22 de mayo de 2019

Transitando la mitad de semana en medio de la ola de frío

Miércoles por la noche en la ciudad. Estuve unos días sin escribir nada nuevo porque no me sentía bien de salud, razón por la cual prioricé mi trabajo y aquello más esencial antes que dedicarme a este blog. 
Por otro lado, en algunas ocasiones el hecho de dejar pasar los días te permite ver los hechos desde una perspectiva diferente, por ese motivo no me referí en ningún momento a la flamante fórmula presidencial kirchnerista, consideré que se había escrito demasiado sobre el tema y no había demasiado lugar para una opinión que escapara al lugar común.

En el ciclo de entrevistas que realizo por TV, veo que los candidatos repiten como un mantra las propuestas o promesas que vengo escuchando hace 20 años, como: "más trabajo", "más producción", "parque industrial", etc. Sería bueno que expliquen cómo lo van a hacer. No quiero que me digan lo que tienen intenciones de hacer, sino cómo van a conseguir la guita para lograrlo, y no está de más interrogarse qué grado de participación tendrán los vecinos en las decisiones que se tomen desde el Municipio. La Municipalidad es la casa del pueblo, debe estar abierta todo el día, y el Intendente que asuma deberá trabajar a destajo para poner freno a este desquicio en que se ha convertido Lobos. Falta de controles de tránsito, de bromatología, de higiene, y podría seguir enumerando. Falta de empatía con el vecino. Falta de capacidad para comprender las necesidades básicas que atraviesa un lobense que lo ha perdido todo en un siniestro, como un incendio o una inundación. Falta de planificación y prevención para evitar que la ciudad se convierta en una "palangana" luego de cada lluvia intensa. En fin, no quiero agobiar a los lectores, pero las falencias son tan notables y numerosas que hasta parece ocioso mencionarlas. 

Esta gente que nos gobierna, dice que no hace asistencialismo, y que ello los diferencia de los peronistas, pero reparten bolsas con comida o materiales de construcción al igual que los otros. Ojo, no estoy diciendo que esté bien o mal, sólo estoy mencionando las contradicciones más evidentes. Gestionar no es solamente tener "la foto" con Macri y Vidal, es entender que la gestión se canaliza por otro lado, ante funcionarios de segunda línea. Imaginemos que al Presidente o a la Gobernadora, cada Intendente le va a pedir plata para 20 cuadras de asfalto, es una necedad pensar en algo así sirva para algo. Para eso se delega en distintas áreas, y eso es algo que no se entiende desde los despachos de Salgado 40. Rescato como positivo que se haya inaugurado el nuevo predio de Equinoterapia, el edificio del CBC, y que se le haya otorgado gran actividad cultural al Teatro Italiano.


Me molestan los prejuicios en general, o -para decirlo de un modo más elegante- "las ideas preconcebidas". En realidad, todos basamos nuestra impresión del mundo que nos rodea en base a prejuicios...y así nos va. Pésimo, con una idea totalmente equivocada de las personas, juzgándolas por su atuendo, por su sexualidad o por sus ideas. Es decir, formándose una imagen de la realidad en base a estereotipos y sin ningún fundamento o evidencia que lo avale. Por supuesto, yo no estoy exento de dichos prejuicios, de modo que no quiero ser hipócrita y salir a pontificar en contra de ellos sin hacerme cargo de la parte que me toca. Los tengo, y desearía extirparlos de mi esquema mental. Pero es difícil, en primer lugar, porque desde los medios se alientan la enfervorización del público y la condena fácil hacia una persona por "portación de cara". No se respeta en absoluto aquel precepto de que "todo acusado de un delito es inocente hasta que se demuestre lo contrario". ¿Quién le devuelve la dignidad perdida a un tipo que fue escrachado por TV? Digo esto, más allá de que el escrache como metodología tenga cierta carga de vandalismo que nunca deja de ser funcional a los medios. No es un secreto para nadie que ellos quieren sangre, escándalo, descontrol, porque es lo que vende y genera un estado de efervescencia social, sobre todo para que uno consuma todo eso en la comodidad de su hogar mientras está comiendo las milanesas del mediodía (si aún puede acceder a ese manjar). Punto final. 

El lector siempre tiene la razón

  Como les comentaba en una nota anterior, me cuesta hablar en público. Me provoca mucho nerviosismo, no es nada fácil, ahora que lo pienso ...