Viernes feriado. Decidí hacer un paréntesis sin escribir nada nuevo en los últimos días, ya
que fueron complicados, y no podría hacer una síntesis adecuada sin mencionar
determinados detalles. El lunes me levanté a las 6 para llegar temprano al
Hospital, ya que debía hacerme un control de glucemia, que no arrojó el
resultado que cualquier paciente sano esperaría. Si bien no tengo diabetes, lo
cierto es que los valores son bastantes elevados y yo creía que mi salud física
estaba dentro de los parámetros normales. Más allá de que
ese tipo de noticias no son gratas para nadie, siempre es mejor que uno pueda disponer de esa
información cuanto antes, para empezar a hacer cambios en la dieta. Nunca me vi en la
necesidad de cuidarme demasiado en la alimentación, tampoco representaba un
problema para mí tomarme una cerveza o comer una picada de vez en cuando. De
hecho, lo que me llama la atención es que cuando creo que mi vida está más o menos
encaminada, siempre sobreviene algún desbarajuste que cambia por completo los
planes.
Lo que menos quisiera es tener que incorporar otra medicación para mantener
la glucemia bajo control. Lo adoptaría como un último recurso si ningún otro
paliativo funciona. Una buena alternativa sería abocarme por un tiempo a hacer
una alimentación saludable para luego realizar un nuevo análisis de
laboratorio, y así poder comprobar si esos cambios de hábitos
dieron buenos resultados. La verdad es que no me quiero quemar la cabeza, las
recomendaciones son sencillas, hay que comer más verduras, evitar todo lo que
tenga azúcar o grasas en exceso, reducir el consumo de alcohol. Es decir, todo
lo contrario a lo que venía haciendo hasta ahora. Eso sí: Cuando llegué al
consultorio, estaba tan atónito y bloqueado mientras la doctora me explicaba mi situación,
que muchas cosas de las que me dijo no las recuerdo con precisión. El factor sorpresa me liquidó. Pero, como mencioné antes, me queda el
consuelo de saber que pude recibir un diagnóstico precoz. Todo comenzó cuando fui a hacer una nota por el Día Mundial de la
Diabetes, el viernes pasado, hace ya una semana. Ese día, desde el servicio de endocrinología habían instalado un
stand en la entrada del Hospital donde se podía acceder a folletería y a
controles gratuitos de presión y glucemia. Y como no tenía nada que perder, era
una buena oportunidad para que yo también me hiciera un breve chequeo. En cuanto a la
presión, no fueron valores para preocuparse, pero la glucemia sí estaba
bastante alta, teniendo en cuenta que yo ya había desayunado. Fue entonces que
al día siguiente me hice un análisis de curva de tolerancia de glucosa en
ayunas, y ya con esos datos se pudo arribar a conclusiones más concretas. Con
los hechos consumados, no valía la pena caer en lamentos. Es lo que me tocó. Es
una enfermedad crónica, sí, pero no terminal. Tomando ciertos recaudos se puede
llevar una vida normal. Una de las cosas de las que me jactaba cuando era más
joven era que podía comer de todo sin engordar, pero es evidente que ya no puedo hacerlo más. Con los años el organismo
te va pasando factura y hay que adaptarse a esa nueva realidad.
Por lo tanto, no me quedará otra opción que tomar nota de lo que los médicos me dijeron, y empezar a transitar un proceso que no me lo esperaba en absoluto. Falta un mes para que termine el año y sería una pena descuidar otros objetivos por esta noticia que acabo de recibir. Por lo pronto, lo único que sé es que no puedo delegar en nadie la responsabilidad de cuidarme. Ya tengo una edad en la que tengo que hacerme cargo de mi propio bienestar. Pese a este panorama poco alentador que acabo de expresar, algo en mí hace que me sienta optimista hacia el futuro. Si no me hubiera visto obligado a comer más sano, las consecuencias iban a empezar a aparecer tarde o temprano. No sé, pienso que el diagnóstico todavía es muy reciente como para poder asimilarlo. Aún no tomé conciencia de que deberé implementar cambios radicales para el resto de mi vida. Pero reitero: No hay mal que por bien no venga. Nos estamos viendo pronto. Punto final.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario