16 de mayo de 2022

Una de cal, y una de arena

 Este lunes es el día más frío del año (hasta ahora), un puesto que se ha ganado ampliamente en el podio si tenemos en cuenta que durante casi toda la tarde el mercurio no se movió de los 15° C (o un poco menos, diría yo).

Un viento helado que calaba los huesos, llovizna intermitente que parecía ser aguanieve, calles vacías, la gente buscando refugio para sacarse el frío en algún bar del Centro o aunque más no sea en su casa, tomando unos mates para transitar la jornada laboral saliendo estrictamente lo necesario. Y esto recién empieza, porque todavía no hemos llegado a temperaturas bajo cero, pero de todas maneras, el otoño del año pasado fue más benigno y más "light" que éste, eso lo pude comprobar porque en la App que tengo en el celular te ofrece una estadística o historial respecto al año anterior, que si bien es medio al pedo indica que abril de 2021, por ejemplo, osciló entre 20 y 24 grados. 

Como acabo de mencionar, que ya era hora de que el invierno se despertara, lo planteo así porque otoño/invierno ya son casi una sola cosa, la única diferencia palpable del otoño se manifiesta en algunas tardes más soleadas y en el caer de las hojas de los árboles. Hoy estaba tan cansado que me dormí un siesta, que no es habitual en mí. En realidad, me acosté simplemente porque pretendía relajarme un poco pero terminé vencido por el sueño. En fin, en lo que a mí respecta, haber dormido un poco me permitió entrar en un limbo y olvidarme de todo por un par de horas, y por otra parte, fumé menos.

Como había dejado el celular en modo de silencio, cuando finalmente me desperté, vi la pantalla del aparato y había varios mensajes y llamadas perdidas. Pero no se trataba de nada urgente, que no se pueda resolver o enmendar a futuro. 

Hoy fui a cubrir el operativo que se hizo en el Museo de Perón para renovar o tramitar el DNI, y realmente hay que reconocer cuando las cosas se hacen bien. Puedo afirmarlo, porque era una necesidad de muchos lobenses que tenían que seguir lidiando con la modalidad que quedó de la pandemia, y que obligaba a ingresar a una página de Internet que colapsaba o se "caía" en cualquier momento. Había una cola de más de media cuadra en inmediaciones del Museo, y lo más rescatable es que se implementó de forma gratuita, siendo que si vas a la oficina del Registro Civil, tenés que pagar. Y mucha gente se bancó el frío para poder hacerse un lugar ante la alta demanda y acceder al documento básico y esencial que debe tener todo ciudadano. Para cualquier cosa que hagas, te piden el número de DNI, o que lo exhibas en el caso de una compra con tarjeta. Permanecerán mañana martes en el mismo lugar, y existe la posibilidad de que jueves y viernes vayan a Empalme. Alrededor de 10 empleados del RENAPER resolvían en cuestión de minutos la inoperancia que desde hace largo tiempo se nota en la sede que el organismo tiene en Lobos. Mucha gente que conozco ha tenido que ir a altas horas de la madrugada para asegurarse un turno, y aún así no conseguían obtenerlo. Fue una gestión que hicieron dos concejales del FDT, y que llegó para dar respuesta a centenares de vecinos que al no poseer el DNI tarjeta, tenían todas las limitaciones que enumeré antes. 

Y así como está perfecto que alguien entienda lo que el vecino necesita y se haga eco de esas falencias, también considero positivo el hecho de que el Municipio cuente con un ascensor para personas discapacitadas o adultos mayores. Durante 12 años, la gestión anterior nada hizo al respecto, o esa obra nunca fue considerada una prioridad. Que cada uno se forme su propio juicio de valor. El gobierno actual, sin hacer un corte de cintas ni pretender buscar un rédito político, lo concretó. Y me importa muy poco cualquier interpretación maliciosa que alguien haga de mis dichos. Porque básicamente, el razonamiento que pongo sobre el tapete es que, NO IMPORTA QUIÉN LO HAGA, SINO QUE SE HAGA. Es rescatable que se hayan podido descomprimir la maraña de trámites para algo tan sencillo como tener un DNI, y también no deja de ser motivo de satisfacción, que desde el Municipio se vayan dando pasos hacia una sociedad más inclusiva, y eso debe verse en los hechos, no en palabras bonitas para quedar bien y salir en la foto. 

La única forma de sacar a Lobos adelante es cuando se terminen las mezquindades. Soy consciente de que es un planteo utópico y bastante ingenuo para lo que es la política en tiempos de campaña. Algún día, todos van a tener que sentarse a la misma mesa, y plantearse objetivos superadores: "Muchachos, qué hacemos con Lobos?" Y ese día, que quizás nunca llegue a verlo, será el comienzo para entender que todos los dirigentes pueden llevar a buen puerto gestiones exitosas sin pensar en cuántos votos les van a redituar. Nos estamos viendo pronto. Punto final. 


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