6 de septiembre de 2025

La satisfacción del deber cumplido

 

Bueno, ya finalizó de la campaña, hace unos días hice la última nota antes de la veda y ahora sólo resta esperar. La verdad es que esta etapa proselitista me exigió más de lo que pensaba, pero por suerte pude cobrar por mis servicios y hacer una diferencia en épocas de vacas flacas. Estoy satisfecho de saber que hice todo lo que estuvo a mi alcance para brindar a los lectores una cobertura completa. Después del domingo, el foco de la atención pasará por otro lado. Habrá que buscar noticias que no tengan que ver con la política, que ya comienza a generar un hartazgo en la sociedad. Todo este tiempo no he dicho nada sobre el escándalo de corrupción que salpica a Milei, voy siguiendo el rumbo de los acontecimientos por los medios. Sinceramente, estoy un poco cansado de todo y lo único que quisiera es que la situación económica mejore. Ya terminé con las cobranzas, y en lo sucesivo lo único que me queda es ir tirando el resto del mes con la guita que junté. Por suerte ya llegaron los días cálidos y el frío emprende la retirada, aunque todavía hay algunos momentos del día en los que es necesario abrigarse. Tengo ganas de incursionar en nuevos desafíos, seguramente la semana próxima, con más tranquilidad, me voy a dedicar a hacer más actividad física. Siempre es mejor mantenerse ocupado haciendo algo útil que estar al pedo, al menos en mi caso. No me llevo bien con el ocio, los días que tengo mucho tiempo libre me termino aburriendo, salvo que aproveche unas horas para descansar. En fin, todavía tengo por delante la jornada del domingo. Cuando cierre el escrutinio, seguramente haré una recorrida por los distintos locales partidarios para ver cuál es la reacción de los militantes ante la voluntad popular. Y ya con eso daré por concluida mi tarea.


Hay que mantener la calma, no dejarse ganar por la ansiedad. Tenemos unos cuantos meses por recorrer aún, no es momento de bajar la guardia. Uno puede imaginar que habrá novedades post-electorales, de hecho yo ya tengo un pronóstico de quién va a ganar, pero no es bueno apresurarse. Lo más conveniente es esperar los resultados. Pienso que para los candidatos ha sido una campaña muy larga y desgastante, en medio de la indiferencia de buena parte de la población. Sea como fuere, la vida continúa su curso y el lunes será un día como cualquier otro, porque no hay cargos ejecutivos en juego. Son elecciones de medio término y eso le quita un poco de atractivo a los comicios. Yo nunca dejé de ir a votar, incluso cuando no tenía el menor interés. Entre tantas boletas en pugna, tiene que haber una opción razonable para sufragar. De más está decir que se gasta mucha plata para un acto electoral: Hay que pagarles a las autoridades de mesa, movilizar a las fuerzas de seguridad, los partidos tienen que imprimir las boletas. Esta vez habrá clases al día siguiente, por lo que el mismo domingo tendrá que haber personal limpiando las aulas que funcionan como cuarto oscuro. Como mencioné antes, tengo la tranquilidad de afirmar que he transitado todo este proceso procurando informar de la mejor manera posible. La verdad es que no me puedo quejar, me gusta mi trabajo, es lo que elegí hacer y he dedicado mi vida a esto. A partir del lunes comienza una nueva etapa. Ya transcurridas las elecciones, habrá que buscar material de otra índole para dar a conocer a los lectores. Y uno, como siempre, tiene que estar preparado para asumir nuevos responsabilidades y afrontar lo que venga. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

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