Pues bien, este mes que cronológicamente es el más corto del año, tuvo una actividad inusitada que me demandó bastante esfuerzo. Pese a ello, pude cumplir con la mayoría de los compromisos laborales. Insisto, febrero se me hizo extremadamente largo, pero es propio de un año electoral con gente que va tanteando el terreno de la campaña y no quiere dar "puntada sin hilo". Tengo que aprender a relajarme más porque hay días que termino con un gran estrés y agotamiento mental, de hecho hoy cuando terminé de hacer todo lo que tenía pendiente me metí a la pileta 15 minutos por el solo hecho de sacarme la mufa de encima aunque el agua distaba de estar cálida. No creo que en lo sucesivo tengamos días de extremo calor, sin ir más lejos esta semana tuve que cumplir forzosamente con la rutina de todos los años de buscar ropa de abrigo porque a la mañana, cuando salgo a caminar la calle, ya está considerablemente fresco (de 13 a 18 grados en promedio).
Estoy escuchando más radio AM, tratando de esquivar los programas deportivos, que me aburren terriblemente, en parte porque no entiendo demasiado y además porque si no viste los partidos el domingo, no podés juzgar el comentario que el periodista hace sobre tal o cual jugador. El periodismo deportivo tuvo un boom en los últimos 20 años, digamos, fue así como se abrieron academias y escuelas dedicadas a su enseñanza, pero he notado que en muchos casos la calidad de la redacción de los textos es bastante pobre. Por supuesto, no soy quién para criticar a nadie, sólo se trata de una opinión basada en los suplementos de los diarios y en algunos portales de deportes.
No hice acto de presencia en los corsos y carnavales, los detesto, cada vez me resultan más decadentes, pero respeto a la gente que se distiende y pasa un buen momento yendo a ellos. El año pasado sí estuve, y me parece que les falta mayor brillo y despliegue, no todo es batucada y bombo. Pero bueno, es lo que hay, y debemos considerar los costos que seguramente implica mejorar este tipo de festejos populares. Además, nunca falta el estúpido que te arroja alevosamente nieve artificial en la cámara. Si se me llega a dañar, nadie me paga y pierdo mi herramienta de trabajo.
Para concluir, quiero agradecer a todos quienes se toman la molestia de leer las notas que publico aquí. Son pocos, pero buenos. Porque la mayoría llega hasta el final de cada texto y no deja la lectura por la mitad, lo cual es una buena señal. Punto final.
Blog de Lobos, ARG, desde hace 18 años en la Web.
27 de febrero de 2019
Última nota de 2024: Para el baúl de los recuerdos
Esta es la última nota que escribiré durante lo que resta de 2024, así que no abusaré de vuestra paciencia en la lectura. En primer lu...
-
El gobierno exageró alevosamente el diagnóstico para justificar el despojo. La Ley Bases que se encaminan a aprobar no hace más que trazar...
-
Cada uno alcanza la felicidad a su modo. Son episodios fugaces que nos otorga la vida y que hay que aprender a disfrutarlos, a degustarlos...
-
Que si se disculpa, que si no… Que uno saca al embajador, el otro lo deja… Todas estas idas y vueltas entre Milei y el presidente de Españ...