3 de diciembre de 2025

Sólo una vuelta más...

 

Primeros días de diciembre. Se nota que hay más movimiento en la calle, más afluencia de clientes en los comercios, y seguramente es un factor estacional, que tiene que ver con esta etapa del año que estamos transitando. Cuesta creer que hayamos llegado al capítulo final, con menos de 30 días por delante, que serán frenéticos, por todo lo que conllevan las Fiestas en el imaginario popular. Ya habrá tiempo para hacer un resumen de 2025 si es que cabe, pero más allá de eso, lo que me parece interesante es destacar que hemos podido seguir adelante pese a que no fue un escollo fácil de sortear. La economía arrancó tranquila, pero eso duró apenas unos meses, luego ya hubo sobresaltos que impactaron en el bolsillo promedio, que no sé si vale la pena enunciar. Hubo que votar dos veces, y los resultados de ambos comicios fueron dispares: En primera instancia se impuso el peronismo, y parecía que esa tendencia se iba a repetir en la votación de octubre, pero contra todo pronóstico, ganó La Libertad Avanza. El tema es analizar si esos procesos electorales traerán cambios en la vida cotidiana. El oficialismo, con el triunfo conseguido, tendrá más poder para aprobar determinadas leyes que sí pueden modificar las reglas de juego. La flexibilización laboral no es un proyecto nuevo: Hace varios años que los sucesivos gobiernos buscan introducir cambios en la Ley de Contratos de Trabajo, lo cual para muchos de nosotros representa una merma en los derechos del laburante, otorgando al empleador más facultades para despedir personal sin tener que pagar ninguna compensación o indemnización. También es posible que se avance para aumentar la edad de los futuros jubilados, que de 65 años podría pasar a 70 en el caso de los varones, y de 60 a 65 en las mujeres. Todo este paquete que vulnera el sistema de seguridad social, según la opinión de varios analistas, responde una necesidad de cumplir con las metas del FMI. Googleando un poco, uno puede advertir que desde la administración Milei hace unos cuantos meses que estos proyectos han trascendido las reuniones de gabinete para ser materia de discusión en distintos ámbitos.  

Para no hacerlo demasiado extenso, volvamos a lo que nos convoca. Con la llegada inminente del verano, habrá gente que se sentirá agobiada por todo lo que tuvo que afrontar a lo largo del año, como también están aquellos que ya van pensando en algún destino para vacacionar. Por supuesto, el segmento mayoritario está integrado por quienes nos quedaremos acá, sobrellevando el calor y los mosquitos, con el precario alivio que puede brindar un ventilador de pie o –en el mejor de los casos- un chapuzón en la Pelopincho. En mi caso, honestamente no estoy pensando en irme de viaje, como tampoco estuvo en mis planes en los ciclos anteriores. Quizás si algún amigo me lo propusiera y pudiéramos compartir gastos, sería más viable. No es tan fácil como agarrar la ruta y salir: Tendría que buscar a alguien para delegar todo el laburo que insume el diario digital, y por supuesto, es entendible que nadie trabaja gratis. Veremos qué acontece, tal vez surge alguna oportunidad sobre la marcha que me permita hacer un viaje corto sin tener que ausentarme por varios días.  

Si me quedo acá, se supone que no voy a gastar tanta guita como sucedería si me fuera a la Costa o a otro punto turístico. Salir de mochilero, con una carpa y poca plata en el bolsillo, sólo es una buena opción si lo tomás como una aventura. Pero cualquier persona que priorice el descanso, se trasladará en auto o en micro, tendrá que reservar un hotel o alquilar un departamento, y recién con todo eso resuelto se podrá ir tranquilo a la playa. Es probable que los precios de Brasil sigan siendo más bajos que los de la costa argentina, de hecho en el verano pasado, muchos lobenses eligieron vacacionar allí. Lo fundamental es hacer números antes que poner el pie en el acelerador. Bueno, la realidad nos demuestra que hoy tenemos que hacer números para todo, porque es la forma más eficaz de conocer cuánto se gasta por día. Si la meta es ahorrar, es necesario hacer un recorte total, y para tener una buena administración, un factor clave es tomar nota de cada uno de los egresos. Claro que, más de una vez, la cuenta que uno hace arroja cifras “en rojo”, porque por más ajustes que se hagan, no se pueden reducir los costos fijos que todos conocemos: Alimentación, impuestos, remedios, y otras erogaciones que se suman en caso de poseer un vehículo o de tener hijos en edad escolar.

 

Con respecto a las Fiestas, creo que serán distintas para mí, porque con los niveles de glucemia que tengo, no podré comer casi nada de lo que se acostumbra para estas fechas: Mantecol, turrones, pan dulce, budines… En fin, será cuestión de intentar mantener una dieta adecuada para ver si en el próximo chequeo que me haga hay alguna mejoría. Cuando pasás los 40, ya empezás a preocuparte más por tu salud, porque sabés que estás más expuesto a padecer enfermedades que vienen con los años. A veces me llama la atención que haya tantos nutricionistas que inculcan hábitos supuestamente saludables, cuando vivimos en un país tan desigual, donde mucha gente no tiene para comer. De qué dieta les van a hablar, si están excluidos del sistema, y nadie se preocupa por ellos. Esa es la primera consecuencia palpable del modelo libertario: Argentinos que se endeudan para comer, pagar el alquiler, llegar a fin de mes, que hacen lo imposible para no ver afectada su calidad de vida. Cada vez más gente en situación de calle, que no puede salir adelante porque perdió su trabajo y ya no hay un mercado laboral que le posibilite una reinserción. Por eso, creo que la discusión que debe darse está relacionada con el impacto social del modelo. Cada persona que pierde su empleo se convierte en un nuevo desocupado, es obvio decirlo, pero el Estado no asume un rol que tenga que ver con la contención. Si nos fijamos lo que ha pasado con los discapacitados, es más que evidente que no se puede pedir a las autoridades que gobiernen con un sentido social. Y si los derechos adquiridos, según ellos, son una patraña de la izquierda o del socialismo, sería bueno mirar a los países más desarrollados, que nunca dejaron de brindar asistencia a sus ciudadanos más vulnerables. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

28 de noviembre de 2025

El tramo final de 2025 nos deja sin aliento, pero valió la pena haberlo recorrido

 

Último viernes de noviembre, un ciclo que se caracteriza por la llegada del calor y por las escasas dosis de paciencia que nos quedan. Durante el transcurso de esta semana trabajé bastante, mucho más de lo que esperaba. No lo digo con ánimo de queja, sino poniendo en valor lo que significa brindar una buena cobertura periodística. Eso implica también invertir en los insumos que son de uso cotidiano. Por ejemplo, estoy tratando de conseguir una nueva cámara de fotos, ya que en los últimos meses me la venía rebuscando con el celular. Como el resultado no es el que yo pretendo, habrá que destinar algunos mangos a un equipamiento que sea acorde con un medio de prensa en crecimiento y expansión. 


Desde que LOBOS 24 dio sus primeros pasos, allá por 2017, mucha agua ha corrido bajo el puente. Son casi 10 años, sin contar todo lo que vino antes, y que permitió, paulatinamente, sentar las bases para apostar a un nuevo desarrollo. Hoy el común de la gente lee menos, o se informa a través de las redes sociales. Esa realidad plantea un desafío enorme para los portales de noticias, que debemos apelar a varias estrategias que contribuyan a mantener el tráfico de visitantes y sostener la audiencia. Por eso es que el complemento gráfico es tan importante. Fotos, videos, todo lo que pueda sumar a la experiencia de leer una noticia como antes se hacía masivamente con los diarios impresos.


Retomando el comienzo de este posteo, por lo general, tan pronto como voy a cubrir un evento o actividad, llego a mi casa y empiezo a escribir, a seleccionar las mejores imágenes, porque siempre tuve en claro que el lector se merece un acceso integral a ese hecho que uno está describiendo en cada noticia. Siempre lo consideré un trabajo, porque yo no me quedo en la comodidad de difundir sólo aquello que me interesa. No todas las personas se sienten atraídas ante un mismo hecho, es algo que mencioné brevemente en el post anterior. Las cosas son como son, pero uno como periodista puede hacer su aporte para que resulte más atrayente, sin tergiversar ni modificar nada. Si nos ponemos a pensar, un café literario o muestra de artes plásticas, o la presentación de un libro, tienen un alcance limitado, a menos que el protagonista sea una persona extremadamente conocida y popular. Pero no por eso le vamos a restar el espacio que uno cree que merece ocupar. 


En resumen, podríamos decir que todo es noticia. Hace unos días le comentaba a una persona la tarea que yo hago, y no podía creer que casi todo el laburo lo hiciera yo solo. Desde redactar, sacar las fotos, subir el contenido a las redes, hasta hacer las cobranzas a los clientes, y mucho más que en este momento me olvido de subrayar. Y bueno, es así, mientras me dé el cuero lo seguiré haciendo, y dentro de unos años veremos si tengo la posibilidad de delegar en algún redactor, sobre todo para ampliar la cobertura de la sección deportiva. Lobos es una ciudad con muchos clubes y una gran variedad de disciplinas. Por ese motivo, no siempre se puede cumplir con todos. Están aquellos lectores que su muestran muy exigentes, pero ignoran todo lo que hay detrás de un medio profesional. Por ejemplo, yo nunca me pondría a criticar a un comerciante por los productos que vende o por el servicio que presta. Si no me convence, no voy más y listo, hay muchos peces en el agua como para insistir en caer dos veces en la misma red.


Si en determinado momento de la vida uno se propone reinventarse, previamente tendría que haberse "inventado" y forjar los cimientos de su personalidad. Lo segundo es consecuencia de lo primero. Y la personalidad de cada uno es compleja, no sería adecuado reducirla a dos o tres aspectos salientes. Tampoco tiene que ver con el temperamento o carácter, eso es otra cosa. Podés tener un carácter firme, y eso no te da derecho a andar con una actitud prepotente o pisoteando a los demás. 

 

Si tu intención es recuperar el envión, tal cosa no es posible sin antes realizar una autocrítica honesta. Mirate al espejo y reflexioná sobre vos mismo con honestidad. Hasta que vos no te des cuenta de lo qué estás haciendo mal, te lo puede decir todo el mundo pero no le vas a dar bola. Otro dato clave: Para que un día te rinda y puedas sacar mejor provecho de él, entre otras cosas, es fundamental un buen descanso. No se trata de dormir hasta cualquier hora, sino de recuperar fuerzas para que la rutina no se te haga tan desgastante. Es cierto que no deja de ser placentero trabajar de lo que uno eligió. Pero, sea como fuere, nos cansamos igual que el resto de los laburantes. El hartazgo es una forma de cansancio que se traduce en la indiferencia, en que todo te dé lo mismo, lo cual es peligroso. Uno se agota de escuchar las mismas boludeces todo el tiempo, las mismas canciones, los mismos programas de radio o de TV. Cuando vos asumís que probablemente vayas a ejercer la misma profesión por el resto de tu vida, te entra un poco de "insatisfacción a futuro". Te llena de dudas pensar en cómo vas a sostener una estructura laboral por tiempo indeterminado, cuando todo cambia tan rápidamente.


Pero claro, cuando tenés presiones de todos lados, lo único que aparece es el impulso de descargar esa bronca que se fue conteniendo y acumulando. Ante esa situación, es útil repetir como un mantra lo siguiente: "tanto lo bueno como lo malo que me ocurra es de mi exclusiva responsabilidad, por lo cual debo hacerme cargo de ello". En lo personal, este momento es una etapa necesaria para consolidar y afianzar todo lo que se hice durante tantos años. No soy quién para darle consejos a nadie, pero pienso que todos deberíamos hacer lo mismo.


Hay personas que tienen esa capacidad de dejar sus disgustos y complicaciones cotidianas en la puerta de su casa, pero no siempre se puede lograr esa abstracción. En última instancia, lo que sí me parece atinado hacer, es comentar, brevemente y sin cargar las tintas: "Hoy me pasó esto". No es saludable enroscarse al pedo, ni darle una dimensión superlativa a cualquier contratiempo que haya que sortear. No se puede hacer catarsis constantemente para que tu entorno sea el depositario de tus preocupaciones. Creer que nuestros problemas ameritan una consideración especial hacia terceros es un enfoque equivocado. Habría que hablar menos y escuchar más: Si todos actuáramos de ese modo, estaríamos dando un gran paso para ser más empáticos.


Y para concluir, debemos entender algo fundamental: Muchas veces cometemos la impertinencia de juzgar a alguien sólo por lo que vemos en la superficie. Así como hay gente brillante con una apariencia cuestionable, también abundan los charlatanes que nunca en su vida han movido un dedo en esforzarse para conseguir un logro significativo. La conclusión es la siguiente, a mi modo de ver: Lo mejor que te puede pasar es ser consciente de dónde estás parado, para que todo lo que provenga de los oportunistas y ventajeros te tenga sin cuidado. Cuando uno ha descubierto quién es, no necesita de la aprobación de los demás para reforzar esa percepción. Nos estamos viendo pronto. Punto final.  

25 de noviembre de 2025

Tiempo de recoger lo sembrado, pensando en lo que vendrá

 

Luego de cuatro días feriados, ya era momento de que se acabara la joda para volver a la actividad, aunque yo me mantuve ocupado durante todo ese período. Este martes, el movimiento que se vio en la calle fue notable, sobre todo en la zona céntrica, cerca de los bancos. Pensé que me iba a llevar más tiempo unos trámites que tuve que hacer, pero ya para media mañana había podido terminar con todo. El domingo fui al desfile por el Día de la Tradición, y me quedé casi dos horas sacando fotos a los carruajes y jinetes, esquivando los montículos de bosta que se iban acumulando en la calle para no fallar en la pisada. Este tipo de eventos me demandan una exigencia mayor porque tengo un celular que no saca fotos muy nítidas, y sumado a la poca luz, los problemas se incrementan. Desde que se me rompió la cámara digital, hace varios meses, me tengo que arreglar con el teléfono. En fin, lo que rescato es que pude prever esa situación. A mayor cantidad de material, más margen iba a tener para elegir las imágenes que yo quisiera. Bueno, la cuestión es que cuando llegué a mi casa tuve que laburar bastante con el editor de fotos para corregir (en la medida de lo posible) la calidad de las imágenes. El texto de la nota surgió más rápido, pero la premisa era ilustrarlo con todo lo que la cámara había registrado. Teniendo en cuenta esos factores, el resultado no estuvo mal, hice lo mejor que pude con las herramientas que yo tenía a disposición. 


Si trabajás en un medio de prensa y no pensás en los lectores, estás al horno. Todo el esfuerzo que uno pueda hacer como periodista está destinado a brindar una cobertura completa de cada hecho. Por supuesto, uno ya sabe qué tipo de noticias tienen más alcance e impacto: Accidentes, operativos policiales, salidas de bomberos. Obviamente, esa información tiene que estar, pero yo elegí darle lugar a otros contenidos: Me parece que es más desafiante escribir sobre la movida cultural que tiene Lobos, o hacer entrevistas que nadie tiene porque a esos vecinos nadie les ha otorgado un espacio. Por la experiencia que tengo en más de 20 años de profesión, no abunda la gente que se tome el trabajo de desgrabar un audio, de darle forma a un texto para que sea legible y sencillo. Casi nunca tengo faltas de ortografía, ni errores burdos, pero así ha sido desde que empecé con esto. Cualquier persona que tenga incorporado el hábito de la lectura siempre va a tener la ventaja de escribir y expresarse mejor.


Cuando hay una conferencia de prensa, y hablan tres o cuatro funcionarios, lo primero que hay que entender es que el lector no tiene tiempo para leer una parrafada sin sustento. Por lo tanto, es necesario sintetizar y resumir todo lo que sea posible, pero hacerlo con criterio. Es decir, no a riesgo de que se desvirtúe el sentido. A veces se abordan varios temas, o alguien hace una pregunta a los oradores. Hay que estar atento porque de una simple pregunta pueden surgir declaraciones interesantes. Si no hay producción periodística, se nota enseguida, ya que va a ser mucho más difícil y tedioso comprender lo que el redactor escribió. Termina siendo una ensalada, un rejunte de frases sueltas que no están situadas dentro de ningún contexto. Yo diría que cada uno tiene sus trucos y sus secretos al momento de escribir, y eso está buenísimo. De lo contrario, lo que pasaría es que todas las crónicas serían iguales, como salidas del mismo molde. Con los años, creo que logré tener mi impronta, una forma de redactar con la que me siento cómodo y que también ha tenido una valoración positiva de los lectores. En todo trabajo, uno nunca deja de aprender. Aunque haya logrado afianzarme en mi proyecto, tengo en claro mis limitaciones. Ser consciente de tus puntos flojos es lo mejor que te puede pasar para no meter la pata o asumir riesgos innecesarios.


Hoy por hoy, con lo complicado que está el mercado laboral, aquellos que podemos laburar de lo que nos gusta tenemos que valorar esa posibilidad. Es decir, yo puedo contarles que escribir una determinada nota me insume mucho tiempo, pero es lo que elegí hacer, no es algo que me lleve a quejarme. Si pudiera volver el tiempo atrás, no cometería tantos errores, haría las cosas de una forma diferente, disfrutaría más de lo cotidiano, no me enroscaría tanto al pedo. Pero bueno, no tenemos a Marty Mc Fly entre nosotros, así que divagar sobre la historia contrafáctica me parece una tontería. Quizás, el hecho de haber recorrido un camino desde cero, transitando dificultades como todo el mundo, es lo que a uno le permite hacer una pausa y recoger lo sembrado. Voy a seguir metiéndole pilas a esto, y veremos si para 2026 se pueden incorporar más recursos a la tarea diaria. Hoy, buena parte del tráfico en las redes sociales pasa por Instagram, por lo cual tendré que adaptarme a eso, aunque me parezca más sencillo publicar en Facebook. Nos estamos viendo pronto, con más novedades en la trinchera. Punto final.

22 de noviembre de 2025

No dejes que nada te impida avanzar

 

Lo más difícil de emprender un camino de realización y bienestar personal es sostenerlo a lo largo del tiempo. Yo tengo una idea bastante clara de lo que quiero hacer, pero debo lidiar con mis propias dudas y excusas. Son pulsiones negativas que se interponen para que ese deseo de mejorar vaya perdiendo fuerza. Cuando hoy fui al Parque, antes de almorzar, no tenía demasiadas ganas. Entonces, no creía posible que pudiera mantener mi marca de 5 kilómetros de caminata. Pero, contra todos los pronósticos, no sólo cumplí con esa meta, sino que incorporé casi un kilómetro más. Eso no es todo: Por primera vez en muchísimos años, me largué a correr durante el último tramo del circuito. Sé que todo lo que estoy mencionando carece de interés para el lector promedio, pero en lo que a mí respecta, pude demostrarme que podía, que estoy en condiciones de redoblar la apuesta. Debo reconocer que para determinadas actividades soy bastante haragán, todo esto lo hablé en terapia, pero siempre tuve en claro que era yo quien debía tomar una decisión. La comodidad nos atrae porque no exige ningún esfuerzo: Cuando nos sentamos a ver televisión, o pasamos horas boludeando con el celular, asumimos una actitud pasiva, simplemente nos dejamos llevar por lo que sucede en una pantalla. En cambio, escribir, caminar, correr, crear una obra de arte, es todo lo opuesto. Hay que empezar desde cero.


Hace unos meses, cuando muy tímidamente adopté el hábito de las caminatas, me preguntaba qué era lo que llevaba a cientos de vecinos a recorrer diariamente el espacio verde. En mi caso, descubrí que podía desconectarme durante el tiempo que permanecía allí, y dedicar esos momentos para mí, sin necesidad de mirar el reloj ni de preocuparme por cumplir con un horario estricto. Si bien fue una decisión mía, también influyó que mucha gente me insistiera y me rompiera las bolas sobre los beneficios que iba a poder conseguir. De no ser así, todavía seguiría estancado y dándome rosca por lo mal que me van las cosas, sin haber hecho nada en concreto para ponerme las pilas.


Las primeras semanas iba casi por obligación, y no daba más de una vuelta al Parque. Me parecía un gran esfuerzo, no sólo por la distancia en sí, sino por haber vencido mi resistencia a llegar hasta ese lugar. Sin embargo, aprendí la mayor parte de todo era una cuestión de tiempo, de práctica, y de entrenamiento. Yo no compito con nadie, lo único que pretendo es sentirme bien, y si me quedo en mi casa mirando el techo sé que no lo voy a lograr. No sé si tiene algo que ver, pero creo que me hizo reflexionar sobre mi futuro quitándole toda carga de angustia o dramatismo. No tengo la aspiración de dejar un legado, ni que la gente me recuerde cuando yo ya no esté en este mundo. Hay mucho de vanidad en ese anhelo por trascender. Los humanos tenemos una existencia ínfima y silenciosa, incluso aquellos que han dejado una huella en la historia son sepultados por el olvido de las próximas generaciones. No tiene mucho sentido pensar en cómo nos recordarán. Pero sí me gustaría que mientras estoy vivo me consideren una buena persona.


Por lo general, trato de evitar cualquier conducta que pueda molestar o perjudicar a alguien. Por supuesto, a veces no puedo evitar que me embarguen el resentimiento, la bronca, o la envidia. Sobre todo cuando me veo decepcionado ante una persona que creí conocer y que traicionó mi confianza. Bueno, esto no es nada nuevo, es la vida misma. Por lo tanto, es más frecuente de lo que uno supone. Siempre he sido de muy bajo perfil, y eso hace que la gente se sorprenda cuando pongo a la consideración pública alguna expresión ligada al arte. Me pasó cuando presenté mi primer libro: Tardé mucho en publicarlo porque quería seleccionar bien los relatos que iban a estar incluidos. Y en los días sucesivos, muchos vecinos me hacían comentarios como si yo no hubiera escrito nunca en la vida. De hecho, la mayoría no sabe de la existencia de este blog, pero no es algo que me importe. Quizás algunas de mis reacciones también  generen sorpresa, pero lo que nadie ve es que son consecuencia de haber soportado mucho malestar. Visto de ese modo, quizás no sea bueno adoptar una postura tolerante en el largo plazo, porque vas acumulando toda esa bronca hasta que al final explotás de la peor manera, y cualquier pavada es motivo suficiente para encender la mecha. En resumen, considero que para recuperar la confianza en uno mismo es importante hablar más de lo que nos provoca el autobiocot. Qué pasa cuando nosotros mismos nos convertimos en nuestro peor enemigo. Si no creemos en lo que somos capaces de hacer, siempre vamos a tener que luchar con ese lastre que nos frena y nos limita. ¿Acaso nos falta una dosis de amor propio y convicción en lo que queremos alcanzar? Es para pensarlo. Nos estamos viendo pronto. Punto ,³final.

21 de noviembre de 2025

Es momento de bajar un cambio y tomar nota

 

Viernes feriado. Decidí hacer un paréntesis sin escribir nada nuevo en los últimos días, ya que fueron complicados, y no podría hacer una síntesis adecuada sin mencionar determinados detalles. El lunes me levanté a las 6 para llegar temprano al Hospital, ya que debía hacerme un control de glucemia, que no arrojó el resultado que cualquier paciente sano esperaría. Si bien no tengo diabetes, lo cierto es que los valores son bastantes elevados y yo creía que mi salud física estaba dentro de los parámetros normales. Más allá de que ese tipo de noticias no son gratas para nadie, siempre es mejor que uno pueda disponer de esa información cuanto antes, para empezar a hacer cambios en la dieta. Nunca me vi en la necesidad de cuidarme demasiado en la alimentación, tampoco representaba un problema para mí tomarme una cerveza o comer una picada de vez en cuando. De hecho, lo que me llama la atención es que cuando creo que mi vida está más o menos encaminada, siempre sobreviene algún desbarajuste que cambia por completo los planes.

 

Lo que menos quisiera es tener que incorporar otra medicación para mantener la glucemia bajo control. Lo adoptaría como un último recurso si ningún otro paliativo funciona. Una buena alternativa sería abocarme por un tiempo a hacer una alimentación saludable para luego realizar un nuevo análisis de laboratorio, y así poder comprobar si esos cambios de hábitos dieron buenos resultados. La verdad es que no me quiero quemar la cabeza, las recomendaciones son sencillas, hay que comer más verduras, evitar todo lo que tenga azúcar o grasas en exceso, reducir el consumo de alcohol. Es decir, todo lo contrario a lo que venía haciendo hasta ahora. Eso sí: Cuando llegué al consultorio, estaba tan atónito y bloqueado mientras la doctora me explicaba mi situación, que muchas cosas de las que me dijo no las recuerdo con precisión. El factor sorpresa me liquidó. Pero, como mencioné antes, me queda el consuelo de saber que pude recibir un diagnóstico precoz. Todo comenzó cuando fui a hacer una nota por el Día Mundial de la Diabetes, el viernes pasado, hace ya una semana. Ese día, desde el servicio de endocrinología habían instalado un stand en la entrada del Hospital donde se podía acceder a folletería y a controles gratuitos de presión y glucemia. Y como no tenía nada que perder, era una buena oportunidad para que yo también me hiciera un breve chequeo. En cuanto a la presión, no fueron valores para preocuparse, pero la glucemia sí estaba bastante alta, teniendo en cuenta que yo ya había desayunado. Fue entonces que al día siguiente me hice un análisis de curva de tolerancia de glucosa en ayunas, y ya con esos datos se pudo arribar a conclusiones más concretas. Con los hechos consumados, no valía la pena caer en lamentos. Es lo que me tocó. Es una enfermedad crónica, sí, pero no terminal. Tomando ciertos recaudos se puede llevar una vida normal. Una de las cosas de las que me jactaba cuando era más joven era que podía comer de todo sin engordar, pero es evidente que ya no puedo hacerlo más. Con los años el organismo te va pasando factura y hay que adaptarse a esa nueva realidad.

Por lo tanto, no me quedará otra opción que tomar nota de lo que los médicos me dijeron, y empezar a transitar un proceso que no me lo esperaba en absoluto. Falta un mes para que termine el año y sería una pena descuidar otros objetivos por esta noticia que acabo de recibir. Por lo pronto, lo único que sé es que no puedo delegar en nadie la responsabilidad de cuidarme. Ya tengo una edad en la que tengo que hacerme cargo de mi propio bienestar. Pese a este panorama poco alentador que acabo de expresar, algo en mí hace que me sienta optimista hacia el futuro. Si no me hubiera visto obligado a comer más sano, las consecuencias iban a empezar a aparecer tarde o temprano. No sé, pienso que el diagnóstico todavía es muy reciente como para poder asimilarlo. Aún no tomé conciencia de que deberé implementar cambios radicales para el resto de mi vida. Pero reitero: No hay mal que por bien no venga. Nos estamos viendo pronto. Punto final.   

12 de noviembre de 2025

Hasta que vos no cambies, nada va a cambiar

 

Mitad de semana. En este posteo, retomo algunas ideas que había comenzado a plantear en la nota anterior, porque me parece que se pueden hacer varias lecturas o interpretaciones. La verdad es que estoy en una edad en la cual ya no quiero perder más el tiempo. Si miro hacia atrás, siento que perdí 10 o 15 años de mi juventud por no tener objetivos claros o por hacer planes cortoplacistas. No es casualidad que otras personas de mi misma edad hoy estén mejor posicionadas, y seguramente todo lo que tienen lo han logrado con esfuerzo y constancia. Cabe hacer la salvedad de que en el común de los casos no son brillantes ni tienen un talento descollante, pero pudieron progresar con algo tan simple como ponerles pilas a sus proyectos. Si hay un factor clave para emprender todo lo que viene después, es cuidar la salud. Por mucha guita que tengas, no vas a llegar muy lejos si no estás en condiciones de desarrollarte con plenitud. Por eso hay que reiterar la importancia de la salud mental en la vida cotidiana, que merece ser equiparada al mismo nivel de relevancia que la salud física.


Una vez una persona que me conoce bien me dijo: “Mientras vos no cambies, nada va a cambiar”. Tenía razón, aunque la frase no fue muy precisa respecto a los cambios que debería adoptar para alcanzar un mayor bienestar. Pero así como los demás te conocen, se supone que uno mismo también se conoce lo suficiente como para saber qué clavijas tiene que ajustar. Yo puedo decir que muchos hábitos que empecé a incorporar últimamente me están dando resultado. Pero es necesario esperar y no bajar los brazos. Como soy bastante impaciente, la ansiedad me juega en contra, y hay que entender que vivimos en una sociedad donde cualquier proceso demanda un tiempo considerable. Quedarse en la cama pensando boludeces no te aporta nada, es una cuestión de sentido común, porque tu mente sigue activa y esos vericuetos te llevan a lugares que no son lo que vos querés, los que te hacen bien. Por supuesto, una persona que está atravesando por un cuadro depresivo no puede salir adelante fácilmente si no cuenta con la ayuda de un entorno que la sostenga en ese trance. También podemos mencionar a quienes sufren fobias o ataques de pánico, son víctimas de un miedo irracional tan discapacitante que te bloquea de tal manera que ni siquiera podés salir a la calle. Estaría bueno que empecemos a hablar más de estas situaciones porque son más frecuentes de lo que parece. En una nota anterior, yo decía que esos trastornos o enfermedades posiblemente existan desde hace siglos, antes de que lo hiciera la psiquiatría y la psicología. Alguien que nació en la Edad Media, por dar un ejemplo burdo, no tenía acceso a ninguna contención o tratamiento, su destino era permanecer encerrado en un manicomio hasta que se moría. No había ninguna chance de que se recuperara y que pudiera hacer una vida normal. En ese sentido, hoy contamos con bibliografía, con estudios, ensayos clínicos, mucha información disponible que permite poner en el debate la salud mental y romper con los estigmas y prejuicios.


En los grandes medios, estos hechos son noticia cuando alguien de la farándula admite haber padecido estos problemas. Por eso es un gran avance que haya gente como Gastón Pauls que hable abiertamente de sus adicciones, de lo difícil que es salir, que tenga la voluntad de dejar un mensaje para ayudar a otros. Lo que tu entorno percibe no siempre es un reflejo de lo que sos. Mucha gente que nos rodea consume drogas y si no fuera porque algunos de ellos lo han reconocido públicamente, uno nunca se lo imaginaría. Tendemos a pensar que las adicciones están ligadas a drogas ilegales como la cocaína, pero permítanme afirmar que las drogas consideradas sociales, como el tabaco o el alcohol, también hacen estragos. Por otra parte, hay médicos que recetan a sus pacientes una cantidad desmesurada de pastillas, supuestamente para que éstos se sientan mejor, pero el resultado termina siendo perjudicial porque los efectos adversos son superiores a los potenciales beneficios que surgen de administrar esa medicación. Yo he visto algunas veces a personas dopadas por pastillas y sinceramente es una sensación muy desagradable. Es como verlo hoy por hoy a Charly García, que ni siquiera puede expresarse con fluidez. Ahí tenés el caso de una figura pública a la cual supe admirar muchísimo, pero que desde hace 20 años está totalmente quemada, hecha un despojo. En fin, no es mi intención ponerme a hablar de Charly en este momento. Sólo lo tomé como un caso en el cual resulta evidente que los años de excesos le pasaron factura, pero que además el tratamiento de rehabilitación lo dejó en un estado lamentable. Si empezamos a aceptar que cualquiera puede pasar por trances que ponen en jaque el bienestar mental, estaríamos dando un gran paso hacia una sociedad que tenga una mirada más empática y no tan careta. Es decir, propiciando que los vínculos que cada uno va estableciendo no se vean resentidos por el padecimiento de una enfermedad que tiene a la contención como uno de sus pilares para emprender una recuperación. Los libros de autoayuda son un gran negocio, más allá de que algunos puedan tener un enfoque interesante. En muchos casos, ni siquiera están escritos por profesionales idóneos, y su presencia en las listas de best sellers sólo contribuye a banalizar estas problemáticas que afectan a buena parte de la población. No niego que hemos avanzado, pero debemos entender que indagar en las causas de una enfermedad es más complejo de lo que se cree.


Para no hacerlo más largo, podemos afirmar que encarar un cambio en el plano personal implica cuestionarse actitudes y conductas que seguramente dábamos por sentado. A lo largo de mi vida, mi prioridad ha sido siempre ser auténtico, mostrarme tal cual soy. Habrá gente que no esté de acuerdo, pero en mi caso eso no es negociable. No me parece lógico adoptar una impostura para fingir ser otro, y tampoco debe ser saludable sostener ese engaño por tiempo indeterminado. Pero se supone que cada uno sabe cómo actuar. Sea como fuere, hay algo que es rigurosamente cierto: Si nos quedamos sentados esperando un cambio hacia afuera, estamos perdiendo el tiempo. Se trata de un proceso interior, y cuanto antes pongamos manos a la obra, más resilientes seremos en el futuro. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

7 de noviembre de 2025

El más cuerdo siempre termina siendo el más delirante

 

Viernes en la ciudad. Está por finalizar una semana que transcurrió sin mayores novedades, pero a esta altura del año no creo que tengamos muchos hechos relevantes para mencionar. Estoy tratando de organizar mi tiempo para poder rendir en mi trabajo de la mejor manera posible y destinar unas horas al descanso. Hoy publiqué una entrevista que hice a un funcionario del Municipio. La verdad es que no tengo nada para reclamar porque la idea de hacer una nota fue mía, lo que pasa es que yo no pensaba que se iba a extender tanto, fueron de más de 20 minutos de audio, con un palabrerío confuso que tuve que desgrabar y editar. Por supuesto, yo esperaba encontrarme con algo más interesante, pero no había forma de prever cómo iba a ser el desarrollo de la conversación. A veces las cosas no salen como uno lo imagina. Sea como fuere, lo importante es seguir generando contenido propio, porque en definitiva eso es lo que marca la diferencia.

Hay que aprender a templar el espíritu y mantener la calma. Ultimamente tengo mucha ansiedad y estrés, ya hace unas semanas que vengo así, y más allá del malestar, no creo que tenga sentido quejarse. Llegado el momento lo hablaré con un médico, y mientras tanto, las únicas opciones no farmacológicas que se me ocurren para bajar un cambio son continuar con las caminatas y el entrenamiento en el gimnasio. Hasta no hace mucho, cuando tenía algún problema de salud, o quería conocer los efectos de alguna medicación, buscaba en Google, pero la verdad es que no está bueno diagnosticarse por Internet. No sirve de nada, porque te das manija al pedo creyendo que tus síntomas tienen que ver con una determinada enfermedad. Ahora que lo pienso bien, antes de que termine el año me tengo que hacer un chequeo de rutina, para asegurarme de que todo esté en orden. Sin dudas, la salud es el capital más preciado que podemos tener, mucho más valioso que el dinero. Yo estoy en una edad en la cual ya debo tomar algunos recaudos, por eso es atinado realizarse análisis clínicos como una forma de actuar sobre la prevención y la detección de los factores de riesgo.

Me parece un gran avance que se haya comenzado a dar valor a la salud mental. Antes la gente pasaba toda su vida padeciendo algún trastorno de ese tipo y nunca recibía la atención profesional que le hacía falta. No era habitual hablar de depresión, de fobias, de ataques de pánico, o lo que fuere. Había muchos prejuicios, y por eso muchos prefirieron ocultar su condición, se tuvieron que resignar a sufrir en silencio. En ese aspecto podemos decir que hemos progresado como sociedad. Afortunadamente, cada vez son menos los pacientes que transcurren toda su vida internados en un neuropsiquiátrico. En la mayoría de los casos no representan un peligro o una amenaza para terceros, más allá de que su comportamiento sea distinto al del resto. Todavía hay que seguir en este camino para desmitificar por completo a las enfermedades mentales. Nadie está exento de que en determinado momento le chifle el moño. Ojalá aprendiéramos a ser más empáticos, e intentar comprender lo que al otro le toca afrontar. Hoy disponemos de abundante bibliografía, hay muchos estudios clínicos, nuevos enfoques, y todo ello es un gran paso para naturalizar y poner en el tapete aquello que durante muchos años permaneció escondido en algún lugar. Hacer terapia es una elección que tiene que ver con el bienestar, no es un capricho para perder el tiempo. Pero muchas veces cuesta dar con el profesional adecuado para sentirnos cómodos durante la consulta. Si hay un punto para destacar, es que todos nos merecemos la oportunidad de salir adelante. Es normal atravesar por una crisis en una determinada etapa de la vida, no siempre estamos preparados para sobrellevar una carga que pone en jaque nuestras fuerzas. Si aceptamos que no podemos solos, vamos a empezar a adoptar un criterio diferente respecto de la conveniencia o no de pedir ayuda.

Hoy por hoy, no es extraño que tengamos un familiar, un amigo, o un conocido que la está peleando para salir de una depresión. La vida tiene muchos momentos de quiebre que nos ponen a prueba constantemente. Si una persona perdió a un ser querido, es lógico, casi diríamos predecible, que se sienta tan mal que caiga en una depresión, y todo lo que ustedes deseen agregar. Pero no es la única razón por la cual el desgano, la falta de motivación y las crisis nerviosas empiezan a afectar el funcionamiento de nuestra mente. La insatisfacción, el estancamiento, el no encontrarle sentido a nada, son algunos de los síntomas de un cuadro depresivo. Obviamente, yo no soy psicólogo ni psiquiatra, pero lo que trato de explicar es que es posible padecer una patología de este tipo por fuera de los casos más obvios y esperables. Es un tema que da para hablar largo y tendido, y cuanto más se hable y se difunda, más preparada estará la sociedad para no estigmatizar ni juzgar al pedo. Bueno, amigos, seguramente si estoy con pilas para el próximo posteo, vamos a seguir analizando estas cuestiones, y el posicionamiento erróneo que se ha hecho de la salud mental durante años. Por eso, hay que continuar haciendo docencia para que demos un paso más hacia la aceptación de la salud mental como un cúmulo de patologías que no se ven, pero que le joden la existencia a millones de personas en el mundo. Punto final.  

 

2 de noviembre de 2025

A no aflojar: La rueda sigue girando

 

Arrancamos noviembre. No falta mucho para que termine el año, y cada uno podrá hacer su balance o evaluación de este ciclo. Yo por el momento prefiero no decir demasiado, a priori me parece que ha sido un año difícil, pero que todavía puede depararnos sorpresas.


Los últimos días de octubre estuve bastante complicado económicamente. Surgieron gastos imprevistos y no me quedó otra que arreglarme con la plata que tenía en la cuenta del banco. Otro factor que influyó fue que todavía no cobré ni un peso de lo que me corresponde por el plan de empleo en el que estoy inscripto. Estoy consultando en los foros de las redes sociales, pero al parecer todos los beneficiarios están en la misma, así que sólo resta esperar. No es una suma que me vaya a cambiar la vida, pero por supuesto que todo ayuda, además de que yo laburé más de lo habitual para ganarme el derecho a cobrar esa guita.


Lo único que sé es que no quiero pasar por una situación similar en noviembre, me refiero a terminar con la lengua afuera. Nunca tuve la ambición de ganar mucho dinero, sólo quiero disponer de lo necesario para transitar el día a día, teniendo en cuenta que, cuando finalizan las cobranzas, hay que arreglarse con los fondos que uno recaudó hasta ese momento. Pensándolo bien, en años anteriores estuve más corto de efectivo que ahora, así que en ese sentido ha habido un cambio positivo. Pero hay que situarse dentro de un contexto. Es posible que yo antes gastara más plata en boludeces, y es importante contemplar esas cuestiones antes de efectuar una comparación. Pero si uno se propone una mejor administración, lo que hay que hacer es anotar todo, día tras día, aunque te parezca una pavada haber ido al kiosco a comprar un atado de cigarrillos. Es decir, hay que aprender a llevar una contabilidad casera. Creo que es una estrategia útil para tener más presente cualquier gasto que pueda surgir. Por suerte, no tengo deudas, es algo que siempre he tratado de evitar. La última vez que saqué un crédito fue para comprar una nueva computadora, porque no disponía de toda la plata para pagarla al contado. Son cosas que pasan: Me puse las pilas, pagué todas las cuotas en término, y ya está. Si en el futuro tengo que hacer una compra que no puedo postergar, veré cómo me las rebusco. Al igual que si fuera un presupuesto, hay que tener una partida para hacer frente a gastos corrientes, como pueden ser los insumos. Es el costo que vos tenés por hacer tu trabajo, y por lo tanto eso no te puede faltar. Por ejemplo, una imprenta necesita sí o sí contar con tinta y papel. Y cada rubro tendrá lo suyo.


Como les puede suceder a cualquiera de ustedes, si yo tuviera un registro más eficiente, seguramente llegaría más holgado a fin de mes. Básicamente, aprendería a reconocer e identificar esas erogaciones superfluas que uno ya tiene incorporadas y de las cuales (a veces) cuesta mucho prescindir. Todo lo que hay que hacer es poner manos a la obra, no está mal darnos un gusto, pero si aquello que nos gusta representa un gran desembolso de nuestros ingresos, habrá que dejarlo para otra ocasión. Hoy por hoy, lo que uno cobra todos los meses ya no rinde como antes. Es lo que nos toca, ya he dedicado varias notas del blog a hablar sobre eso, y es evidente que no va a cambiar en el corto plazo.  


En fin, vamos a dar vuelta de página. Para este mes que recién comienza tengo las mejores expectativas. Siempre surgen hechos inesperados que implican una exigencia mayor a la que imaginábamos, hay que lidiar con eso, de lo contrario la vida sería previsible, rutinaria, y aburrida. En los primeros párrafos de este posteo yo mencionaba que este año no ha sido sencillo de afrontar, porque siento que no alcancé muchos logros en el plano personal. Atravesé por varios bajones, hubo momentos en que no tenía ninguna motivación de emprender nada, estaba bloqueado. Pero lo que rescato es que, pese a ello, seguí adelante con mi trabajo, y en la segunda mitad de 2025, sumé el hábito de las caminatas y del gimnasio. Cubrí las dos elecciones que hubo en septiembre y en octubre, con la premisa de brindar a los lectores la mejor calidad periodística. La campaña electoral me provocó mucho estrés, pero estoy satisfecho con lo que pude lograr. Nunca me quejaría de mi laburo, porque es lo que elegí hacer. Por lo tanto, si ante determinada coyuntura hay que esforzarse más, habrá que hacerlo para obtener un mejor resultado.


Por eso el desafío es levantar la puntería en los dos meses que restan, para encarar el próximo período con otra perspectiva. En esta época es frecuente pensar en el paso del tiempo, y aunque el envejecimiento es inevitable, hay diversas formas de transitarlo. Lo único valioso de ese proceso es adquirir experiencia, tener objetivos más claros. Cuando uno recién empieza a darle forma a un proyecto, hay mucha ilusión, pero también abundan las expectativas irreales. Si conocés tu target, eso representa un gran paso, porque su esfuerzo va a ir orientado a la gente que consume tus productos o servicios. En mi caso, un servicio informativo a través de un portal Web no tiene una gran audiencia de adolescentes. La gente que se pone a leer una noticia o a ver las fotos debe tener de 30 años para arriba. Entonces, si vamos a indagar en lo que significa el paso de un año a otro, podemos llegar a varias conclusiones. Inexorablemente seremos más viejos, pero aun así podemos encontrar aspectos interesantes para poner del otro lado de la balanza. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

26 de octubre de 2025

Resultados sorpresivos

 

Magnífica jornada de domingo. Estamos disfrutando de una tarde hermosa, a pleno sol, luego de dos días de lluvia y viento. Hoy fui a votar temprano, me tocó la misma escuela que en las elecciones de septiembre, aunque la ubicación de la mesa era diferente. En este blog ya hemos hablado bastante de la boleta única y de las elecciones, así que sólo resta agregar que fue un trámite ágil y rápido. No hubo grandes filas ni aglomeraciones: Todavía no tengo el dato de qué porcentaje del Padrón concurrió a votar, pero lo que puedo afirmar es que todo se desarrolló con normalidad. A mí no me molesta para nada ir a votar, he participado de todos los comicios y creo que lo seguiré haciendo durante toda la vida. No entiendo a esa gente que busca alguna excusa o artilugio para no ir a las urnas. Creo que si no participamos con un sufragio cada dos años, no estamos en condiciones de reclamar ni de exigir nada. En la Provincia, competían 15 listas de candidatos a Diputados Nacionales. Son muchas opciones como para no elegir ninguna. Veremos qué pasa con el oficialismo. Para posicionarse en el escenario político, La Libertad Avanza tiene que cambiar de libreto y emprender una renovación. Hay personajes patéticos que salen en los medios diciendo barbaridades en nombre del partido y que le hacen un flaco favor. Toda esa gente debe llamarse a silencio. Los libertarios llegan a estos comicios con un contexto económico complicado. La coyuntura no da señales de recuperación, y hay muchos argentinos decepcionados con esta realidad. No es para menos: El dólar sigue subiendo, se dispara el riesgo país, el mercado interno no repunta, cae el consumo, y cierran muchos locales. Los sueldos están congelados y la plata ya no alcanza, porque se encareció el costo de vida. Ello hace que el común de la gente no cuente con un excedente para volcar en el consumo de determinados bienes. Obviamente, se prioriza lo esencial para vivir, y después se ve si sobra algo para realizar otro tipo de gastos. La inflación se mantiene baja, pero los precios no aumentan porque no hay demanda. A ningún comerciante le conviene una remarcación excesiva porque los pocos clientes que tiene desaparecerían como por arte de magia.

En los días previos a la elección, miré con detenimiento un facsimil de la boleta. Fue así como constaté que no hace falta ser un erudito para comprobar que tenemos como candidatos a un runfla que sólo puede postularse en un país como la Argentina. Y digo esto sin referirme solamente a las listas de LLA y Fuerza Patria. Lo que pasa con LLA es que se han subido al tren muchos tipos que no encontraban lugar en ningún lado y terminaron recalando en el partido violeta, por eso se convirtió en una bolsa de gatos. Acá en Lobos lo sabemos muy bien. Por supuesto, cada uno puede participar y militar en la fuerza política que le plazca, pero del mismo modo yo tengo el derecho a no avalar con mi voto esas candidaturas. Como siempre, se impondrá lo que decida la mayoría. De Milei se dicen muchas cosas, y yo creo que lo que lo sostiene es el electorado anti K. Lo que me defrauda de las figuras que tiene hoy Fuerza Patria es que le sigan profesando lealtad y devoción a Cristina. Muchachos, Cristina no vuelve más, está condenada, y la única salida que tiene es que en el futuro algún peronista que asuma le otorgue un indulto. No me interesa discutir con nadie si es culpable o no, para eso están los fiscales y los magistrados. Kicillof es un cuadro político interesante, pero tiene que encarnar la renovación y despegarse de CFK. Siguen haciendo un peregrinaje al domicilio donde Ella está presa con la tobillera. Es patético, dejémonos de joder, no puede ser que no haya ningún liderazgo dentro del peronismo con tantos militantes valiosos que tiene. Es lo mismo que pasaba cuando Menem tuvo una breve prisión domiciliaria durante el gobierno de la Alianza y los obsecuentes de siempre lo iban a visitar y a pedirle consejos. El kirchnerismo hoy está extinguido porque sus referentes están presos o muertos, pero pese a ello los libertarios no han sabido aprovechar ese vacío institucional para afianzarse en la consideración pública.


Milei ganó en 2023 porque la sociedad estaba harta de ver las mismas figuritas cada dos años. Hoy sabemos que no es suficiente con ser un outsider para poder gobernar. Los mismos estratos sociales que constituyen su núcleo duro hoy se sienten decepcionados porque ven mermados sus ingresos, en medio de una recesión y una malaria sin precedentes. Sí, puede ser cierto que si ganaba Massa íbamos camino a una híper, pero eso ya pasó, ya es historia contrafáctica. Ahora es momento de dejar de lado los fríos números del superávit fiscal y de volcar algo de plata en el bolsillo de la gente. Los impuestos son muy altos, Milei prometió bajarlos, también estaba la promesa de dolarizar, de cerrar el Banco Central. Bueno, lo que estamos viendo hoy es que el Central interviene cada vez con más frecuencia para contener al dólar, sumado ello al Tesoro de EE.UU. Por supuesto, no todos tenemos la posibilidad de ahorrar o invertir en dólares. Si apenas nos alcanza para ir a comprar lo básico al almacén o al súper, sería un delirio pensar que vamos a destinar nuestro dinero al mercado financiero. Nadie brinda un paliativo a los jubilados, a los discapacitados, a los desempleados. Son sectores que permanecen excluidos desde hace años. Hubo alguna etapa en la que la clase pasiva estuvo mejor, pero tampoco fue una cosa de locos como para hacer alarde de eso. Mientras tanto, los cabezas de termo siguen yendo a San José 1111 a visitar la cárcel de Cristina. Basta, loco, ya tuvieron su oportunidad, ya fueron Gobierno, ahora tienen que barajar y dar de nuevo. ¿Taiana va a ser diputado? ¿En serio? ¿El mismo tipo que militó en agrupaciones extremistas los 70 y que se benefició con el vacunatorio VIP en la pandemia? ¿Y qué me dicen de Grabois, otro impresentable que pelea en los primeros lugares de lista? Como se ve, todos tienen un muerto en el ropero, por eso me parece que antes de rasgarse las vestiduras por los sucedido con Espert, que ya renunció, sería bueno preguntarse por casa cómo andamos. Eso sí: Cuando se trata de votar para aumentarse los sueldos, tanto diputados como senadores se ponen de acuerdo enseguida. Es decir que, cuando les conviene, no hay grieta que valga. Ganan más de 9 millones, ¿eso a cuántas jubilaciones mínimas equivale? No más preguntas, señor Juez. Nos estamos viendo dentro de dos años, en la próxima elección. Punto final.

24 de octubre de 2025

Un escenario de incertidumbre llena de dudas las elecciones del domingo

 

Lluviosa tarde de viernes en la ciudad. Llegamos al fin de una semana que tuvo escasa actividad periodística. No hubo muchas noticias para publicar, y todo parece indicar que seguirá así en los próximos días. Habrá que agudizar el ingenio y la creatividad para continuar publicando material en el diario digital. A nivel macro, venimos de una agitación política y económica como hacía tiempo que no se vivía. La decisión de Trump de otorgar un rescate financiero a la Argentina para contener la volatilidad de los mercados está siendo muy resistida por el establishment del país del Norte. A ello se le suma la posibilidad de que los yanquis incrementen la compra de carne argentina. Los productores agropecuarios de Estados Unidos pusieron el grito en el cielo, pese a ser un sector que ha brindado su apoyo a Trump en las elecciones. Legisladores republicanos y demócratas han manifestado sus rechazo al desembolso que el Tesoro planea hacer para evitar una nueva escalada del dólar y del riesgo país. Pero como las propias autoridades de la Casa Blanca afirmaron, la ayuda a la Argentina está condicionada al resultado de los comicios. Si Milei pierde, ellos le soltarán la mano. Es difícil imaginarse al oficialismo masticando la derrota y recibiendo un nuevo salvataje de Washington.


Milei parece estar siempre al borde de un brote psicótico. Es casi imposible prever lo que va a decir en una entrevista o en un tuit. Se supone que la máxima autoridad del país debe caracterizarse por la mesura y la tolerancia, pero esas no son virtudes que el líder libertario acostumbre a cultivar. No sería extraño, como han dejado entrever algunos medios, que le estén suministrando al Presidente alguna medicación psiquiátrica para contener esos desbordes que son cada vez más frecuentes. Por supuesto, sus seguidores encontrarán la manera de justificar esas actitudes, los insultos y exabruptos, la falta de escrúpulos, y todo lo que ustedes deseen agregar a la lista. No sé, Menem cantaba, jugaba al golf, al fútbol, era frívolo, pero pese a ello, en los ‘90 no existía un repudio como el que podemos ver hoy hacia la figura de Milei, cuando encabeza un acto en el Movistar Arena que termina siendo un papelón sólo apto para fanáticos. Cualquier persona con dos dedos de frente diría que no se imagina a un Presidente cantando y bailando en medio del naufragio. Quizás, si la economía mejorara y si la mayoría de la gente llegara con su sueldo a fin de mes, todos estos disparates no le cambiarían la vida a nadie. La gente estaría dispuesta a tolerar el bochorno si tuviéramos una estabilidad real. Es decir, no alcanza con tener un bajo índice de inflación, sino que además los ingresos de cada asalariado deben ser suficientes para acceder a los bienes básicos. Estuve observando la boleta única, una réplica de la que vamos a recibir el domingo, y la verdad es que las listas que se presentan son lamentables. Un tipo como Taiana no me inspira confianza como para votar al peronismo. Por el lado de LLA, Santilli tampoco es alguien que represente una garantía de honestidad. Después, si uno mira el resto de las listas, podés encontrar personajes nefastos como el mediático abogado Fernando Burlando, el matarife Alberto Samid, el ex Ministro Florencio Randazzo, el pseudoperiodista Santiago Cúneo… Bueno, un cambalache.


Hay varios factores que inciden para que las elecciones del domingo carezcan de interés. En principio, el nuevo sistema se adoptó sin tener en cuenta que mucha gente no sabe cómo votar. Seguramente, con el correr de la jornada electoral, nos daremos cuenta de si es más ágil la votación o si se pierde más tiempo que antes. En teoría, lo único que hay que hacer es marcar un casillero con una cruz, no parece ser algo muy complicado. Pero si se trata de votantes indecisos, es probable que hayan elegido a una lista y luego se hayan inclinado por otra utilizando la misma boleta, con lo cual el sufragio será nulo. Tampoco está claro si está permitido llevar una lapicera para votar. Lo más lógico sería usar solamente aquella que entregan las autoridades de mesa, pero puede pasar cualquier cosa. Doblar una boleta tan larga no será tarea sencilla, pero yo creo que no serán tan estrictos, siempre y cuando el lado visible sea el dorso. Habría que explicar a la ciudadanía que en el caso de haber cometido algún error y advertirlo a tiempo, el votante puede acceder a otra boleta para enmendar esa situación y que el sufragio sea válido. Para evitar toda esta confusión, hubiera sido más sensato seguir con el mismo sistema de siempre en las elecciones de este año, y empezar a preparar todo para que los cambios entren en vigencia en 2027. A nadie le debe gustar estar frente a una papeleta larguísima y una lapicera en un biombo de cartón para emitir su voto, no es un ambiente propicio para emitir el voto con tranquilidad. Reemplazar al cuarto oscuro por este receptáculo berreta carece de sentido. Sin embargo, en un mediano plazo, también podría suceder que la gente se acostumbre al nuevo sistema y que resulte más ágil que lo esperado.


Si el oficialismo les restara importancia a estos comicios, una eventual derrota tendría menos impacto que si se sigue apostando a todo o nada. Ya les pasó en las bonaerenses del 7 de septiembre, donde recibieron una paliza sin precedentes. Esa falta de cintura política los dejó sin reacción: Estaban tan confiados en que la gente los apoyaría que el mazazo fue terrible. Eso sí: Ya encaminados a una nueva pulseada, está claro que no escarmentaron. Deberían concentrarse en la gestión y hacer una autocrítica para corregir el rumbo. Pero son demasiado soberbios como para esperar que admitan sus errores. La soberbia, la arrogancia, y la crueldad para llevar adelante medidas impopulares los pusieron contra las cuerdas. Si no hubieran sido castigados por el voto, seguramente seguirían subidos al caballo como si nada. Si ellos mismos consideran que estas elecciones son un plebiscito de la gestión, más duro será el golpe que recibirán en caso de que la voluntad popular les sea esquiva. Hoy por hoy, el voto opositor se abroquela en el peronismo. Buena parte del electorado expresará su disconformidad con el Gobierno votando al partido opositor más popular. Es decir que ese caudal no proviene solamente de militantes o simpatizantes: Dicho de otra manera, es posible que los ciudadanos independientes sumen sus voluntades a Fuerza Patria porque perciben que es la principal opción del arco opositor. Por eso la campaña que han hecho en los spots radiales y televisivos se centra en “poner un freno a Milei”. Eso es lo que seduce al elector, el hecho de pensar que con ese voto le está marcando la cancha al Gobierno. Mientras tanto, se suceden los cambios de Gabinete, lo cual demuestra un desgaste entre los sectores más recalcitrantes de la Rosada. Sólo falta oficializar el nombramiento de Santiago Caputo para propiciar una diáspora aún mayor. Es sabido que el asesor presidencial enfrenta una resistencia interna con algunos ministros de peso, de manera que no sería lo más conveniente en esta coyuntura otorgarle un cargo político de esa magnitud. Veremos qué pasa después del domingo. No caben dudas de que, gane quien gane, los guarismos que se obtendrán de las urnas dejarán mucha tela para cortar. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

18 de octubre de 2025

Un Gobierno que no da respuestas se encamina hacia una nueva derrota

 

Como se preveía, durante el fin de semana pasado hubo bastante actividad, luego se planchó, y en estos días no hay mucho para informar, a decir verdad. No falta demasiado para que haya que votar otra vez, y yo creo que no se ha hecho suficiente docencia respecto a cómo sufragar con la boleta única. Si bien no es muy difícil, es algo nuevo, quizás lo más atinado hubiera sido dejar esos cambios para más adelante, pero todos sabemos que este país es el reino de la improvisación. Es lógico pensar que mucha gente no esté al tanto de las modificaciones. Recién ahora, en la Plaza 1810 aparecieron algunos stands de los partidos políticos para explicar a los vecinos cómo será la jornada electoral. Básicamente, se debe hacer una marca con un bolígrafo en uno de los casilleros de la boleta, según el candidato que cada uno elija. Pero no faltarán aquellos que tilden más de un casillero, con lo cual se supone que ese voto será nulo. En la Provincia, hay 17 listas a diputados nacionales. La de La Libertad Avanza sigue con la cara de Espert, pese a que por el escándalo de público conocimiento, tuvo que resignar su candidatura. Ese lugar lo ocupará Diego Santilli, que no es muy carismático que digamos.


Cambiando de tema, lo que podemos afirmar es que Lobos no muestra señales de crecimiento. Hace bastante tiempo que la ciudad carece del impulso que supo tener. Por ejemplo, el municipio anunció hace unos días la pavimentación de seis cuadras, una cifra ínfima, por más que digan que la obra se hará con fondos propios. Al común de la gente no le interesa de dónde salga la guita, siempre y cuando ese dinero se vuelque para el mejoramiento de la infraestructura de la ciudad. El asfalto siempre es bienvenido, pero no hace falta ser muy perspicaz para suponer que hay otras prioridades. Por ejemplo, un plan de viviendas. No se trata de entregar casas gratuitamente, sino de ofrecer una financiación en cuotas que resulte accesible para poder acceder al techo propio. Los alquileres suben constantemente e implican una erogación importante del sueldo promedio. Y cabe detenerse en una situación que se viene percibiendo desde que asumió la gestión libertaria. Los sueldos son bajos, y aunque los índices de inflación no sean significativos, ello implica que el acceso a la canasta básica es cada vez más lejano. Si al costo del alquiler le sumamos los impuestos nacionales y las tarifas de los servicios públicos, nos encontraremos ante un monto considerable que se lleva buena parte de los ingresos. Esos gastos fijos no contemplan otras variables como el valor de los medicamentos. Si vamos a la canasta básica, cualquiera que vaya al supermercado podrá comprobar que un kilo de carne vale más de 10.000 pesos. Es un alimento esencial, que difícilmente se pueda reemplazar por otro. Para ser precisos, con dos o tres productos que uno lleve de la góndola ya supera esa suma. Es decir, que para mantener un hogar promedio hay que desembolsar un mínimo de 10.000 pesos por día. Claro está que en el caso de tener un auto se acumulan muchas erogaciones más: Patente, combustible, VTV, seguro. En el supuesto de que un asalariado gane un millón, tendrá que ajustarse bastante para llegar a fin de mes. Casi la mitad de ese dinero que percibe irá destinado a pagar el alquiler. Y con lo que le queda en el bolsillo, tendrá que pagarle al fisco y comprar los comestibles para consumir cada día. No sé, puse el ejemplo de un millón de pesos porque en primera instancia pensé que alcanzaba, pero ahora que me pongo a hacer números, no es una cifra que permita hacer frente a todos los gastos.


Con estos indicadores, podemos afirmar que llegamos a la última etapa de 2025 con un clima enrarecido. El sostenimiento artificial de los mercados por la intervención del Tesoro de EE.UU. no se extenderá más allá de las elecciones. ¿Cómo seguimos después? Toda esta movida que están haciendo los yanquis no es gratis, ellos no van a otorgar un préstamo o un swap para quedarse con las manos vacías. Se han encontrado con el contexto ideal para poder meter presión, ellos saben que les debemos un favor. Una de las condiciones tiene que ver con limitar el rol y la influencia de China en la región. Aunque políticamente estemos en las antípodas, se trata de un socio estratégico de la Argentina. Los chinos son uno de los principales compradores de la soja que exportamos. Por esa razón, más allá de no compartir la forma de gobierno, es necesario preservar la relación comercial. Párrafo aparte, en las últimas ruedas financieras de la City la suba del dólar no pudo ser contenida ni siquiera con todo el arsenal que los funcionarios de Trump pusieron a disposición para evitar una escalada. La principal preocupación es que el salto de la divisa se traslade a los precios de la canasta básica. Si eso ocurre, el impacto de la volatilidad cambiaria se empezará a sentir en los bolsillos más humildes. Y como falta poco para las Fiestas, en esta época del año se suele dar un aumento de los productos que trae aparejado una mayor inflación. Vamos a ver qué pasa en los próximos días. Por ahora, lo que podemos anticipar es que el escenario post-electoral tiene elementos complejos de analizar. La Libertad Avanza puede sumar una nueva derrota si el Gobierno sigue obsesionado en complacer al FMI y no da indicios de reactivar la economía doméstica. Hay muchas alternativas que pueden implementarse para incentivar el consumo y recuperar el poder adquisitivo, pero la intransigencia de los talibanes del oficialismo se ha convertido en un escollo insalvable. Mientras tanto, el peronismo se ilusiona con dar otro batacazo el 26 de octubre. En la mayoría de los casos será un voto castigo. No son ciudadanos que comulguen con el ideario justicialista ni mucho menos que otorguen un respaldo incondicional a sus candidatos, sino que simplemente ven que la plata no les alcanza para vivir. Sólo resta sentarse a esperar. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

10 de octubre de 2025

Nada volverá a ser igual

 

Hola amigos, me reencuentro con el blog y con ustedes tras algunos días de ausencia. El transcurso de la semana no fue muy productivo, por momentos sentí que no había mucho para hacer, pero lo importante es que para este finde hay varias actividades programadas. Veremos qué pasa, por lo que dice el pronóstico tendremos lluvias nuevamente, pero nunca se sabe.


Trataré de darle prioridad a aquello que tenga más interés para los lectores, aunque por más olfato periodístico que uno tenga, es difícil saber qué atrae la atención del público. Como mencionaba en una nota anterior, mi búsqueda personal está orientada a tener objetivos por los cuales luchar y seguirla remando. Ya no pienso en el pasado, porque no hay forma de volver atrás el reloj. A veces surgen imágenes que sirven como disparador para recordar cómo era yo hace 10 o 15 años, o en qué contexto me encontraba. Es algo que aparece de forma inconsciente, no es que yo me ponga a pensar todo el tiempo en eso. Para mí, haber transitado buena parte del año con una idea más clara y precisa de lo que puedo hacer para mejorar, es un punto a favor. 


Probablemente tenga más sentido detenerse a observar el pasado reciente, porque ese ejercicio nos permite tener un registro de cómo ha sido nuestra evolución y en qué situación nos encontramos posicionados hoy. En la vorágine en que vivimos, se hace necesario hacer un repaso mental para poder dimensionar lo que hemos conseguido y otorgarle valor. Escribir en este blog es una tarea que emprendí hace mucho tiempo, más de 20 años. Y desde los comienzos me he propuesto darle continuidad porque me atrae la idea de poner en palabras aquello que me ha ido sucediendo y que nos parece tan complejo de expresar. Yo podría hablar de la actualidad política o de la coyuntura económica como hacía antes, pero hoy por hoy estamos saturados de información y es muy difícil aportar un análisis que sea original. Sí es interesante indagar en la reacción de provoca en la sociedad un determinado hecho o la difusión de una noticia. El rol del periodismo está cada vez más cuestionado. Hay personas que no saben ni hablar ni redactar y que pese a ello aparecen en los grandes medios, es decir que no se le otorga valor a la formación profesional que antes era vista como un requisito esencial para poder laburar en la prensa. Cualquiera adquiere notoriedad vistiéndose de influencer, haciendo videos para Instagram o Tik Tok, y obtiene una fama y una llegada masiva que antes sólo era posible con un programa de televisión. El alcance y el impacto de las redes sociales ha sido un fenómeno arrollador, todos consumimos ese contenido y muchas veces ni nos damos cuenta. Incluso, todos sabemos que si uno quiere leer los diarios por Internet, te dejan acceder a dos o tres notas y después te piden que te suscribas, lo cual obviamente implica disponer de una tarjeta de crédito para pagar un costo mensual. Por lo tanto, podríamos afirmar que el acceso a la información ha cambiado notablemente. A decir verdad, no es tan nuevo, hace algunos años que esto se empezó a notar. Muchos pensábamos que Internet iba a ser un camino para poder democratizar la comunicación, llegar a más voces, pero lo cierto es que todos buscan conseguir un rédito económico, y por esa razón en la mayoría de los casos hay que pagar para poder recibir las noticias o el contenido multimedia de un sitio. En cuanto al diario en papel, hace mucho tiempo que se viene diciendo que dejará de existir, pero pese a ello sigue circulando con normalidad. No tiene la tirada de antes, ha habido una merma en la cantidad de ejemplares que se vendían hace 30 o 40 años, y eso tiene que ver con que los hábitos han cambiado, ya que un diario impreso ha dejado de ser la única manera de informarse. En la actualidad, desde un celular, uno recibe al instante el acontecer de los hechos. Es decir, los mismos hechos por lo que hace un tiempo había que esperar que los diarios llegaran a los kioscos. Por supuesto, la televisión en su momento fue un mazazo, pero si nos detenemos a observar lo que ha pasado en el último tiempo, para muchos argentinos ya es un medio anacrónico. Los jóvenes y adolescentes no suelen destinar su tiempo a esa pantalla. Y la calidad de los programas que podemos ver desde la caja boba, ha ido cuesta abajo. Nadie va a hacer un gran desembolso para destinarlo a un formato que ya no ostenta el alcance y la popularidad que supo tener. Pero cuando advertimos la presencia de esos cambios, lo más probable es que ya se hayan producido mucho tiempo atrás. Como dije alguna vez, estamos en constante movimiento. Por ejemplo, la forma de escuchar música tuvo un golpe rotundo con el streaming y la decadencia de los formatos físicos. El auge de las plataformas como Spotify significó un gran cambio para la industria, que antes invertía en la promoción de los discos y destinaba plata para que los cortes de difusión tuvieran rotación en las radios. 


Quizás sea mejor aceptar que hemos llegado a un punto de no retorno. Si dejamos la mirada nostálgica de lado, vamos a descubrir que las nuevas generaciones han crecido con otras demandas e intereses, y con un dispositivo móvil al alcance de la mano.  Para ellos, tener conectividad a Internet es lo más normal del mundo, cuando muchos de nosotros crecimos con una conexión lenta y precaria hasta que llegó la banda ancha. No es casualidad la inmediatez que hoy predomina como un signo de los tiempos: Todo deber ser ya, al instante, no se admite esperar. Claro que esa urgencia conduce a desenlaces que está lejos de ser los que el sujeto está buscando, porque no adquirir el hábito de la paciencia y de la espera es un error. Tarde o temprano te vas a dar contra la pared, en un país donde para realizar cualquier trámite en una oficina pública es necesario esquivar la burocracia e insistir infinitas veces con toda la perseverancia y constancia que puedas conseguir. Nos estamos viendo pronto. Punto final.  

5 de octubre de 2025

A armarse de paciencia: Esto recién empieza

 

Entramos de lleno en el tramo final del año. Siempre que llega octubre hago una afirmación parecida, en ese sentido podríamos decir que no soy muy original. Ya empieza a hacer calor desde temprano. Si saliste a la calle por la mañana vestido con un buzo o pulóver, probablemente sudes la gota gorda cuando se acerca el mediodía. También habría que agregar que la ansiedad que uno suele acumular hace que la transpiración se propague por doquier en cualquier momento del día. Bueno, es lo que hay. Habrá que adoptar nuevas estrategias, cambiar de hábitos, todo lo que sea útil como una solución no farmacológica. Es decir, un estilo de vida que no requiera de medicación. Mucha gente logra bajar un cambio haciendo meditación, o con ejercicios de respiración consciente. Como tengo tantas cosas en la cabeza, a mí se me hace difícil concentrarme en un mantra o algo parecido, pero si otros lo pueden hacer, quiere decir que no es algo imposible de implementar. Es importante que cada uno conozca sus puntos débiles para saber que todas las acciones deben concentrarse ahí, para fortalecer la voluntad que suele flaquear en determinadas instancias. Digo esto porque es frecuente que nos aferremos a la comodidad, a lo ya conocido, y todo ello es un gran limitante, nos impide avanzar. La mayoría de nosotros sabemos lo que es recomendable para alcanzar el bienestar, pero eso no quiere decir que vayamos a cambiar de hábitos de un día para el otro. Si vas a ver a un médico, es casi seguro que te aconsejará caminar y hacer ejercicio. Está probado que es algo saludable. Pero nos resistimos un poco, vamos a decir las cosas como son. Nos cuesta sostener una caminata, porque siempre encontramos excusas para quedarnos en casa y no hacer nada. Por supuesto, esto no sucede con todos por igual. Hay personas que tienen una gran fuerza de voluntad y que realizan actividades al aire libre con constancia y dedicación. Han podido organizar su tiempo para emprender una caminata y cumplir con sus obligaciones laborales sin que una cosa interfiera con la otra.


Sin duda, lo que más nos cuesta es activarnos, dejar la pereza, ponernos las pilas. Yo retomé el gimnasio hace unos días, y a partir de ahora el gran desafío es mantener una rutina de dos o tres veces por semana. Como sucede con todo, uno arranca con mucho entusiasmo, pero después hay que compensar de alguna forma la falta de motivación para poder darle continuidad. Pensándolo bien, si nos inventamos excusas para ir postergando algo indefinidamente, pasará el tiempo y vamos a estar siempre en el mismo lugar. Todavía nos quedan por delante los últimos cartuchos de 2025, y es importante poder llegar a diciembre con la tranquilidad de que los 12 meses arrojaron un resultado positivo. Si nos quedamos esperando a que nos suceda un gran acontecimiento, se nos va a pasar la vida y no vamos a aprender a valorar los pequeños pasos que podemos dar para sentirnos mejor. Así que en eso estamos, tratando de renovar los esfuerzos para alcanzar ese estado de bienestar que nos merecemos. 


Según mi percepción, la sociedad está muy violenta y convulsionada. No puedo precisar cuánto hace que venimos así, pero no hay señales de que eso vaya a cambiar en un corto plazo. La grieta que existe no es solo por una preferencia política, sino que cualquier juicio de valor sirve para fomentar la polémica y la división. No nos ponemos de acuerdo en nada, lo cual es muy frustrante. Desde el oficialismo, la Libertad Avanza no cesa con su prédica confrontativa, muchas veces sin ningún tipo de argumentos. En lugar de buscar consensos, hacen exactamente lo contrario. Así es muy difícil que obtengan la adhesión de los bloques opositores para impulsar proyectos en el Congreso. Luego de la derrota en las elecciones del 7 de septiembre, deberían reflexionar sobre la estrategia que han adoptado, porque es evidente que no se logró el efecto esperado. El escándalo por la candidatura de Espert amenaza con repercutir negativamente en los comicios de este mes. Hoy más que nunca, es necesario evitar la confrontación, ya que no conduce a nada positivo. Antes, por lo menos, se discutía con altura, a otro nivel. En cambio, lo que vemos ahora es una descalificación constante de aquel que piensa diferente. La tolerancia es una virtud que todos debemos ejercer a diario si entendemos que cada uno es libre de expresar sus ideas como desee. Cualquiera puede tener una opinión distinta a la nuestra, pero lo que sí provoca hartazgo es que los demás nos pretendan convencer de su verdad. Bueno, eso es lo que hacen los partidos durante la campaña: Intentar seducir al electorado para que los vote. Habrá que armarse de paciencia, porque la etapa proselitista recién empieza. Nos estamos viendo pronto. Punto final.


30 de septiembre de 2025

Quien quiera oír que oiga

 

Ultimo día de septiembre. Transitamos el final de un mes que tuvo momentos de mucha intensidad, comenzando por las elecciones del 7/9 y siguiendo con las repercusiones del resultado de los comicios, la reacción de los mercados, la respuesta del Gobierno, y el salvataje provisorio de EE. UU. Ahora entramos en la recta final del año, y es difícil pronosticar qué nos depararán los últimos meses de 2025. A veces no somos conscientes del paso del tiempo, tal vez porque estamos acostumbrados a vivir en piloto automático. No somos capaces de valorar y disfrutar del día a día. La vorágine del ritmo de vida actual, que antes era propio de las grandes ciudades, se ha propagado a los pueblos del Interior. Todavía existe la hora de la siesta, ciertos rituales que se mantienen, pero por lo que he visto en tiempos recientes, ya no se vive con la misma tranquilidad de hace 20 o 30 años. Son tantas las cosas que han cambiado que es imposible enumerarlas en su totalidad. No puedo decir con certeza qué factores han incidido, pero lo que se ve en Lobos es que la gente circula muy apurada en sus vehículos, siempre con prisa, y no se dan cuenta de que están librando una carrera absurda, porque llegar a determinado lugar 5 minutos antes o después no hace la diferencia. Por otra parte, en Lobos la fisonomía de la ciudad se fue adaptando a los hábitos del público joven, pero aquellos que ya peinamos algunas canas no tenemos muchos lugares que nos identifiquen. Tiene que ver con el sentido de pertenencia, que no florece si hay locales comerciales de vida efímera. Si todo es tan fugaz y descartable, uno no puede sentirse partícipe de ese espacio que comparte con otros vecinos. Los clubes de barrio, por ejemplo, no suelen ser frecuentados por adolescentes. En la cantina los viejos juegan al truco o matan el tiempo con un partido de bochas. El fenómeno de los cafés de especialidad está sepultando la identidad de los viejos bares que supimos conocer, donde el café era para todos los parroquianos por igual, donde se podía pedir un vaso de vino berreta o una copita de licor sin quedar catalogado como un dinosaurio. La decoración de los locales posmodernos es siempre la misma, lo único que cambia es el nombre del negocio, pero fuera de eso es difícil encontrar rasgos que distingan a un lugar de otro. Posiblemente sea una moda, y como tal, en algún momento comenzará a languidecer, cuando deje de ser una novedad y la zona céntrica de la ciudad vuelva a reinventarse con otra propuesta comercial. Lo que es digno de destacar es la visión del dueño de un emprendimiento cuando logra detectar una necesidad, algo que el público está demandando, y destina su inversión a satisfacer ese nicho del mercado.

 

En el tiempo que resta hasta el final del año, es fundamental tener una mirada amplia para que el balance de los 12 meses arroje un resultado positivo. En mis últimos posteos, por ejemplo, mencioné que este año no ha sido muy provechoso en el plano personal. Sin embargo, estoy convencido de que tuvo buenos momentos. Es evidente que cuando me propuse analizar este ciclo, no he reparado en esas buenas rachas, y por lo tanto no les he otorgado una valoración significativa. Por lo general, el tránsito por etapas de crisis e incertidumbre hacen que la balanza se incline hacia lo negativo. Si nos tocó atravesar situaciones difíciles, no caben dudas de que dejarán  huella en nuestra memoria y en nuestro futuro accionar. Pienso que lo más importante es descubrir que hemos aprendido algo de ese recorrido aciago. Cuando todo marcha sobre ruedas no es frecuente que pensemos en haber aprendido una lección, simplemente nos dejamos llevar, porque queremos disfrutar de ese viento a favor. En cambio, si las cosas no salen bien, el único consuelo que nos queda es decir que nos sirvió para corregir el rumbo. A priori, podríamos afirmar que nada puede ser tan terrible como para opacar por completo lo sucedido en el transcurso de un año. Pero todos sabemos que lo imprevisible, lo imprevisto, es parte de la vida misma. El camino se hace al andar, no hay nada escrito con anterioridad. La mayoría de nosotros tenemos que tomar decisiones urgentes, contra reloj, en situaciones críticas. Y si no tenemos margen para evaluar posibles consecuencias, todo se vuelve más difícil. A nadie le agrada tener que decidir bajo presión, pero lo cierto es que es algo que se da en el común de los casos. Todos hemos escuchado alguna vez historias de resiliencia sorprendentes, de personas que sufrieron la pérdida de un ser querido y pese a ello supieron hacer el duelo y seguir adelante. No todos pueden recuperarse luego de haber vivenciado un golpe semejante, y es oportuno recordar que el duelo es un proceso cuya duración no es exacta, y va variando de una persona a otra.

 

Lo que podemos rescatar de esta nueva etapa que se inicia, es que estamos quemando los últimos cartuchos de 2025. Si no hemos podido sacarle el jugo al año en los meses previos, tenemos tiempo aún para intentar paliar ese déficit. Vamos a apostar todas las fichas en estos meses finales, que pueden tener sabor a revancha en el caso de que nos estemos quedado sin incentivos. Siempre es posible salir delante de la adversidad, lo que varía en cada persona es el plazo que necesitamos para lograr esa recuperación. Todavía tenemos chances de dar vuelta la historia y de cerrar este ciclo con una mirada optimista. La suerte está echada, sólo se trata de vivir. Nos estamos viendo pronto. Punto final.   

26 de septiembre de 2025

Tu tiempo es hoy (versión 2025)

 

Estamos transitando los últimos días de septiembre. El tiempo pasó muy rápido. Queda muy poco por delante, pero lo cierto es que el devenir cotidiano aún puede depararnos sorpresas. Como mencioné en alguna nota, si tengo que hacer un análisis de lo acontecido hasta ahora, podría afirmar que 2025 no ha sido mi mejor año. Me tocó atravesar por momentos complicados, y tuve que aprender a dejar pasar, a soltar, a no quedar atrapado de recuerdos. Algo positivo de este período es que ya no pienso en el pasado, y digo esto porque con frecuencia mi mente deambulaba por etapas de mi vida en las que fui feliz, sin preocupaciones ni compromisos. Comprendí que el presente quizás no sea muy auspicioso, pero es lo único que tenemos. Antes no tenía estrés, ni ansiedad, pero también es cierto que ahora tengo que asumir otras responsabilidades, hacerme cargo de lo que me toca. Este año, lo que me sucedió fue que me encontré con más tiempo libre de lo que esperaba. En principio, eso no sería problema alguno, todo lo contrario. Pero yo creo que varía según la persona. No me gusta pasar mucho tiempo al pedo, y por ese motivo prefiero mantenerme ocupado antes que permanecer ocioso. En ese sentido, sí es conveniente recapitular para ver cómo era mi vida años atrás. En 2024, por ejemplo, hice más cursos, redacté más notas, y la lista podría seguir. Creo que este blog tiene valor porque, visto a la distancia, me permite efectuar una relectura para ver cómo pensaba yo en otras épocas. Hay cuestiones que ya no me preocupan, como decía al comienzo. Pero no sería sincero si no dijera que hay tópicos que se repiten.


Mi rutina diaria no tiene muchos matices o variaciones, casi todos los días son iguales. Pese a todo, trato de cultivar la aceptación y no quejarme por pavadas. Disfruto de conectarme con la naturaleza, de caminar en el Parque, es una forma de sentirme vivo. Por lo general, cuando camino entre los árboles no pienso en nada, no miro el reloj ni el celular, me concentro en eso. Solo sé que debo hacerlo porque me hace sentir bien. Es una forma de ganarle a la decadencia del paso de los años, porque después de los 40 ya todo se vuelve cuesta arriba, vamos adoptando viejas mañas casi sin darnos cuenta. Cada mañana, si no puedo dormir, me levanto temprano. Después de desayunar enciendo la computadora, reviso los mails, busco información en los portales de noticias de la zona. Últimamente, tal vez porque es más cómodo, uso más el celular para navegar por Internet y las redes sociales. Pero me he dado cuenta de que paso mucho tiempo con el aparato, así que por las noches lo apago hasta el día siguiente. Es una manera de saber que mi cuerpo descansará mejor sin estar expuesto a una pantalla diminuta por varias horas. No tengo un estilo de vida muy saludable, pero de a poco estoy siendo más consciente de que es necesario un golpe de timón. Unos mates bien cebados siempre vienen bien, sólo se necesita un poco de yerba y agua caliente. Por lo que he podido averiguar, cada vez más gente hace meditación o adopta técnicas de relajación para bajar un cambio. A veces nos cuesta concentrarnos en un mantra o como ustedes gusten llamarlo. Debe ser porque estamos acostumbrados a ir a mil, a la inmediatez, y somos impacientes. No nos gusta esperar. Sin embargo, si vamos a hacer un trámite a alguna oficina pública o tenemos que hacer un depósito en el banco, no nos queda otra que esperar, siempre ha sido así. De hecho, en un cualquier consultorio médico hay una sala de espera, y los pacientes aguardan su turno leyendo revistas viejas o escuchando la música que el médico o la secretaria eligió para esos menesteres.

 

Lo único que sé es que de nada sirve ser nostálgico. Por supuesto, no podemos evitar el recuerdo o la añoranza de los buenos tiempos. Lo que pasa es que idealizamos hechos o sucesos que no tuvieron esa misma relevancia cuando ocurrieron. El pasado no siempre es una etapa gloriosa, nosotros lo vamos acomodando para darle una apariencia distinta a la que debería tener en términos objetivos. No sé, quizás yo esté sosteniendo esa hipótesis porque no he tenido la pérdida de un ser querido, o alguna otra situación irremediable. Probablemente, si me sucediera algo así, recordaría los días en los que contaba con la compañía y la presencia de esas personas. Pero eso no hace más que reforzar lo que vengo diciendo: Son pocos los hechos irremediables e irreversibles. El desamor, la soledad, la angustia, todo eso viene de algún lado que está vinculado a una pérdida. Y si no se hace el duelo, si esas heridas no cicatrizan, todo se vuelve más difícil, porque nos quedamos cautivos de un recuerdo. Cada uno lo va asimilando a su modo, no soy psicólogo para definirlo mejor. Todo lo que puedo decir es que no debemos dejar que la nostalgia nos arrastre por el fango. Como decía el Flaco Spinetta, tu tiempo es hoy. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

22 de septiembre de 2025

Nos vemos en la próxima crisis

 

Lunes en la ciudad. Ayer, con una jornada fría y nublada, comenzó la primavera. Es el inicio de un nuevo ciclo que ya da señales de ser complejo, por la crisis económica y la campaña electoral en ciernes rumbo a los comicios del 26 de octubre. En la radio ya se escuchan los spots de los principales partidos, que llevan al oyente a un hartazgo tal que no se puede resistir al impulso de apoderarse del dial para cambiar la sintonía. Hace tiempo que no escribía nada nuevo en el blog, la verdad es que me veo superado por los acontecimientos. Vivimos en un contexto difícil, que va empeorando progresivamente con la suba sin control del dólar que amenaza con llevarse puesto a los precios de la canasta básica. Todos coinciden en que es el peor momento de la era Milei, y lo que más sorprende es la rapidez con la que se desmoronó todo. En cuestión de meses la economía se derrumbó y la incertidumbre se apoderó de los mercados financieros. Si la escalada de la divisa no trajera consecuencias en la vida cotidiana, probablemente no sería digna de mención, pero es inevitable que eso suceda. Está claro que al Gobierno se le quemaron los papeles. No mostró capacidad de reacción tras la derrota en las elecciones bonaerenses, y desde el día después hasta ahora sólo ha sabido dar pasos en falso. La vieja receta de vender reservas para contener el precio del billete ya no da resultado. Hasta los medios más complacientes del oficialismo empiezan a mostrar sus reparos ante este descontrol que no tiene señales de resolverse desde la ortodoxia económica. Mientras esto sucede, CFK y sus laderos se regodean sin poder creer aún el imprevisto regalo que han recibido de un Gobierno que no da respuestas ante el rojo financiero. Es la misma administración que enarbolaba la consigna “Kirchnerismo nunca más”. ¿Y si vuelven? Todo es posible. Kicillof no es un kirchnerista clásico, porque tiene su propio proyecto político. Puede ser candidato en 2027, es uno de los pocos que salió fortalecido tras las elecciones del 7 de septiembre. Pero sabe que le conviene llevarse bien con Cristina y con los sectores más incondicionales para respaldar su candidatura y sentar las bases del Movimiento Derecho al Futuro.

 

Milei dilapidó el apoyo que supo cosechar de la ciudadanía de un modo increíble. En pocos meses, el declive de la gestión se hizo cada vez más pronunciado. De hecho, no sería extraño que vuelvan a caer derrotados en las elecciones de octubre. El cepo cambiario se levantó en abril, el dólar inicialmente se mantuvo estable, y en la previa de las elecciones bonaerenses comenzó a mostrar una suba sostenida que se tornó imposible de contener. El Banco Central debió intervenir en el mercado de cambios, pese a que habían jurado lo contrario. Supuestamente, la divisa debía flotar según la oferta y demanda. Lo que estamos viendo ahora no es muy distinto a lo que ocasionó la caída de gobiernos anteriores. En una economía bimonetaria, es casi de manual pensar cómo impactará este salto de la cotización en los índices de inflación y en el costo de vida. Cuando yo era más joven, estas contingencias no me preocupaban en exceso porque tenía mucho camino por recorrer y la plata rendía más. En cambio, ahora debo mantenerme y sostenerme exclusivamente con mis ingresos, que son escasos teniendo en cuenta el costo de los alimentos y de los bienes esenciales. Si vas al supermercado, comprando tres o cuatro boludeces ya te gastaste 10.000 pesos. La plata no alcanza como antes. Sin embargo, cuesta mucho esfuerzo ganársela. Desde que asumió la gestión libertaria, la sociedad supo ponderar la baja de la inflación y la estabilidad económica por encima de la intolerancia al disenso y la debilidad institucional.


Lo que estamos viendo ahora es que el Gobierno no ha podido torcer la voluntad de los legisladores. En el Congreso, diputados y senadores rechazaron los vetos del Presidente consiguiendo los votos necesarios con gran facilidad. La Libertad Avanza es una coalición que ha mostrado un gran desgaste en poco tiempo. El respaldo popular se ha visto erosionado desde que la gente comenzó a percibir que su calidad de vida se veía cada ver más deteriorada. La caída del consumo es una señal de que sólo se compra lo indispensable para el sustento cotidiano. Los escándalos de corrupción se acumulan, haciendo mella en el discurso oficial que pregonaba transparencia. Ha sido un gran daño para el Círculo Rojo del poder, ya que está socavando la principal bandera que enarbolaba el Gobierno al diferenciarse de los K. Con la filtración de estos audios, lo único que están demostrando desde la Rosada es que son más de lo mismo.  


El Gobierno se muestra desconcertado ante la crisis. Tiene que apelar a algún manotazo de ahogado. Hoy se conoció la noticia de que eliminarán las retenciones hasta el 31 de octubre, como un recurso para que el campo liquide los dólares de las exportaciones. La fuga de divisas es de una magnitud que difícilmente se pueda contener con estos parches, pero –por otra parte- no hay mucho que se pueda hacer en el corto plazo. Por lo cual, podríamos decir que esta semana será decisiva para ver si el oficialismo logra recuperar la iniciativa política y recomponerse tras el cimbronazo. En los últimos días, los canales de noticias contribuyeron a sembrar la paranoia: No se habla de otra cosa. Hay sectores de la oposición que están agazapados, al acecho, esperando un nuevo paso en falso para atacar y conspirar como si fueran aves de rapiña. No podemos darnos el lujo de tener un deja vu de 2001. Es necesario que haya un consenso para garantizar la gobernabilidad hasta 2027. De Milei podrán decirse muchas cosas, pero no deja de ser el Presidente, elegido por la mayoría de la población. El peronismo deberá ser prudente con su sed de revancha, y propiciar que haya un acuerdo con todos los actores sociales, porque la situación es delicada y estamos en la previa de un nuevo proceso electoral que puede marcar una ruptura. Cualquiera puede ser crítico de este gobierno, como he sido yo desde mi modesto lugar, pero al común de la gente nunca se le ocurriría hacer lobby para que Milei finalice su mandato antes de tiempo. Tenemos que demostrar, hoy más que nunca, que hemos aprendido la lección, y que no se puede alentar un nuevo vacío de poder para favorecer el liderazgo de los supuestos iluminados. Sólo resta esperar el devenir de los acontecimientos, todavía estamos a tiempo de evitar que se agudice el descontrol, porque lo que se debe priorizar, ante todo, es que el arco político brinde señales de querer garantizar un mandato constitucional más allá de las diferencias ideológicas, lo cual parece una utopía para un país que está sumido en una creciente fragmentación. Nos estamos viendo pronto. Punto final.  

Sólo una vuelta más...

  Primeros días de diciembre. Se nota que hay más movimiento en la calle, más afluencia de clientes en los comercios, y seguramente es un fa...