20 de julio de 2016

Día del amigo

Fría mañana de miércoles en Lobos. Se ha afianzado notablemente la costumbre de celebrar el "Día del amigo", inclusive con personas que no reúnen dicha condición, dado que son simples conocidos o gente con la cual tenemos cierta afinidad. Escribir un texto sobre qué representa la amistad sería largo y tedioso, sólo puedo decirles que hay determinadas situaciones en la cuales te das cuenta de quiénes son tus verdaderos amigos. En la enfermedad, en el quebranto económico, en la falta de trabajo, en un cuadro depresivo... muchos huyen como ratas, en particular aquellos que estaban siempre listos para adularte y ser tus compañeros de fin de semana o en cualquier momento de distensión. En el boliche somos todos amigos, ahora bien, hay que ver si en el resto de la semana esas personas que mostraron tan buena química con vos se acuerdan de que existís. 

Debería haber también, un "Día del enemigo". Quizás no sea el nombre más adecuado, pero me refiero a que cada uno se dedicara a reunirse con ellos, exponer las diferencias que los separan, ya que nadie siente odio por un tercero si no hay un motivo valedero. Con el paso del tiempo, los amigos que supimos conseguir en la infancia y en la adolescencia se diluyen en el olvido y en los laberintos del destino. Emprenden nuevos rumbos, y la distancia se vuelve inevitable. Y de tanto tiempo que no los vemos, cuando finalmente sucede el encuentro no sabemos qué decir. Si hay algo duro de perdonar, y que muchas veces no se puede perdonar, es la traición. Para mí, la traición implica el olvido del traidor: es decir, esa persona ya no existe más en mi vida. Se abusó de mi confianza, se aprovechó de lo que era una aparente amistad para dejarme totalmente knock out. No hace falta el caso más estereotipado, que es que tu mejor amigo te "cague" con tu novia, hay muchas formas de traición, como no saber guardar un secreto, no ser reservado. El buen amigo sabe escuchar, puede emitir un juicio de valor, pero nunca va a hacer que eso que vos le contaste trascienda más allá de tu círculo íntimo. No sólo es conveniente llevar una vida discreta, sino elegir personas de las mismas características para rodearse. Hace falta un poco menos chusmerío y más charlas sobre libros, arte, cine o lo que fuere, mate de por  medio. Punto final.

"No me sueltes la mano", dijeron los senadores

Viernes por la tarde en la ciudad. Estoy tranquilo, pero también somnoliento, así que procuraré escribir lo que tengo en mente. Observo que ...