3 de octubre de 2010

Nuevamente en contacto


Domingo por la noche. Prefiero no pensar en mañana, además de que ya he comentado en otros textos lo que representa para mí el comienzo de la semana. Este es mi primer post de octubre, un mes que nunca me gustó demasiado. En principio, si bien este año zafamos, se trata del mes escogido para las elecciones. Y me fastidia el hecho de tener que ir a votar cuando no hay ningún candidato que reúna las condiciones mínimas para ser tenido en cuenta. Y debo decir que eso es lo que ha sucedido desde que estoy en condiciones de emitir mi voto. Pero además, en octubre, y aunque no se note demasiado, ya empieza la locura de las fiesta de fin de año, los brindis, las reuniones de ex alumnos, y todas esas boludeces. Es cierto, quedan dos meses para que termine el año, pero mucha gente la vida funciona así, de encontrarse a cenar con amigos y/o conocidos con cualquier pretexto, y siempre las mismas anécdotas, y esa estúpida costumbre de festejar cada nuevo aniversario de algo. En fin, no quiero renegar demasiado, porque en definitiva uno también, como ser social que es, termina asistiendo a esas reuniones, hasta que un buen día digamos basta y nos hartemos de todo, como pasa siempre.

Tema dos: hace alrededor de un mes compré un cassette para grabar los programas de Dolina. Me sentí raro comprando un objeto que ha sido sepultado por la tecnología, pero que nos dio tantas satisfacciones cuando éramos adolescentes y no teníamos plata para comprarnos un disco, entonces grabábamos los temas de moda directamente de la radio, con la voz de locutor incluida. Y a veces se cortaba la cinta, o se enredaba, o había que limpiar los cabezales de grabador, etc, etc.... Bueno, en síntesis, creo que será el último cassette que compre en mi vida, y si se me llega a romper la única casetera que funciona en el equipo de audio, se tranformará en un objeto más inútil de lo que ya es. Tengo sueño, pero sé que si me acuesto ahora mismo no voy a poder dormirme en un corto plazo, como suele suceder. A veces siento que no me alcanza el día. Los domingos pasan rápidamente, entre que uno se levanta tarde, y hasta que tu cuerpo se recupera de los excesos del sábado y vuelve a funcionar, es todo un tema. Finalmente, cuando te sentís medianamente bien, ya son las cinco de la tarde, y aquella película que habías planeado ver el fin de semana se posterga para el siguiente, porque en realidad todo se fue postergando. Así uno llega hecho una piltrafa y sin haber podido disfrutar del todo el ansiado fin de semana. Y no me digan que nunca les pasó, darse cuenta de que hay cosas pendientes, y que seguirán así hasta que alguien nos rescate del naufragio y nos ayude a organizar nuestra agenda diaria.

Disco recomendado del día: Phil Collins, "Going back" (Warner, 2010). Para recordar viejas épocas y disfrutar del talento que esporádicamente nos obsequia el gran Phil.

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