19 de julio de 2021

Elogio de la amistad, y agradecimiento para todos ellos

 Están los de la infancia. Los que conociste mientras estudiabas en la Facultad, o en tus primeros trabajos. Los que, sin llegar a ser íntimos, no pasan un día sin saludarte por la calle. Los que conociste por casualidad porque siempre iban al mismo bar que vos o frecuentaban otro lugar en común. Todos son amigos. Están, también, aquellos que lo fueron pero que perdieron tal condición, por cosas de la vida que mejor no recordar. Por ello suele decirse, con razón, que la traición nunca viene de un enemigo ¿La amistad es incondicional? No, de ninguna manera. Lo único incondicional (o casi), me atrevería a afirmar, es el amor de una madre, como me dijo una vez una psicóloga, y tal es así que son casi las únicas que van a visitar a sus hijos si están presos. Pero, la amistad se construye en base a la confianza. Es una acuerdo tácito, por eso cuando se rompe, es sumamente difícil (y a veces inviable) reconstruir el vínculo. A tu mejor amigo le contás tus secretos, frustraciones, y algún logro importante que aún no querés hacer público masivamente, por si las moscas. En una pareja, puede ser que uno ame más que el otro, pero en la amistad eso no sucede, ambos se aprecian por igual. Si no es así, son meros conocidos, personas con las que tenés afinidad pero alcanzan el status de "amigos". Ya cuando sos adulto, el hecho de tener que laburar y atender compromisos familiares te aleja un poco de tus amigos, y probablemente a ellos les suceda lo mismo. Mis amistades más fieles están lejos en este momento (en términos de distancia, dos lobenses, uno de ellos vive en Chubut y otro en Santa Cruz), pero no hay nada que el WhatsApp o algún mensaje no pueda resolver, dentro de lo posible. 

Hace más de 10 años que no nos juntamos para celebrar el famoso 20 de julio, tengo algunas fotos por ahí dando vueltas. Y es que, por los mismo motivos que mencioné antes, cuesta mucho coordinar un horario y un lugar, además de que la situación actual hace que los encuentros o reuniones de ese tipo deban ser limitados. Pero, supongo que no faltará oportunidad de hacerlo dentro de un tiempo, cualquiera sea la fecha escogida. 

Los compañeros de trabajo no siempre son amigos. Pueden serlo, claro está, pero es otro tipo de relación y de trato. Y lo que pretendo rescatar, es que la amistad es un amor más fuerte, incluso, que el de tu pareja, o tu novia. Porque puede suceder que te separes, o te divorcies, pero los amigos siempre están. Sobran las historias de los que se quedaron con lo puesto cuando se pudrió todo, y un amigo les prestó un departamento para pasar la noche o unos días hasta conseguir algún inmueble. Reitero, si no están cuando las papas queman, no tiene sentido seguir considerándolos de tal modo. También todos sabemos de los famosos "Amigos del Campeón" (cuando todo te va bien y la gente se te acerca súbitamente con escasa sutileza).Como nunca tuve mucha guita y dudo que eso vaya a ocurrir en el futuro, estoy a salvo de esos oportunistas. En fin, esta breve nota pretende ser un elogio de la amistad, de aquella genuina y perdurable, que ciertamente no abunda pero te llena el corazón. Gracias a todos. Punto final. 

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