24 de noviembre de 2011

Perdidos en la Aduana......


(Versión corregida 2019)
Es necesario que, si lo que se pretende es sustituir importaciones, estemos en condiciones de fabricar productos de calidad. No estamos en el siglo XIX cuando solamente vendíamos al exterior cereales y carne, hay que generar polos productivos para que el argentino promedio deje de comprar cualquier basura en plataformas como Ebay o Amazon. Un dólar alto como el que tenemos actualmente desalienta ese tipo de compras, además de los gastos de envío, los trámites en la Aduana, y todo lo que conlleva traer un producto de exterior. La tecnología de Japón está entre las más valoradas del mundo, sin embargo los costos de producción son altos, y me contaba un amigo que fue a visitar ese país, que no es extraño encontrarse con relojes de industria china, o al menos ensamblados allí. Más o menos lo que sucede acá con los celulares, sale más caro armarlos el Tierra del Fuego que importarlos directamente, pero la provincia austral tiene un régimen especial para promover ese tipo de emprendimientos, y mientras traigan consigo fuentes de trabajo, no veo mayor inconveniente.

 Otra cosa: por lo que me han contado, llevar un electrodoméstico al servicio técnico es casi un desperdicio de tiempo, porque los repuestos son importados y el infame Secretario Guillermo Moreno no los dejaba ingresar. Por ejemplo, si se te rompe la pantalla de una cámara digital, el service te dice que no dispone de los respuestos.

La Aduana, seguramente, debe ser un descontrol, como lo ha sido siempre, con empleados hijos de puta que se roban todo lo que encuentran y otros que "agilizan" la entrega de los productos a cambio de coimas. Así estamos, entonces. La industria nacional no está en condiciones de producir (y mucho menos de competir) con las grandes empresas internacionales. El problema es que los "cráneos" que están posando su culo en los Ministerios de Economía, o en las carteras de industria y producción, nunca pusieron demasiado empeño en revertir esto.


Así llegamos a un punto de no retorno: la industrialización es un proceso que debió haberse iniciado antes, como hizo Brasil, que hoy ya está fabricando celulares y televisores que exporta a toda América Latina. No se puede forzar un saldo favorable de la balanza comercial tomando este tipo de medidas que carecen de todo sustento. Hasta que acá no haya capacidad para desarrollar equipos con tecnología de punta, muchas veces uno opta por seguir con lo importado. Punto final.

Crónica de una sociedad en ataque de nervios

Comenzamos la semana. Ayer saltó la térmica y media casa permaneció a oscuras mientras intentaba escribir estas líneas. Así que tuve que int...