21 de agosto de 2012

Re-reelección?

Aquello que la sociedad decía aborrecer del menemismo (entre otras cosas, el intento de una re-reelección) hoy ha vuelto a instalarse como tema de debate con nuevos protagonistas. Para forzar un tercer mandato de Cristina, habría que reformar la Constitución, pero no parece ser un impedimento demasiado inexpugnable: quedó demostrado que aquella arenga "vamos por más" o "vamos por todo" era rigurosamente cierta. Los pseudointelectuales de Carta Abierta impulsan este mamarracho jurídico, esta aberración hacia la democracia, y como la sociedad tiene una apatía tan grande hacia los políticos en general no sería extraño suponer que consumaran su propósito. Además, hay que reconocer la ineptitud de la oposición, que no ha logrado perfilar un sólo candidato en condiciones de disputarle el  liderazgo y la iniciativa política a la Presidenta. Seguramente hay dirigentes opositores con buenas intenciones y determinación para poner punto final a este ciclo de decadencia y clientelismo, pero no tienen la representatividad suficiente como para lograr tener peso político propio. 

Para concluir, quisiera comentar que los programas de radio o TV que critican al Gobierno con alevosía y sin rigor periodístico, como el de Mariano Grondona, me parecen una muestra más de la vieja oligarquía que se resiste a perder sus privilegios ante un cambio de paradigmas. Y esto no es una contradicción con lo que expresé más arriba: no me gusta la obsecuencia, pero tampoco la descalificación sin fundamentos como hacen estos señores que acostumbran frecuentar embajadas y foros internacionales para defender sus propios intereses. De más está decir que no conocen lo que es la pobreza más allá de los fríos números de las estadísticas.

"No me sueltes la mano", dijeron los senadores

Viernes por la tarde en la ciudad. Estoy tranquilo, pero también somnoliento, así que procuraré escribir lo que tengo en mente. Observo que ...