16 de mayo de 2019

Será cierto que "Nunca es tarde"?

Jueves por la noche en la ciudad. Hoy anduve recorriendo las calles del pueblo en bici, como lo suelo hacer desde que tuve acceso a dicho vehículo. La verdad es que con la bici llego más rápido a todos lados, aunque no logré bajar de peso de manera significativa. Me mantengo con mis noventa y pico de kilos, un sobrepeso de 10 kg, aproximadamente, que no es mucho pero tampoco es cuestión de dejarse estar físicamente. Los kilos se ganan con facilidad, lo que lleva tiempo es retomar el estado de delgadez que supimos tener. Más aún en una sociedad que privilegia el aspecto físico por sobre el intelectual. 


Pienso que cuando uno mira demasiado hacia atrás, no presta atención a lo que está por venir. Me siento raro escribiendo algo así, porque mi mente atesora muchos recuerdos y a menudo ellos sobrevienen sin que yo lo desee, simplemente aparecen. Sin embargo, con el tiempo comprendí que hay etapas que no van a volver, personas que no van a estar en mi vida (para bien o para mal), noches de distensión que se esfumaron entre vasos de cerveza, escuchando reggae y  rock a todo volumen en el viejo Bar de La Porteña, allá por 2011 o más atrás. Era un lugar que frecuentaba porque me sentía cómodo, caso contrario no hubiera ido.  Yo cambié, la gente que me rodeaba en aquel tiempo también lo hizo, y uno ya no siente el mismo placer que antes por determinadas cosas. Procuro no ser nostálgico.  Hace mucho que no voy al boliche y no tengo intenciones de hacerlo: me acuesto temprano los fines de semana a menos que surja algún plan para comer una pizza con amigos, o ver una película en DVD. No pretendo hacer en el tiempo presente lo que no pude, o no quise, hacer antees. Aprendí a aceptar el paso de los años, no quiero convertirme en un adulto patético rodeado de pendejos que se la pasan boludeando con Facebook y Twitter. Yo uso ambas redes sociales, debo reconocer, pero lo hago para difundir mis modestas publicaciones, o para compartir algún video que me parece interesante.  No estoy menospreciando a los adolescentes, lo que quiero decir es que mis intereses son otros. Las redes sociales, tal como reza su nombre , nos  permiten contactarnos con personas que resultan de nuestro interés, sobre todo en mi caso que sólo agrego contactos que conozco personalmente o por referencias confiables. Pero permanecer varias horas pendientes de un "me gusta" o "like" en el famoso FB, me parece enfermizo.

En síntesis, les diré que trato de adaptarme a la edad que tengo pero sin dejar que eso me condicione. Mientras tenga fuerzas y entusiasmo, seguiré haciendo lo que me gusta. He notado que a muchas personas les cuesta encontrar un equilibrio entre su envejecimiento y sus deseos de cumplir con algún sueño frustrado de juventud. "Nunca es tarde" es una frase bonita, nada más. A veces la vida nos sorprende cuando llegamos demasiado tarde para darnos una oportunidad a nosotros mismos. Punto final. 

El lector siempre tiene la razón

  Como les comentaba en una nota anterior, me cuesta hablar en público. Me provoca mucho nerviosismo, no es nada fácil, ahora que lo pienso ...