26 de abril de 2019

Entre la hojarasca y la lluvia del fin de semana


Viernes en la ciudad, frío y nublado. Cualquier descripción que se intente hacer del otoño abunda en lugares comunes y clichés, como las hojas secas de los árboles en las veredas, la gente abrigada, el ánimo melancólico que se percibe cuando uno se levanta para trabajar. Pero de alguna manera, lo que trato es de evitar tópicos repetitivos, tarea difícil en virtud de la cantidad de textos escritos en estos últimos 14 años (desde 2005 a la fecha). Algún día este blog no existirá, como casi todo en la vida, y por ese motivo trato de guardar en la PC algunos textos, entre cientos que he escrito, que me parecen más logrados que otros. La cosa es que la campaña política está a full, aunque todavía no haya afiches, pasacalles, o spots proselitistas. Al menos en Lobos, no creo que haya ningún “tapado”, más allá de los precandidatos que ya se dieron a conocer. Debo decir que algunos dan vergüenza, su pasado los condena. Pero mi voto no es representativo del amplio universo del electorado, por lo tanto si gana un candidato que no es de mi agrado, me voy a tener que tragar el sapo y nada más. Al final de cuentas, yo tendré que seguir trabajando como lo hago desde hace 19 años. No espero que el Estado me asista, salvo que me encuentre en una situación de indigencia, que espero nunca llegue.

Si me pongo a pensar en todos los textos que llevo escritos y en el proyecto de publicarlos en un libro, debo admitir que hay muchos que con el paso del tiempo han perdido el impacto inicial y se tornarían intrascendentes. Sería necesario hacer una selección, obviamente, porque muchos de ellos no resistieron el paso del tiempo, se refieren a lugares, situaciones, o a personas que ya no están. También están aquellas publicaciones que prefiero olvidar, por distintos motivos.  En este momento no se me ocurre ninguno específico, pero una crónica sobre un día en el gimnasio daría para pulirla mucho más y explotarla en una veta literaria. Son cosas que uno va notando cuando revisa el archivo, y ve que las cosas han cambiado, que aparecen algunas contradicciones, o ideas que no terminan de cerrar. No opino igual que en 2005 sobre muchísimos temas, sería necio de mi parte si así fuese, pero es como tomar una foto, capturás ese instante. Es una burbuja en el tiempo.  Pero de algún modo reflejar ese cambio de pensamiento, como consecuencia de los hechos que se fueron dando en el país, tampoco me parece desacertado. El problema es de qué manera hacerlo para no desconcertar al lector, lo cual es frecuente y constituye la mejor excusa para abandonar la lectura de un libro.

En breve voy a empezar analizar más rigurosamente la actualidad política, que es lo que desvela a la mayoría,  para lograr notas más ordenadas pero que no por ello pierdan espontaneidad. Sin embargo, lo que más nos preocupa a todos es  la angustiante situación que estamos atravesando como consecuencia de las torpezas del macrismo, y hablando con muchos amigos en un bar, días atrás, nos preguntábamos hasta cuánto aguantará la gente vivir de esta manera, y si Macri tendrá que irse antes de lo previsto. Ojalá que no suceda. Que termine su mandato y se vaya de viaje a la estratósfera, y que el pueblo decida quién va a tomar este fierro caliente, este barco a la deriva. Y ojo con el revanchismo, porque también están los que volverían a votar a Mauricio dado que temen una venganza desaforada y violenta de los que estuvieron antes. Como verán, hay muchas cosas para poner en la balanza. Punto final.  

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...