27 de febrero de 2013

Boca no encuentra el rumbo

Quizás éste sea el último post de febrero, no lo sé. Pero tenía ganas de redactar unas líneas antes de que terminara el mes. Estuve viendo el primer tiempo del partido de Boca contra Barcelona de Ecuador, por la Copa Libertadores. El equipo transita por el mismo desconcierto desde que asumió Bianchi como entrenador, pese a que todos recordamos a los nuevos jugadores que se anunciaron con bombos y platillos y que hoy  se encuentran muy lejos de su rendimiento. Estoy convencido de que esos futbolistas pueden dar mucho más, pero evidentemente algo no funciona bien en Boca. Muchos hinchas creían que Bianchi sería el "salvador", quien traería satisfacciones y títulos al Club. La realidad demuestra que el presente de Boca está lejos de esas aspiraciones. Incluso cuando el equipo gana, cosa que rara vez sucede, queda flotando la sensación de que la victoria fue más por errores del rival que por méritos propios.
 El fútbol argentino, en líneas generales, se encuentra en franca decadencia. Y esto obedece a varios motivos que sería largo enumerar, pero mencionaré algunos: la falta de identidad del jugador con el equipo. El jugador debe tener un sentido de pertenencia al Club, dejar todo en la cancha, prepararse mentalmente para el partido, y no en pasar una noche de cabaret a bordo de un auto importado. Hace falta disciplina de parte del cuerpo técnico. El entrenador tiene que imponerse sin que ello implique ser autoritario. Debe evitar que Boca que convierta nuevamente en un equipo de "halcones y palomas", donde unos asumen con arrogancia el liderazgo (desafiando la autoridad del DT) y otros son sólo parte del elenco estable. Por otra parte, es público y notorio que los barrabravas están ahuyentando a la gente civilizada de los estadios. Es mucho más seguro ver un partido por televisión que hacerlo en la cancha, que morir baleado o apuñalado en una emboscada a la salida del estadio. Desde luego, la emoción y la adrenalina de estar en la tribuna no es la misma a la de estar frente a una pantalla. En todo esto estaba pensando mientras ya comienzó el segundo tiempo del partido, que promete ser otro largo bostezo. Como hincha xeneize, espero que los jugadores asuman el peso de la camiseta y se den cuenta de que pertenecen a una institución que le ha dado grande satisfacciones a nuestro fútbol. Punto final. 

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Viernes por la tarde en la ciudad. Estoy tranquilo, pero también somnoliento, así que procuraré escribir lo que tengo en mente. Observo que ...