17 de noviembre de 2021

Cuando los políticos hablan con "fantasmas"

Miércoles por la tarde en la ciudad. Estuve varios días sin escribir nada nuevo, en parte porque quería despojarme un poco de la política doméstica. No tenía ganas de referirme a nada vinculado a las elecciones con los hechos consumados. Pero es casi inevitable hacerlo. Simplemente diré que, al menos en lo que respecta al Concejo, sigue todo igual, porque la composición del Cuerpo se mantiene, los peronistas lograron renovar a los concejales que ponían en juego, y aunque sea, "salvaron la ropa". Tanto el oficialismo como el FDT lograron sumar votos, pero creo que más bronca deben tener los de J X C al ver malograda la chance de obtener un sexto concejal y arrebatarle uno al adversario. 

En fin, lo concreto es que ya se terminó todo, hasta 2023. Hace un rato acabo de verlo a Fernández eufórico, casi enajenado, en el acto por el Día de la Militancia. Honestamente, creo que no tienen demasiado para festejar, si tomamos en cuenta los números del domingo. Además, el mismo nombre de esta fecha indica que el acto va direccionado hacia los "compañeros", y lo que deberían hacer es hablarle al conjunto de la sociedad. Si no, no se explica como un tipo como Milei haya obtenido un 17 %, con un discurso incendiario. Pero estos "outsiders", no duran mucho tiempo. Me hace acordar a De Narváez, que el ganó al kirchenirsmo, fue Diputado y después desapareció del mapa. 

Hay cosas que ya se sabían sin necesidad de ser un genio: en CABA, el peronismo no gana ni aunque pongan en la boleta al Papa Francisco. Y en Provincia, Tolosa Paz no era la mejor candidata, más allá de todas las recorridas que hizo que ya son harto conocidas. Por eso, si vos te dirigís hacia la militancia habiendo perdido en buena parte del país y sin un discurso que tenga algo de autocrítica, no vas a ningún lado. Porque podrás juntar 50.000 o 100.000 personas, pero son un grupo de incondicionales. Mañana la vida sigue y este festejo autoindulgente se termina. No podés currar mucho con algo así, para decirlo de un modo coloquial. Dar un discurso diciéndole al público lo que le gusta escuchar significa correr cero riesgo, ¿Quién te va a abuchear? Me hace pensar en aquel famoso dicho: "En el país de los ciegos, el tuerto es rey". Es decir, aquel que tiene un poquito más de sentido común y sobresale de la meseta, tiene otra consideración para el electorado. Coincido con algunos en que Lobos es marcadamente antiperonista, por no decir "gorila". Pero se puede revertir. ¿Cómo logralo? No me corresponde a mí decirlo, además de que no tengo una respuesta infalible. Pero si acá el Frente para la Victoria gobernó durante 12 años consecutivos, puede volver a ocurrir si los candidatos tienen llegada a la gente. 

Aun así, hay que reconocer que el FDT mejoró notablemente su performance respecto a las PASO. No ganó en muchos distritos, pero achicó la diferencia. Pero esto es como el fútbol: Si te hacen un gol en el minuto 89, perdiste 1 a 0. ¿Que el partido fue parejo? ¿Que merecías ganar? Puede ser, pero en términos objetivos te ganó el equipo rival. Al mejor estilo bilardista. Ahora, como el peronismo tiene es capacidad de mutar constantemente, dentro de dos años puede pasar cualquier cosa. Esa es la diferencia con J X C: tienen un discurso uniforme que va dirigido hacia un público que le es fiel. El PJ, en cambio, sopla para donde va el viento, y más de una vez le ha salido bien. No sé si se trata de una virtud, pero van moldeando un discurso a medida de la coyuntura de ese momento. 

Cuando dicen que Macri hizo espionaje, y es probable que sí, pero en realidad todos los gobiernos lo hacen, por eso existen los famosos "carpetazos", que esperan agazapados el momento oportuno para embarrarle la cancha al adversario. Hay teléfonos pinchados por todos lados, más de los que te imaginás. Desde luego que a un pobre pelagatos como vos y yo no nos van a espiar, porque somos uno más de la masa, no tenemos aspiraciones políticas, ni somos dirigentes. La AFI, ex SIDE, tiene lo que se conoce como gastos reservados. Al ser un servicio de inteligencia, nadie sabe cuántos espías hay, cuánto ganan, ni que tareas les encomiendan. Es un agujero negro. En CABA, hay varias "cuevas" que son como sucursales de la sede central de la AFI. No es fácil hallarlas, y esa es la gracia: tienen que permanecen ocultas. A veces se dan casos muy obvios: si vos ves una combi estacionada por tiempo indefinido cerca de tu casa, ponele la firma que te están espiando a vos o a alguien que vive cerca. 

El problema es que rara vez estos tipos (que se creen SWAT), pueden desbaratar posibles amenazas a la seguiridad interior. Deberían laburar en conjunto con el Ejército, Gendarmería, y Migraciones. Ese es otro de los motivos por los cuales suele decirse que las fronteras argentinas son un "colador". En otros países, no muy lejanos al nuestro, cuando entrás o salís te revisan hasta las uñas. Ese trabajo se lo dejan a la Policía Aeroportuaria, que suele estar entongada con la mafia de los "abrevalijas". Cuando tu valija pasa por el escáner, los tipos pueden ver el contenido, y si hay algo de valor, actúan como pirañas. Perfumes, relojes, cámaras... todo es un valioso botín que se reparten entre ellos o lo venden por ahí. Cada tanto, cuando esto salta y se convierte en un escándalo porque se les fue la mano y alguien importante los denunció, se toman un "descanso" por unos meses. Pero luego vuelven a operar como si nada hubiera ocurrido. Que tengan una buena semana, nos estamos viendo. Punto final.

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