30 de abril de 2024

Las Olimpíadas que no veremos

 Parece ser que este año, el Municipio tampoco realizará las Olimpíadas de la Cuenca del Salado. Ningún funcionario se molestó siquiera en explicar oficialmente el motivo, se hicieron los distraídos, por no usar otra palabra. Estimo que, en el caso de preguntar al respecto, el argumento sería que “no hay plata”. Pero yo creo que a esta gestión nunca le importó preservar este evento deportivo, de hecho durante tres años consecutivos no se llevó a cabo (2020, 2021, y 2022). Durante ese lapso podían esgrimir que la suspensión fue por la pandemia, pero ya para 2022 los contagios habían cesado y estábamos en condiciones de reanudar la competencia. Ah, pero pará: Tenemos fiesta de la empanada, fiesta del asado, del alfajor, etc., todas ellas actividades que congregan numeroso público y que demandan una inversión (o gasto) considerable de las arcas públicas. Nadie dice que esté mal, pero pongámonos de acuerdo: ¿Hay guita o no?

El año pasado, pese a que las Olimpíadas se hicieron, el desinterés era notorio. A más de uno nos dio la impresión de que se llevaron a cabo casi por compromiso, sumado a que estábamos en un año electoral. Básicamente, no había la voluntad de recuperar el marco y el brillo que estos juegos supieron tener. Es una pena, porque como expuse antes, para determinadas cosas hay plata y para otras no, no hay un criterio uniforme. Incluso a mí, que no hago una cobertura exhaustiva ya que no soy muy lego sobre algunos deportes, me parece positivo, ya que es algo novedoso que escapa a la chatura pueblerina habitual. Son dos fines de semana donde recibimos miles de deportistas de la Región, y Lobos tiene la oportunidad de volver a ser una “vidriera”, un distrito que se destaque por algo diferente al resto. 

Sin embargo, a juzgar por los hechos, es evidente que algunos no lo entienden así. Entonces, como todo está difícil y complicado económicamente, mejor no hacemos nada y listo. Esa parece haber sido la lógica que primó desde que comenzó el año para dejar que las Olimpíadas pasen a los anuarios o libros de Historia de la ciudad.

Estamos muy por debajo de los municipios vecinos en casi todos los sentidos. No voy a ahondar sobre los parques industriales porque ya lo he mencionado cientos de veces. Lo único que ha recuperado su belleza y atractivo natural es la Laguna, que gracias a varios días de lluvias intensas tiene un caudal considerable: Vuelve a ser un punto de atracción para el turismo. Pero nada más. Fue consecuencia de la acción de “las fuerzas del Cielo”, no de una política pública. Al cabo de un tiempo vendrá una nueva sequía, reaparecerán los opinólogos, y estaremos hablando de lo mismo. Ni siquiera para eso mostramos coherencia.

La obra pública se limita al bacheo, repavimentar 40 o 50 metros de asfalto, arreglar o pintar algún cordón de vereda… y honestamente no se me ocurre otra cosa visible que pueda agregar. Ya lo dije antes y lo digo ahora: Ni sueñen con que se terminen las viviendas que quedaron a la buena de Dios en el Barrio Amarillo. Y habrá que esperar bastante para que finalice la construcción del polo educativo en el predio del ex Club Primavera. Esa última obra está bien pensada, pero la construcción sigue paralizada, y no tiene miras de retomarse en un corto plazo. 

Al turista, además de aquellos sitios históricos que son dignos de visitar, hay que ofrecerle una ciudad limpia, ordenada, y que tenga una oferta gastronómica accesible. A lo mejor este punto ya entra en una cuestión ajena al Municipio, porque estamos hablando de un rubro comercial. Pero, si sabemos que quienes nos visitan son en su mayoría del GBA, no los podés “matar” con los precios. Y sé que varios lo hacen. Conclusión: A esa gente la podrás cagar una vez, pero no vuelve más. No es apropiado cobrar servicio de mesa y un montón de adicionales en un restobar de medio pelo, si ni siquiera emitís un ticket fiscal con el detalle de cada monto. Entonces, hay varios aspectos para corregir.

Cómo verán, arranqué hablando de las Olimpíadas y –como me suele pasar- me fui un poco por las ramas, pero creo que la idea general está más que clara. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

 

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