8 de abril de 2024

Siempre es bueno regresar

 Lunes por la tarde en la ciudad. Cómo no sentir cariño o apego hacia este blog, si fue una creación mía y buena parte de mi vida está plasmada en lo que fui escribiendo aquí (por supuesto que hay cuestiones privadas que elijo mantener en reserva). Han pasado varios modelos de computadoras y teclados, sin embargo, aquí estoy, sigo dándole continuidad desde hace 19 años, lo cual es un lapso considerable en la era digital, donde los cambios se dan vertiginosamente. Tengo una notebook, y empecé a escribir las primeras notas del blog desde un vetusto CPU, que sumado al monitor y otros periféricos, era un mamotreto absoluto.

Estos últimos días en los cuales no publiqué ningún posteo nuevo, los dediqué a afrontar otros compromisos. Y además, a tratar de descansar y dormir mejor, nada del otro mundo. Pero, aun así, consideré necesario “regalarme” ese tiempo, ya que no me tomo vacaciones en todo el año.  Mi ánimo se estabilizó bastante luego de que transcurriera el extenso fin de semana de Semana Santa. Toda esa zozobra apareció debido a que no podía cobrarles a los clientes un feriado, de manera que recién a partir del 3 de abril sentí podía contar con alguna moneda en el bolsillo. Y tan pronto como tenés algún ingreso, te toca alguna cuenta por pagar, por supuesto. Tenía dos o tres deudas que pude saldar enseguida, sumado al monotributo, que es lo primero que elijo pagar, porque si no lo hago me cortan la cobertura de la obra social. Como verán, la plata va y viene. Pero se va más seguido de lo que vuelve.

Para mí, comenzar una nueva semana significa que todo está por delante, que existe un amplio horizonte hacia el cual dirigirse. En este intervalo, lo mismo que me ha sucedido en el blog se trasladó a las notas periodísticas: No les encontraba la vuelta. Aunque tengo 22 años de profesión, me hastía la idea de que todo deba salir del mismo molde. El solo hecho de pensar en desgrabar discursos o palabras que no aportan nada ya me sumergía en el tedio, pero a su vez me paralizaba un poco. Es probable que todo ello continúe siendo así, pero lo voy a encarar con otra actitud.  

Durante el fin de semana, cumplí con casi todo lo que tenía en agenda, pero me demandó más esfuerzo que en otras ocasiones trabajar sobre ese material. Redactar una crónica puede ser una tarea sencilla, y uno ya no debería albergar la pretensión de ser muy creativo u original. A eso me refiero, cuando en el párrafo anterior mencioné que todo sale del mismo “molde”.

Es verdad que, en todo caso, te podés correr de lo convencional si se trata de una nota editorial o una columna de opinión. Pero quizás no sirva de mucho polemizar al pedo, al menos para mí. No se va a ningún lado de esa forma, y ni siquiera es atrayente para los lectores. Yo diría que hasta puede jugarte en contra si no sabés medir el impacto de la opinión pública, y la viralización de los videos o imágenes que circulan de un celular a otro.  Si te mandaste una cagada, y publicaste una nota apresuradamente, ese contenido se replica miles de veces y te deja en ridículo en cuestión de minutos. Es el lado más cuestionable de la inmediatez en la que vivimos. Pensá que Facebook tiene ya 20 años desde su irrupción a escala global, que hoy los paradigmas han cambiado, que si no tenés Instagram no sos nadie, que todo se publicita o promociona por ahí… pero yo le podría agregar el famoso WhatsApp: Cuando el servicio presenta alguna falla o “se cae”, como suele decir, enseguida es noticia. Nadie usa un teléfono de línea, pero tampoco se usa el celular para efectuar una llamada común y corriente. Todo es por WhatsApp, y así nos va, porque eso genera malos entendidos de todo tipo, y artimañas que son la delicia de los hackers. Habría bastante para hablar sobre cómo estamos parados ante esta nueva era, posterior a la masificación de Internet, que ahora va destinada a conquistar la voluntad de cada uno de nosotros basándose a complejos algoritmos o en Inteligencia Artificial. Nada es gratis en la Web, de eso podés estar seguro. Pero, a modo de consuelo, podés leer gratis este blog todas las veces que quieras. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

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