "sistema", y no lo digo en un sentido ideológico. Lo común es que laburás (todos lo hacemos) para tener un autito y una casa, todos los días de tu vida, y cuando llega el momento de disfrutar lo conseguido ya sos demasiado viejo, enfermo, estresado,  hecho mierda, tus hijos se fueron a vivir solos, y vos con la jubilación mínima y teniendo que reclamarle a PAMI que te cubra los remedios. Los países de Oriente respetan a los ancianos. En Occidente, son un estorbo, como una botella descartable.


Quizás esté siendo demasiado drástico en el análisis, pero si no disfrutamos mientras somos jóvenes (o adultos jóvenes), ¿qué nos queda para más adelante? Disfrutar de un momento no significa ser vago o conformista. Es, simplemente, aprender que no somos máquinas, somos personas que estamos atravesando distintas etapas. Punto final. 

"No me sueltes la mano", dijeron los senadores

Viernes por la tarde en la ciudad. Estoy tranquilo, pero también somnoliento, así que procuraré escribir lo que tengo en mente. Observo que ...