12 de octubre de 2016

Fijarse prioridades en la vida

En ese "arte" de aprender a vivir, creo que hay un punto clave: darle la dimensión justa a cada cosa. Saber cuándo es necesario preocuparse y entrar en acción, y en qué situaciones es mejor tomarse un tiempo a ver qué pasa. Nosotros, sin quererlo, consumimos la estupidez que nos venden los grandes medios. Cito por caso los partidos de la Selección. Si se gana, perfecto, y si se pierde, a otra cosa. Si no clasificamos para el Mundial, no es el Apocalipsis. Sería lamentable, por supuesto, que así ocurriera. Pero yo prefiero mil veces que se estabilice la economía, que haya menos pobres, que se generen fuentes de trabajo, que todos nos levantemos con ganas a laburar a pesar de que sea un lunes. 

Es elogiable que haya gente que se engancha con el fútbol y que haya un sector del periodismo que se nutre de ello. Pero aunque me duela una frustración en la cancha viéndolo desde la pantalla de la tele, mucho no puedo hacer. Si vamos al caso, a nivel nacional, las políticas de Gobierno se deciden en una "mesa chica" y los demás son de palo. Ahora resulta que lograron evitar un paro general de la CGT, ofreciéndoles distintos beneficios. Es increíble el poder de estos tipos: no por nada los llaman "gordos". Si no te ponés firme o aceptás ceder como funcionario, estás en problemas. Mientras esto acontece, la economía sigue "revuelta": el ciudadano común tiene que hacer las compras esenciales para poder subsistir, y por si ello fuera poco, escuchar que le hablen de repunte, de reactivación, de inversiones. La gente no quiere anuncios, sino hechos. La gente no necesita que le hablen con sonrisas y gestos optimistas desde la Casa Rosada.  Todo lo que pregonan no sucedió ni sucederá en los próximos meses. Lo único que veo, es que la gente de clase media a veces se da un gusto (y está en todo su derecho), y por ahí va a un restaurant, o a tomar algo con un amigo en un bar. Afortunamente, las entradas para ver una película en nuestro querido Cine Italiano son bastante económicas, y también es una buena alternativa para despejar la cabeza y meterse en el mágico mundo del "Séptimo Arte". 

A la vuelta de la esquina

  Mitad de semana en la ciudad. No sé qué les pasará a ustedes, pero yo ya no me preocupo tanto como antes respecto a situaciones que aparen...