6 de julio de 2016

El pez por la boca muere

Hermosa tarde de miércoles, a pleno sol, un respiro luego de tantos días de lluvia. Estaba pensando que cada vez que este señor, el economista de la UCR Javier González Fraga, abre la boca para hacer declaraciones públicas, sólo genera más malestar en la sociedad. Primero dijo que: "a la clase media le hicieron creer que podía comprarse celulares, plasmas, viajar al Exterior". Todo ello, señor Fraga, era posible, no para todos, pero para buena parte de la población. Y lo digo despojado de toda connotación política, ya que hemos padecido 12 años de falsa prosperidad. Es verdad que no todos podían viajar al Exterior, pero quienes abonaban un paquete turístico en cuotas sí pudieron hacerlo, y no precisamente en Clase Ejecutiva. Muchos querían conocer a sus ancestros, a la tierra de sus abuelos o bisabuelos europeos. Y hoy en día, un teléfono celular sin muchos "chiches", común y corriente, también se puede comprar como se hacía antes. Luego dijo este opinólogo (que probablemente nunca pasó hambre ni tuvo problemas para pagar la cuenta de luz), que "No creo que la situación de los pobres se haya agravado tanto". Es un error, estimado señor Fraga: en la Argentina del Bicentenario, hay alrededor de 3 millones más de pobres, y los índices de desempleo siguen creciendo. Insisto en no atribuir toda la responsabilidad al Gobierno actual, pero tipos de esta calaña que ni siquiera son funcionarios (o no demuestran serlo), deberían llamarse a silencio. 

Otra de sus declaraciones fue: "El crecimiento en el segundo semestre será bajo, la economía recién comenzará a crecer el año que viene". Deja en ridículo al Presidente Macri, que puso sus expectativas en la segunda mitad del año. Lo que hace González Fraga ni siquiera podría llamarse honestidad brutal, es estupidez, escupir para arriba y no sumar nada. Me asombra que lo sigan llamando de las radios y los canales de noticias, o quizá lo hacen porque saben que no tiene problemas en hablar a boca de jarro. 

La inflación se ha desacelerado últimamente, aunque no a los niveles deseados, con un promedio de 4,5 % de aumento en la canasta básica según el INDEC. No deja de ser preocupante al bolsillo, sobre todo si podemos conjeturar que esta tregua se consiguió a costa de la vieja receta de "enfriar la economía". Tampoco fue muy sutil el Ministro Prat Gay, al referirse a la "grasa militante". Calificar a los trabajadores de "grasa" es un agravio inadmisible en un funcionario público. Podemos decir que algunos eran ñoquis o no trabajaban, pero si quienes nos gobiernan no nos dan un ejemplo de mesura, vamos al borde del desquicio, de decir cualquier cosa, con un total desconocimiento del termómetro de la sociedad. Los que votaron a Macri y los que no. El Presidente debe rodearse de funcionarios que además de ser de su estrecha confianza, sepan expresarse como corresponde. No somos un número, somos personas, somos argentinos que nos merecemos vivir mejor. Si estamos mal, es loable que nos digan la verdad, pero no tomándonos como ciudadanos de cuarta. A ver si la entienden. Ellos, que seguramente sí viajan por todo el mundo y que no tienen apremios económicos, deben expresarse en sintonía con el Presidente. Caso contrario, flaco favor le están haciendo, ya que es imposible que una sola persona cambie las cosas, por más alto que sea el cargo que ostente. Punto final. 

"No me sueltes la mano", dijeron los senadores

Viernes por la tarde en la ciudad. Estoy tranquilo, pero también somnoliento, así que procuraré escribir lo que tengo en mente. Observo que ...