28 de noviembre de 2025

El tramo final de 2025 nos deja sin aliento, pero valió la pena haberlo recorrido

 

Último viernes de noviembre, un ciclo que se caracteriza por la llegada del calor y por las escasas dosis de paciencia que nos quedan. Durante el transcurso de esta semana trabajé bastante, mucho más de lo que esperaba. No lo digo con ánimo de queja, sino poniendo en valor lo que significa brindar una buena cobertura periodística. Eso implica también invertir en los insumos que son de uso cotidiano. Por ejemplo, estoy tratando de conseguir una nueva cámara de fotos, ya que en los últimos meses me la venía rebuscando con el celular. Como el resultado no es el que yo pretendo, habrá que destinar algunos mangos a un equipamiento que sea acorde con un medio de prensa en crecimiento y expansión. 


Desde que LOBOS 24 dio sus primeros pasos, allá por 2017, mucha agua ha corrido bajo el puente. Son casi 10 años, sin contar todo lo que vino antes, y que permitió, paulatinamente, sentar las bases para apostar a un nuevo desarrollo. Hoy el común de la gente lee menos, o se informa a través de las redes sociales. Esa realidad plantea un desafío enorme para los portales de noticias, que debemos apelar a varias estrategias que contribuyan a mantener el tráfico de visitantes y sostener la audiencia. Por eso es que el complemento gráfico es tan importante. Fotos, videos, todo lo que pueda sumar a la experiencia de leer una noticia como antes se hacía masivamente con los diarios impresos.


Retomando el comienzo de este posteo, por lo general, tan pronto como voy a cubrir un evento o actividad, llego a mi casa y empiezo a escribir, a seleccionar las mejores imágenes, porque siempre tuve en claro que el lector se merece un acceso integral a ese hecho que uno está describiendo en cada noticia. Siempre lo consideré un trabajo, porque yo no me quedo en la comodidad de difundir sólo aquello que me interesa. No todas las personas se sienten atraídas ante un mismo hecho, es algo que mencioné brevemente en el post anterior. Las cosas son como son, pero uno como periodista puede hacer su aporte para que resulte más atrayente, sin tergiversar ni modificar nada. Si nos ponemos a pensar, un café literario o muestra de artes plásticas, o la presentación de un libro, tienen un alcance limitado, a menos que el protagonista sea una persona extremadamente conocida y popular. Pero no por eso le vamos a restar el espacio que uno cree que merece ocupar. 


En resumen, podríamos decir que todo es noticia. Hace unos días le comentaba a una persona la tarea que yo hago, y no podía creer que casi todo el laburo lo hiciera yo solo. Desde redactar, sacar las fotos, subir el contenido a las redes, hasta hacer las cobranzas a los clientes, y mucho más que en este momento me olvido de subrayar. Y bueno, es así, mientras me dé el cuero lo seguiré haciendo, y dentro de unos años veremos si tengo la posibilidad de delegar en algún redactor, sobre todo para ampliar la cobertura de la sección deportiva. Lobos es una ciudad con muchos clubes y una gran variedad de disciplinas. Por ese motivo, no siempre se puede cumplir con todos. Están aquellos lectores que su muestran muy exigentes, pero ignoran todo lo que hay detrás de un medio profesional. Por ejemplo, yo nunca me pondría a criticar a un comerciante por los productos que vende o por el servicio que presta. Si no me convence, no voy más y listo, hay muchos peces en el agua como para insistir en caer dos veces en la misma red.


Si en determinado momento de la vida uno se propone reinventarse, previamente tendría que haberse "inventado" y forjar los cimientos de su personalidad. Lo segundo es consecuencia de lo primero. Y la personalidad de cada uno es compleja, no sería adecuado reducirla a dos o tres aspectos salientes. Tampoco tiene que ver con el temperamento o carácter, eso es otra cosa. Podés tener un carácter firme, y eso no te da derecho a andar con una actitud prepotente o pisoteando a los demás. 

 

Si tu intención es recuperar el envión, tal cosa no es posible sin antes realizar una autocrítica honesta. Mirate al espejo y reflexioná sobre vos mismo con honestidad. Hasta que vos no te des cuenta de lo qué estás haciendo mal, te lo puede decir todo el mundo pero no le vas a dar bola. Otro dato clave: Para que un día te rinda y puedas sacar mejor provecho de él, entre otras cosas, es fundamental un buen descanso. No se trata de dormir hasta cualquier hora, sino de recuperar fuerzas para que la rutina no se te haga tan desgastante. Es cierto que no deja de ser placentero trabajar de lo que uno eligió. Pero, sea como fuere, nos cansamos igual que el resto de los laburantes. El hartazgo es una forma de cansancio que se traduce en la indiferencia, en que todo te dé lo mismo, lo cual es peligroso. Uno se agota de escuchar las mismas boludeces todo el tiempo, las mismas canciones, los mismos programas de radio o de TV. Cuando vos asumís que probablemente vayas a ejercer la misma profesión por el resto de tu vida, te entra un poco de "insatisfacción a futuro". Te llena de dudas pensar en cómo vas a sostener una estructura laboral por tiempo indeterminado, cuando todo cambia tan rápidamente.


Pero claro, cuando tenés presiones de todos lados, lo único que aparece es el impulso de descargar esa bronca que se fue conteniendo y acumulando. Ante esa situación, es útil repetir como un mantra lo siguiente: "tanto lo bueno como lo malo que me ocurra es de mi exclusiva responsabilidad, por lo cual debo hacerme cargo de ello". En lo personal, este momento es una etapa necesaria para consolidar y afianzar todo lo que se hice durante tantos años. No soy quién para darle consejos a nadie, pero pienso que todos deberíamos hacer lo mismo.


Hay personas que tienen esa capacidad de dejar sus disgustos y complicaciones cotidianas en la puerta de su casa, pero no siempre se puede lograr esa abstracción. En última instancia, lo que sí me parece atinado hacer, es comentar, brevemente y sin cargar las tintas: "Hoy me pasó esto". No es saludable enroscarse al pedo, ni darle una dimensión superlativa a cualquier contratiempo que haya que sortear. No se puede hacer catarsis constantemente para que tu entorno sea el depositario de tus preocupaciones. Creer que nuestros problemas ameritan una consideración especial hacia terceros es un enfoque equivocado. Habría que hablar menos y escuchar más: Si todos actuáramos de ese modo, estaríamos dando un gran paso para ser más empáticos.


Y para concluir, debemos entender algo fundamental: Muchas veces cometemos la impertinencia de juzgar a alguien sólo por lo que vemos en la superficie. Así como hay gente brillante con una apariencia cuestionable, también abundan los charlatanes que nunca en su vida han movido un dedo en esforzarse para conseguir un logro significativo. La conclusión es la siguiente, a mi modo de ver: Lo mejor que te puede pasar es ser consciente de dónde estás parado, para que todo lo que provenga de los oportunistas y ventajeros te tenga sin cuidado. Cuando uno ha descubierto quién es, no necesita de la aprobación de los demás para reforzar esa percepción. Nos estamos viendo pronto. Punto final.  

No hay comentarios.:

Sólo una vuelta más...

  Primeros días de diciembre. Se nota que hay más movimiento en la calle, más afluencia de clientes en los comercios, y seguramente es un fa...