"Quién te ha visto y quién te ve": Llegamos al fin de abril y todavía hace calor en la ciudad. El 29 se pudo advertir claramente: Una sensación extraña, con la presencia de la notoria pesadez de la humedad a la que solemos culpar cualquier rapto de malhumor. Pero aun en tiempos de vacas flacas, cuando sobreviene un "veranito" de este tipo, es un buen motivo para salir, quién sabe adónde. Cuando caía la tarde caminé varias cuadras por el centro y el tránsito estaba atascado, los vehículos se movían con lentitud, salvo alguno que se las da de Schumacher y hace una maniobra arriesgada sin medir las consecuencias, como llevarse puesto a un ciclista que bien podría ser yo. "Mucha gente al pedo", pensé, pero luego recapitulé. En primer lugar, porque durante en esos minutos yo era uno más de ellos que estaban al pedo. Y también, porque bien podría suponer que los 27° C serían una buena oportunidad para tomar algo, organizar un asado, o lo que fuere. Es cierto que todo nos parece caro y por ende inalcanzable, pero todo ello es el resultado de que la guita valga cada vez menos. Deja vu argentino por excelencia.
Yo creo que si le preguntás a cualquier persona cuándo estaba mejor, si con Macri o con el gobierno actual, la mayoría te responderá "igual". Habrá otro porcentaje que dirá que está mejor con este o mejor con el otro, pero no será un pronunciamiento rotundo. No me imagino que un vecino (sin pertenencia política) te diga abiertamente que estaba "mucho mejor" con el Gato, o "mucho mejor" con Alverso. Es más de lo mismo, porque ellos y sus empresarios amigos nunca van a perder plata, se van en caso de que pierdan una elección, pasan un tiempo en algún cargo de segunda línea o consiguen una banca en el Senado, pero siguen currando de alguna manera. Es inverosímil que uno, aunque sea uno, afirme de un modo tajante: "Me retiro de la política". Difícilmente lo hagan, a menos que se conviertan en empresarios también. Como Manzano, y varios más que en este momento no recuerdo.
Te lo cuento de la siguiente manera: En pocos años, tuvimos tres devaluaciones que licuaron nuestros ingresos: Una en 2018, otra en julio de 2022, y la que sigue su curso, en abril de 2023. Imposible de imaginar en un país normal, si no fuera por el rebusque argentino, que a veces es creativo y en otras instancias termina cayendo en una supuesta avivada. Estamos llenos de gente ventajera y oportunista, cada uno busca "salvarse" como sea y se caga en los demás. Te pasan presupuestos altísimos para arreglar o construir cualquier cosa, desde la reparación de un celular hasta levantar una medianera. Ni hablar de instalar un aire acondicionado en pleno verano.
Los servicios publicitarios que yo presto los cobro dentro de lo que considero razonable, y dentro de lo que el cliente pueda pagar. Se puede ser más contemplativo si se trata de un cliente de hace muchos años. Ponerle un precio a tu trabajo siempre es complicado. Las relaciones comerciales son parte de las relaciones humanas, para ser más concretos. Eso no significa que todos tus sponsors sean amigos, pero es obvio que tiene que haber un trato cordial. Yo soy independiente del poder político de turno, y eso me permite hacer un análisis crítico de ser necesario. Recibir una pauta o una propaganda del municipio, para mí, implica difundir las actividades que sean convenientes o el material que nos envíen, pero fuera de eso, no me condiciona. Y si ocurriera lo contrario, no aceptaría recibir dinero alguno. También me parece incongruente ser crítico porque sí, o cuestionar en tono descalificador. Hay muchos recursos para eso que son mejores y no tan vulgares. Por supuesto que, todo lo que acabo de exponer, es lo que hago yo, y lo que hagan los demás no me importa, llegado el caso se harán cargo ellos de lo que dicen o publican. La gente que tiene alguna neurona sabe que todo lo que pueda venir de ahora en más, sobre todo en el caso del oficialismo, está ligado a las elecciones. Lo dije antes y lo digo nuevamente: Si te llevan mercadería a tu casa, o te otorgan algún beneficio, aceptalo por supuesto, sea quien sea, pero después votá a quien vos quieras. Después de los comicios, todo vuelve a foja cero y tanto los derrotados como los triunfadores seguirán su camino. Y nosotros, como ciudadanos y vecinos, también. Nos estamos viendo pronto. Punto final.
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