Bueno, ya
finalizó de la campaña, hace unos días hice la última nota antes de la veda y
ahora sólo resta esperar. La verdad es que esta etapa proselitista me exigió
más de lo que pensaba, pero por suerte pude cobrar por mis servicios y hacer
una diferencia en épocas de vacas flacas. Estoy satisfecho de saber que hice
todo lo que estuvo a mi alcance para brindar a los lectores una cobertura
completa. Después del domingo, el foco de la atención pasará por otro lado.
Habrá que buscar noticias que no tengan que ver con la política, que ya
comienza a generar un hartazgo en la sociedad. Todo este tiempo no he dicho
nada sobre el escándalo de corrupción que salpica a Milei, voy siguiendo el rumbo de los acontecimientos por los medios. Sinceramente, estoy
un poco cansado de todo y lo único que quisiera es que la situación económica
mejore. Ya terminé con las cobranzas, y en lo sucesivo lo único que me queda es
ir tirando el resto del mes con la guita que junté. Por suerte ya llegaron los
días cálidos y el frío emprende la retirada, aunque todavía hay algunos
momentos del día en los que es necesario abrigarse. Tengo ganas de incursionar
en nuevos desafíos, seguramente la semana próxima, con más tranquilidad, me voy
a dedicar a hacer más actividad física. Siempre es mejor mantenerse ocupado
haciendo algo útil que estar al pedo, al menos en mi caso. No me llevo bien con
el ocio, los días que tengo mucho tiempo libre me termino aburriendo, salvo que
aproveche unas horas para descansar. En fin, todavía tengo por delante la
jornada del domingo. Cuando cierre el escrutinio, seguramente haré una recorrida
por los distintos locales partidarios para ver cuál es la reacción de los militantes
ante la voluntad popular. Y ya con eso daré por concluida mi tarea.
Hay que mantener
la calma, no dejarse ganar por la ansiedad. Tenemos unos cuantos meses por
recorrer aún, no es momento de bajar la guardia. Uno puede imaginar que habrá
novedades post-electorales, de hecho yo ya tengo un pronóstico de quién va a
ganar, pero no es bueno apresurarse. Lo más conveniente es esperar los
resultados. Pienso que para los candidatos ha sido una campaña muy larga y
desgastante, en medio de la indiferencia de buena parte de la población. Sea
como fuere, la vida continúa su curso y el lunes será un día como cualquier
otro, porque no hay cargos ejecutivos en juego. Son elecciones de medio término
y eso le quita un poco de atractivo a los comicios. Yo nunca dejé de ir a
votar, incluso cuando no tenía el menor interés. Entre tantas boletas en pugna,
tiene que haber una opción razonable para sufragar. De más está decir que se
gasta mucha plata para un acto electoral: Hay que pagarles a las autoridades de
mesa, movilizar a las fuerzas de seguridad, los partidos tienen que imprimir
las boletas. Esta vez habrá clases al día siguiente, por lo que el mismo
domingo tendrá que haber personal limpiando las aulas que funcionan como cuarto
oscuro. Como mencioné antes, tengo la tranquilidad de afirmar que he transitado
todo este proceso procurando informar de la mejor manera posible. La verdad es
que no me puedo quejar, me gusta mi trabajo, es lo que elegí hacer y he
dedicado mi vida a esto. A partir del lunes comienza una nueva etapa. Ya
transcurridas las elecciones, habrá que buscar material de otra índole para dar
a conocer a los lectores. Y uno, como siempre, tiene que estar preparado para
asumir nuevos responsabilidades y afrontar lo que venga. Nos estamos viendo pronto.
Punto final.
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