5 de julio de 2023

Segundo paso

 Siempre que tengo un rato libre, trato de redactar algo nuevo aquí, en el blog: Para mí, representa un espacio en el cual puedo expresarme de un modo más despojado y libre que en otros, y comentar hechos de actualidad con un estilo despojado e informal. O quizás, buscarle a un abordaje distinto de la realidad. Tómenlo como una válvula de escape, una forma de salir de esa picadora de carne que son algunos noticieros de TV.

Cuando hablamos de artistas masivos que venden muchos discos y marcan tendencia, es positivo que aprovechen por su juventud o popularidad como es un terreno fértil para experimentar. En cada hecho artístico donde predomina un estilo al apartarse de él suele producirse una ruptura donde aparecen admiradores y detractores.

Sin embargo, cuando el material de cualquier músico se vuelve más intrincado que los anteriores, menos inspirado en las letras, o excesivamente monótono, no invita a una segunda escucha. Ni otros más veteranos, como Bob Dylan o Metallica, se salvan de ese ninguneo. Me refiero a que podría haberse obtenido un mejor resultado en algunos tracks si se hubieran dejado de lado la cursilería y los lugares comunes. Sin ánimo de juzgar, a lo mejor el producto final de la grabación en estudio sa buen resultado con un sonido más simple, llano y directo.

Las críticas sobre obras musicales o literarias que se recogen en Internet son diversas, convengamos que hay intereses en juego que tienen que ver con la veta comercial, y con la expectativa de quien lo recibe. No deja de ser interesante indagar en los foros o en Amazon para conocer las opiniones de otros consumidores, seguramente ponen énfasis en un aspecto que uno pasó totalmente por alto.

Pero dejemos este tema en suspenso, no es nada que escape a lo que marca el pulso de la industria.

Muchas veces, al igual que a ustedes, me falta voluntad para emprender algo. Nos inventamos excusas para quedarnos en nuestra tranquilidad, ante algo que no debería despertar ninguna indecisión: Culpamos del “no hacer” al clima, al cansancio, los compromisos laborales o tareas pendientes. Pero es evidente que podemos sentirnos mejor si nos desconectamos (aunque más no sea por media hora) de todo lo que nos pasa en un día común, de lo que nos dicen y de cómo reaccionamos.

Desde hace varios años, no deja de asombrarme ver cómo la Plaza Tucumán (la más cercana a mi barrio) congrega a un buen número de vecinos y pibe en moto. La mayoría utiliza el perímetro de ese paseo público para caminar y disfrutar de la frondosa arboleda. Por supuesto, el Parque sigue siendo la alternativa más convocante, pero cuando llueve con intensidad hay que esperar un par de días para que vuelva a estar transitable. Una vez recorrí a pie la Av. Yrigoyen casi en toda su extensión, desde el Cruce hasta el acceso con la Ruta 205. Lo tomo como una experiencia poco habitual, porque casi nunca voy hasta allá caminando, pero bien vale detener la vista en los pequeños comercios y almacenes que se encuentran a ambas manos de la calle, lidiar con los pozos y con los pastizales que hay en las casi inexistentes veredas a medida que uno se va acercando hacia la ruta. Es mi manera de desintoxicarme un poco del tabaquismo, del sedentarismo, y buscar el paisaje urbano. Cada uno tiene su circuito preferido, por llamarlo de algún modo, y me parece perfecto. Hay quienes prefieren tomar la calle Buenos Aires, pasar por el Instituto 43 y seguir su marcha hasta el puente distribuidor, en fin, podría decirse que hay tantos recorridos posibles como peatones.

Se debe caminar a un ritmo sostenido, supuestamente, aunque el cansancio hace que resulte difícil mantener el mismo ritmo durante toda la marcha. Pero desde que volví a comprar una bici, a principios de 2019, todo cambió para bien. Cabe destacar que tuve que poner mucha plata encima para dejarla en condiciones, y ahora no tengo la misma de aquella época.

Lo bueno de es que llego más rápido a todos lados, y no deja de ser una experiencia que había abandonado durante mucho tiempo. Dentro de todas las bicis que he tenido, me robaron varias, una de ellas era la típica mountain bike roja con amortiguadores en la parte delantera, que la había pagado barata, hasta que alguien con gran audacia atravesó la reja del frente y se la llevó. Me lo merezco por boludo. Desde que eso pasó, comencé a atarla en cualquier poste antes de entrar a un negocio, por ejemplo, aunque no me llevara más de 5 minutos.

Es un momento sencillo, pero gratificante, darse un baño con agua caliente cuando uno llega cansado y transpirado de caminar. Y no pensar en nada, sólo disfrutar la sencillo de ese acto.

Hoy tuve que cobrarle a un cliente que tiene su oficina lejos de la zona urbana, así que tomé por la calle Chacabuco y seguí toda su extensión hasta la Ruta. Hay algo que siempre me pasa, y es lo siguiente: El regreso al punto de partida parece más corto y agotador que el viaje de ida. Sea como fuere, les puedo afirmar que vale la pena el esfuerzo. Del mismo modo que merece la pena compartir notas breves en este blog, al menos para mí, sin pretensión de originalidad.

No sé si sirve escribir para hacer catarsis, o quitarse de encima un momento de bronca. Intento evitarlo y descargar el malestar de mal trago de otra forma.Tengo algunos posteos mejor logrados, y otros que no van a ninguna parte. Esa fue la razón por la cual decidí no incluir ninguno en el libro que publiqué el año pasado. Cuando llegue su sucesor, lo voy a hacer, seleccionando cuidadosamente porque hay mucho material para elegir y corregir. 

Es normal que sepas claramente lo que pretendés expresar pero que no estés conforme al momento de redondear una idea y darle forma. Todo lo que puedo decirles es que eso se construye día a día. No me interesa la frivolidad, pero es cierto que todos tenemos un lado frívolo aunque no nos demos cuenta. Lo principal, a mi modo de ver, es no prolongar un texto para llenar páginas al pedo, si con dos párrafos es más que suficiente. Y si encuentran alguna repetición, no es porque me agrade ser redundante, sino porque los ciclos mismos de la vida se distinguen por esa cualidad. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

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