25 de junio de 2012

Te recuerdo, invierno

Lunes de invierno, 13:44 hs. Recientemente, me enteré de que una amiga había decidido dejar de actualizar su blog. Desconozco los motivos, porque era un blog muy leído y que recibía muy buenos comentarios. En fin, el quid de la cuestión es que cuando los blogueros nos proponemos actualizar, tratamos de capturar el momento, algo que nos sucedió en la calle o que tiene que ver con nuestras vidas. Les cuento esto porque hace poco estuve revisando mis primeros "posts" y muchos de ellos no me convencen para nada. La interpretación es fácil: yo era otro, iba a los boliches, a los bares, estaba más en contacto con otras boludeces que ahora ni me interesan. Ahora prefiero, por  ejemplo, preparar la pava y el mate y cebarme unos amargos mientras estudio o miro TV en casa. Por eso es que quizás me cuesta reconocerme leyendo un texto que yo escribí en 2006, por ejemplo. 


Uno cambia su manera de pensar, de lo contrario no evoluciona. Como dije antes: ya no pienso igual que cuando este blog nació. Por supuesto, en esencia sigo siendo el mismo, pero ocurrieron hechos que me hicieron ver la vida desde otra perspectiva. Y no está mal que te suceda algo así, porque siendo la vida relativamente breve, tenemos que aprovechar para mutar, para reinventarnos, para probar cosas nuevas, para arriesgarnos por algo en lo cual creemos. Yo soy bastante cagón en muchas cosas, pero he aprendido a no esperar que alguien haga las cosas por mí. En este blog los temas predominantes son los discos, los libros, la música, los nuevos hábitos y costumbres de la burguesía lobense. Pero no se agota en eso. Hay personas que tienen una extraordinaria capacidad para socializar; yo soy bastante introvertido, o tímido si quieren llamarlo, pero el tiempo te enseña que para todos hay un lugar en este mundo. Siempre que aceptes ciertas reglas, claro. Lo que a una persona ni siquiera le afecta, para otra puede resultar particularmente chocante, quizás porque es más susceptible. Eso es algo que aprendí con el tiempo. El pez por la boca muere, dice el refrán. Punto final!

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...