12 de mayo de 2022

De regreso, hacia la conquista de lo imposible

Jueves por la noche en la ciudad. Me vuelvo a encontrar con ustedes luego de un prolongado e inesperado paréntesis, que ocurrió casi sin que me diera cuenta. En alguno de los días previos pensé en escribir algo por aquí, pero siempre surgía otro compromiso más urgente que resolver. No quiero pensar en futuros cortes de luz, dado que lo único que está a mi alcance es informar lo que desde la empresa me transmiten, y desenchufar lo antes posible todos los artefactos domésticos que hay en mi casa. Por más que Eden diga que se hace cargo de la reparación en caso de haber sido consecuencia de ese motivo, sabemos que -como todo proceso similar- es engorroso, y si se te quema el motor de la heladera, habría que preguntarse qué hacés durante el lapso entre que dejó de funcionar y hasta que la lleven a arreglar. Pueden transcurrir semanas, meses, y mientras tanto se te pudre la comida, y lo poco que podés comprar son alimentos que no deban ser refrigerado, hasta tanto todo se resuelva.

No mucho antes pedían requisitos insólitos, como presentar la factura de compra: ¿Quién carajo guarda la factura o el ticket de una heladera o lavarropas que compró hace 20 años? Y en el caso de que creas tenerlo, ¿Cómo saber dónde está el infame papel? Por suerte en ese sentido tuvieron cierta lógica. Bueno, parece ser que ahora solicitan tres presupuestos diferentes, y se supone que la empresa se inclinará por reintegrarte el dinero por el más bajo, o mandar ese aparato a arreglar por su cuenta. Todo es tan retorcido que se parece a una licitación pública, pero con una dosis menor de corrupción, quizás. 

Hoy, durante horas tempranas de la tarde, Lobos parecía un desierto, estaba tomando un café en un lugar y noté que habrían transcurrido alrededor de 40 minutos y no pasó ni un auto por la calle. El dueño del bar observó lo mismo que yo. Un rato después, pareció moverse tímidamente el trajín ciudadano, pero de una forma muy incipiente, siempre a media máquina. Básicamente, se puede advertir circulación de autos o motos cuando los padres van a llevar o a buscar a sus hijos a la escuela. El resto del día, es tiempo muerto. Quizás sea una percepción que es común a cualquier día de la semana, pero no dejó de llamarme la atención. La nafta no está como para andar malgastanto combustible al pedo, digamos, ya sea que tengas una moto o un auto. Y recién estamos por terminar la primera quincena, que ya podría denominarse "fin de mes", porque los primeros días pagás los impuestos y gastos imprescindibles, y con lo que te queda tenés que tirar hasta el 30 o 31. No hay mucho margen, más si tenemos en cuenta que el billete de mayor denominación es de $ 1.000, y equivale a menos de 5 dólares blue. Medio kilo de yerba vale, en promedio, 300 pesos. Cualquier turista que venga con dólares a la Argentina, puede llevarse hasta el Obelisco en las valijas. 

Cambio de tema: Cada vez que me digo a mí mismo que no voy a claudicar, no lo hago desde un convencimiento pleno, repito esa frase para conseguirlo, y el temple más que necesario. Tengo una personalidad obsesiva hacia lo que considero importante, pero la única virtud que le reconozco, es que eso me ha forzado a insistir ante determinadas cosas que otras personas descartarían en otra instancia. Trato de obtener lo que me propongo pero no vistíendome de superhéroe, sino porque no estoy en la disposición para dejar que me caguen con esto o lo otro, si tuviera 20 años no me importaría, pero quemar etapas implica entender la vida de otra manera y pensar distinto. Por ejemplo: Hace más de 45 días que estoy esperando que mi obra social me envíe una medicación, y hasta ahora no hay novedades, nadie sabe nada, nadie contesta, excepto un mail de vez en cuando, que es más de lo mismo. "Su pedido fue trasladado al sector de auditoría médica. Su pedido fue autorizado". Y vos podrás decir: "Qué bien! De qué se queja este pibe?". Me quejo porque mienten, estoy a 100 km. de CABA y por lo tanto es inadmisible que unos remedios recetados y que cuentan con toda la documentación respaldatoria para ser entregados, demoren en llegar a mi domicilio una brecha insalvable. Y yo de ninguna manera voy a comprar esa medicación, primero porque es carísima, y segundo porque no me corresponde, por algo pago el monotributo, y por algo estoy aportando al Fisco todos los meses. Honestamente, a veces hasta daría ganas de ir hasta la sede de la obra social y prenderla fuego, al mejor estilo relatos salvajes, total de todos modos es probable que te diagnostiquen un brote psicótico por haber hecho eso, y para ellos seguirá siendo lo mismo. Lo único que lograrás es que huyan como ratas para no quemarse el culo. Pero, nobleza obliga, quiero reconocer la tarea que llevan a cabo Defensa del Consumidor del Municipio, con gente bien capacitada, y que sabe mover los hilos para que toda esta situación sea más expeditiva. Nunca he dejado de reconocer el laburo que hacen, y no soy el primero a quien logran sacar del atolladero. Por ejemplo, cuando te quieren cobrar de más por un producto o te aparecen en el resumen de la tarjeta compras que nunca hiciste.

Todo lo que espero para lo que resta de la semana y del próximo finde, y que las cosas se vayan dando para no desgastarme yo mismo teniendo que hablarle a una pared, porque la burocracia ha matado a mucha gente, y esto es real: Personas que le hicieron juicio al Estado por una jubilación que les correspondía y que murieron antes de recibir el beneficio que con toda justicia se merecían. En fin: Para variar, me estoy yendo por las ramas. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 

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A la vuelta de la esquina

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