10 de agosto de 2012

Medallas olímpicas y subtes

Hola amigos, ¿cómo están? Me encuentro redactando nuevamente un post en esta soleada tarde de viernes luego de algunos días de "abstinencia bloguera". La verdad es que, si bien sobran temas para escribir y debatir, estoy tan saturado de todo que no quería escribir sobre nada. Me indigné por la pésima performance de la delegación argentina en los JJ. OO. y por suerte ya tenemos aseguradas dos medallas de bronce, lo cual es un consuelo ínfimo para un país que aspira a convertirse en una potencia del deporte de alto rendimiento. Sin embargo, esto de los Juegos Olímpicos está bastante interesante. Un país perdido en el culo del mundo, sumido en la crisis social  y diezmado por la pobreza le puede hacer frente a uno mucho más desarrollado desde los indicadores económicos. Creo que en estos días estoy viendo Canal 7 como nunca antes, y nobleza obliga, hay que felicitar a los responsables de la transmisión de estos Juegos porque ha sido realmente impecable, al menos hasta el momento. Yendo más a lo nuestro, podría esbozar alguna reflexión sobre el paro de subtes, que ya lleva una semana, pero en su momento dije lo que tenía que decir al respecto. Ninguna de las partes involucradas está dispuesta a ceder y así no se construye ninguna negociación o acuerdo posible. Macri y Kristina tienen varias cuentas pendientes y nadie es inocente en este juego, si bien es cierto que los subtes son potestad de la ciudad. Macri ha demostrado ser incapaz para manejarse dentro de la política, con los códigos y las bajezas propias de ella, y sigue enrejando plazas y haciendo boludeces como si nada pasara. Por otra parte, me sorprende que los porteños no se movilicen hacia Plaza de Mayo para reclamar por el reestablecimiento de un servicio esencial dentro del transporte público. ¿Por qué no hacen cacerolazos ahora? Punto Final. 

Crónica de una sociedad en ataque de nervios

Comenzamos la semana. Ayer saltó la térmica y media casa permaneció a oscuras mientras intentaba escribir estas líneas. Así que tuve que int...