6 de mayo de 2021

Dan vergüenza, sépanlo

 Llegó el frío, y con él, la rutina de todos los años: buscar en las cajas de cartón la ropa de abrigo que aún no fue carcomida por la polillas. Nunca fui alguien de gastar mucho en ropa, trato de tener buena presencia cuando la situación lo requiere. Compro buzos o pantalones sin ningún tipo de marca, pienso que mientras la confección de la prenda sea buena, no tiene sentido pagar de más para aparentar status. En el caso de las zapatillas sí puedo hacer una excepción y tener preferencia por un calzado de calidad, porque tengo los pies bastante jodidos, camino mucho durante el día y necesito algo cómodo. Pero bueno, hay que pensarlo dos veces antes de gastar $ 10.000 o más por un par de zapas. 

Pero vayamos a lo importante. Anoche, después de ver algo de televisión, me quedé pensando en el rejunte político que nos gobierna, en la eterna decadencia argentina, en el Intendente que no tuvo mejor idea que parafrasear a Galtieri en un insólito "deja vu" de 1982. Esta gente está desquiciada, cualquier persona que sepa algo de estrategia comunicacional se dio cuenta de que se montó una puesta en escena para que Alberto y CFK aparecieran juntos, como una señal de unidad hacia la militancia, la poca que aún les responde y es capaz de inmolarse de manera incondicional. Cualquiera que tenga dos dedos de frente (peronista o no), tomaría distancia de estos sujetos, que en lugar de transmitir un mensaje de concordancia en plena pandemia, lanzan discursos para la tribuna. Una tribuna sorda, por cierto. A veces recuerdo una frase que se repite desde que era chico: "Si Perón viviera....". Mirá, si Perón viviera, haría algo parecido a lo que hizo en su último discurso antes de morir, los echaría a la mierda, diría otra vez que son imberbes y estúpidos (como mínimo), y los mandaría a su casa a que se vayan con esa oratoria psicobolche a otro lado. Porque ojo, estos tipos hablan en nombre del "pueblo", al cual dicen representar, pero se cagan en las instituciones, en el Poder Judicial, en la salud pública. El reconocimiento se lo merece únicamente el personal de los hospitales, no ellos, que son meros burócratas con una inagotable dosis de cinismo. El populismo es eso, que se arroguen la representación de la sociedad (aunque hayan sido elegidos democráticamente), como una forma de fogonear un debate entre burgueses, oligarcas, y una serie de términos similares que ya cayeron en desuso en casi todo el mundo. ¿Sabrá esta gente que la Guerra Fría terminó en 1989?

Se dicen de izquierda o progresistas, pero viven como si fueran de derecha, a la cual tanto dicen aborrecer. No son pibes que viajan en el tren leyendo las obras de Karl Marx e intentando comprender sus teorías. Son trepadores y ventajeros que tienen un patrimonio obsceno y que viven en Puerto Madero o en la Recoleta. Mirá qué fácil que es ser de izquierda, o comunistas de salón, como decía Sabato (otro mal bicho, pero que no tiene que ver con esta nota). Si ellos ven como modelo a seguir a la Venezuela de Maduro, estamos en el horno. Y antes de que me salten a la yugular, reitero otra vez, por si hiciera falta, que el gobierno de Macri fue nefasto: Implementó un modelo neoliberal para favorecer a empresarios amigos, además de que destruyó lo poco que quedaba en pie. Fueron cuatro años en los cuales no lograron controlar la inflación, aplicaron aumentos de tarifas a mansalva, promovieron el uso de armas de fuego entre civiles (Patricia Bullrich mediante), y un largo listado de desatinos que los llevaron a perder las elecciones de 2019 por paliza. Con una dosis de sentido común y un marketing mejor implementado, podrían haber ganado. El tema es que no aporta demasiado el ejercicio mental de arriesgar escenarios hipotéticos con los hechos consumados. 

A título personal, puedo decir que TN me resulta vomitivo, pero no porque sea un fanático K, sino porque la bajada de línea es tan obvia, burda y grosera que ya me comienza a disgustar, sobre todo con este muchacho Nicolás Wiñazki, devenido en periodista estrella del horario prime time. Por suerte, subsisten medios independientes que no se casan con nadie y les pegan a todos por igual. Claro que no podés comparar el alcance que tiene el grupo Clarín en todas sus facetas, con una radio comunitaria de Villa Soldati, por darte un ejemplo. Pero esa radio, como todos los que la venimos remando desde hace años, representan la resistencia genuina. Resistencia a que nos den todo masticado y a que quieran decirnos cómo tenemos que pensar, aunque perdamos guita porque algún anunciante está en desacuerdo.

Conclusión: Dan asco. Los de ahora y los de ayer. Dan vergüenza. No es un logro que llegue una determinada cantidad de vacunas, es una política que cualquier Estado debería defender sin jactarse de ello. Quizás por todos esos motivos, yo no me prendo en el debate absurdo de izquierda vs. derecha, porque ninguno de esos sectores existen ya en forma "pura" (Mussolini o Fidel Castro, por ejemplo), más bien son híbridos que cuando llegan al poder no entienden que la gente necesita guita para comer y vivir de un modo digno. O quizás lo sepan, pero no les importa. Si algún iluminado consigue que todos vivamos mejor, el electorado se pondría de su lado, porque habría gestado un avance que repercute en todos los rubros de la economía. 

La lucha de clases, la están fogoneando ellos mismos, enfrentando a pobres contra pobres por el sólo hecho tener posturas ideológicas distintas. 

Llevamos más de 60 años así, y no hay señales de que algo vaya a cambiar en el corto plazo. Como bien me decía un amigo, la "luz al final del túnel" puede significar la salida y el fin de las penumbras, pero también puede ser una locomotora que viene de frente, dispuesta a chocar en cualquier momento. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 

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