18 de mayo de 2025

Fotomultas ilegales en Lobos

 

Transcurrieron varios días desde mi último posteo. Pero no escribí nada antes porque la verdad es que no había mucho para contar. La visita de Kicillof ya es historia. No dejó como saldo nada particularmente relevante, excepto la entrega de móviles policiales y la inauguración del edificio de la Escuela de Arte. Fue una vergüenza que los patovicas del Gobernador no hayan permitido el ingreso de la prensa al nuevo establecimiento educativo. La verdad es que todos estábamos ansiosos por ver cómo había quedado luego de permanecer tantos meses en obra. Pero nos fue vedada esa posibilidad, sólo pudimos registrar el ingreso del mandatario cuando descendía del vehículo oficial y no hubo lugar para mucho más. Creo que no debemos esperar a que venga una autoridad política para inaugurar espacios educativos que tanta falta hacen. Deberíamos pensar en grande, no quedarnos en la mediocridad y la meseta agobiante de un pueblo sin horizontes ni futuro. Para expresarlo mejor, puedo decirles que en lo que va de la última semana no hubo una sola conferencia de prensa, ninguna noticia que a criterio del municipio sea digna de mención, lo cual es sumamente frustrante. Es hora que desde la Comuna se impulse el desarrollo cultural de Lobos con actividades nuevas y atractivas, capaces de seducir a un público amplio.


Ha llovido mucho: En tres días, cayó más agua que el registro acumulado del mes. Y como si fuera una mala película, comienzan a multiplicarse las imágenes de calles anegadas e intransitables en toda la periferia. Recordemos cuando Kicillof fue a inaugurar el destacamento policial del B° Las Tosquitas. Las cunetas sucias, un lodazal terrible, basura e inmundicia. A nadie se le ocurrió tirar piedra con algún camión para que -por lo menos- el aspecto no fuera tan decadente. Por supuesto, esta situación no es responsabilidad de los residentes de tal o cual barrio. Muy por el contrario, siguen siendo postergados pese a que ocasionalmente haya una autoridad superior que concurra de visita oficial. Ojalá algún día podamos separar los tantos y discernir quién es el responsable de la falta de mantenimiento y urbanización. Lobos tiene condiciones inmejorables para crecer, el problema está en que no sabemos aprovechar las oportunidades que se nos presentan y se dilapidan recursos en un agujero negro que no conduce a ningún lado. Si observamos las partidas del Presupuesto 2025, veremos que hay incrementos notables que no tienen ninguna lógica. Yo hace rato que vengo sosteniendo lo mismo y aunque nadie me dé bola, lamentablemente la única forma que encuentran de financiar los incrementos del presupuesto es aumentando las tasas de los contribuyentes. Así es fácil hacer caja, cualquiera puede jactarse de una mejora en la Ley de Leyes si todo el ajuste recae sobre el vecino. No hace falta ser un genio para comprender que las prioridades de una gestión de gobierno deben pasar por garantizar condiciones de vida óptimas para los ciudadanos. Que haya un mayor control sobre el gasto público no implica otorgar un cheque en blanco al gobierno de turno, sino hacer observancia de las partidas y los fines con los cuales fueron destinadas.


El Concejo Deliberante es el organismo que debe ejercer el control del gasto público. Para ello pueden solicitar pedidos de informes, o pedir la interpelación de funcionarios del Ejecutivo. Esto último no siempre puede concretarse si los bloques de la oposición no consiguen mayoría. Mientras tanto, no hay respuesta para los vecinos damnificados por el cobro ilegal de fotomultas. Es un tema sensible, dado que se ha infraccionado a quienes cruzaban en verde e incluso a automovilistas que ni siquiera transitaban por la zona. Todos sabemos que hacer un descargo es muy engorroso y no siempre se logra la solución esperada. El Fiscal Alvaro Garganta investiga a la empresa CECAITRA, la cual tendría vínculos con el ex Ministro de Transporte de la Provincia, Jorge D’Onofrio. Las irregularidades se extienden en varios municipios, con un arsenal de 155 cámaras a lo largo del territorio bonaerense. Ya hubo allanamientos en la UTN y en diferentes domicilios de la Capital. Lo cierto es que para que operen en un determinado distrito las cámaras, cada municipio debe firmar un convenio. Y la Comuna no se hace cargo de la firma que oportunamente estampó en un documento para habilitar a CECAITRA a hacer de las suyas. La pregunta que todos nos hacemos, es cuánto tiempo más llevará que alguna autoridad local se haga responsable de este desaguisado. Si la Justicia Federal está investigando, es porque cree que puede haber un delito de por medio, y sería absurdo que a nivel municipal se siga haciendo oídos sordos. Habrá que ver cómo continúa esta historia, que con cada nuevo capítulo va sumando escándalos. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

 

17 de mayo de 2025

Fiestas populares

 

Está bien que hagan la Fiesta del Alfajor, de la Miel, o de la Empanada, pero los lobenses no nos podemos quedar solamente con eso. Hay que darle volumen a esos eventos para que tengan proyección regional, y para eso es necesario llevar adelante una campaña de promoción como la que tiene la Fiesta de la Cerveza en Uribelarrea. Se podía utilizar el predio del Estadio Municipal para otorgarle un valor agregado y conseguir que estas fiestas populares resulten más convocantes. No hay un techo para crecer, es cuestión de pensar qué perfil queremos darles a estas iniciativas para que trasciendan lo meramente local. No es imposible, y para lograr un posicionamiento es necesario instituir una fecha que se mantenga fija todos los años, que sea algo que la gente espera, y que haya artistas de renombre para el cierre. Seguramente contratar a cantantes como Abel Pintos o Soledad implica un gran desembolso de dinero, pero lo que se gasta para otros fines dentro del presupuesto municipal también es de una magnitud notable. Por lo tanto, sería cuestión de establecer prioridades.

 

Los primeros años, al menos, la entrada debería seguir siendo gratuita, y más adelante se puede evaluar si conviene cobrar un dinero para el acceso. Todo ello se resuelve con una planificación adecuada, porque si realmente lo que nos interesa es obtener mayor convocatoria, hay que destinar una suma para la difusión en los portales o en los medios de prensa que sean más convenientes. Tenemos un Parque que cuenta con una infraestructura ideal para espectáculos al aire libre, y sería una pena no aprovecharlo para ese fin. Así como todos los años se realiza Rock al Parque, se puede montar un escenario para que lo ocupen artistas reconocidos del folclore o del género musical que se quiera. Para avanzar por fuera de los límites de Lobos se requiere de un evento que tenga características distintas a lo ya conocido, que sea de un costo accesible para el público, y que cuenta con una oferta gastronómica de calidad. Así como las Olimpíadas del Salado movilizaban a muchos visitantes durante 4 días, no hay motivos para pensar que no se pueda alcanzar esa repercusión con una fiesta que dure un fin de semana. 


Hace varios años, teníamos la Fiesta del Pescador Deportivo que se llevaba a cabo en la Laguna, y que tenía muy buenos números artísticos. Realmente desde la organización se hacía un esfuerzo para dotar a esas jornadas de un atractivo que fuera más allá de la pesca. Ya de por sí podemos afirmar que la Laguna es el principal punto turístico que tiene Lobos.


Para que un festejo sea considerado popular debe atraer al público, eso es obvio. Y para sumar voluntades se requiere que sea atractivo. En cuanto a la parte artística, se puede pedir a la Provincia que subsidie su contratación, o que envíe a aquellos que ya tiene contratados. Hay que atajar todos los frentes, implementando estrategias para evitar que resulte un fracaso anunciado. Y se hace imperioso reformular propuestas ya conocidas. Por ejemplo, el desfile por el aniversario del pueblo ha perdido parte de su brillo porque se ha vuelto excesivamente largo, y el paso de las delegaciones insume mucho tiempo. Ante esa situación, por supuesto que no se le puede prohibir a nadie desfilar, pero quizás se podría hacerlo con delegaciones más reducidas para que fluya de un modo más ágil. No sé por qué estoy hablando del desfile, probablemente sea porque es inminente, pero lo cierto es que los vecinos que se concentran a ambos lados de la calle Salgado lo hacen porque esperan ver pasar a algún familiar o conocido, no hay otro motivo válido que incite a la gente a permanecer varias horas esperando allí. Si un evento no consigue despertar interés, se convertirá en una cáscara vacía, un artificio que no tendrá el acompañamiento popular que se necesita para apostar a futuro. Si logramos que tengan un acento zonal o regional, estaremos más cerca de que los turistas lo sumen a su agenda. Es algo parecido a lo que pasa con el Desfile de la Tradición, un espectáculo pintoresco por las numerosas peñas que participan pero que requiere de una promoción que permita llevarlo a otro nivel. El Municipio trabajó muy bien para la promoción turística de la temporada de verano, y ahora que esa etapa concluyó, hay que redoblar los esfuerzos para conseguir que Lobos siga siendo tenido en cuenta como una opción interesante. Si a la Fiesta del Alfajor y tantas otras más se le otorga mayor presencia dentro de las actividades que promueve la Provincia, el resultado será la consolidación de todo lo que se vino haciendo desde el comienzo.

 

Muchos eventos culturales empezaron siendo de dimensiones pequeñas y han ido creciendo en la consideración del turismo hasta superar todas las expectativas, como es el caso de La Noche de los Almacenes en Roque Pérez. Nuestra ciudad tiene una buena oferta gastronómica, ahora lo que hace falta es cuidar el bolsillo del turista con precios accesibles y reforzar la oferta cultural para que, en su visita, cada uno pueda encontrar atracciones para hacer más amena su estadía. Si se empieza a trabajar para sumar artistas consagrados, la gente responderá favorablemente, porque brindar un show profesional en vivo rinde muy bien en términos económicos. Y ante esta posibilidad, hay que entender que si no se invierte dinero no se puede esperar que el movimiento sea favorable a las arcas municipales. Los food trucks, o los patios de comidas, sí pueden ser una fuente de ingresos si se le cobra a cada emprendedor un canon por su uso y explotación. También se puede cobrar por el estacionamiento a beneficio de alguna institución de bien público, pero si se cobra una entrada, debe ser con precios populares. No es lógico atacar el bolsillo del visitante antes de que ingrese al predio, porque eso desalienta todo el consumo que se pueda hacer allí. Por supuesto, la idea es que el Municipio no pierda plata, pero tampoco se puede pensar en obtener una ganancia extraordinaria en las primeras ediciones. Hay que pensar en el futuro, porque los beneficios económicos a veces tardan en llegar. En la medida que el turista gaste dinero en el pueblo, esa erogación se trasladará hacia diferentes sectores: Hotelería, gastronomía, esparcimiento, y podría seguir enumerando. Ojalá que podamos dotar de otro perfil más ambicioso a estas propuestas que emergen de un día para otro y que merecen una continuidad. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

5 de mayo de 2025

Recuperar la confianza para volver a creer

 

Los días se han acortado notablemente. Ahora a las 18 hs. ya es de noche. Comenzamos un nuevo mes, y a mi modo de ver lo importante es volver a recuperar la confianza. Volver a creer en nosotros mismos. Si fuimos capaces de sostener un proyecto, de darle volumen y contenido, todo eso tiene valor. Y hay que capitalizarlo para construir un futuro más próspero. A menudo nos falta el impulso necesario para dar los primeros pasos, pero una vez hecho ese esfuerzo inicial, el resto del camino se recorre a otro ritmo y velocidad. Siempre cuesta arrancar: Sin embargo, cuando ya estamos en el barco, ya no hay vuelta atrás, sólo queda seguir remando. Cuando uno se propone activarse, todo lo demás queda relegado a un segundo plano. Yo estoy en una etapa de reconstrucción de todo lo que fui logrando desde que empezó el año y que relegué casi sin darme cuenta. Como suelo decir, es momento de recoger lo sembrado. De continuar avanzando allí donde parece que ya está todo dicho. Si hacemos ese ejercicio, nos sorprenderá descubrir todo lo que hemos logrado y la poca importancia que le dimos en su momento. No se trata de ser autoindulgente, sino de dotar de sentido cada cosa que hacemos, aunque a veces nos comportemos de un modo antojadizo y sin saber por qué. No es bueno seguir prolongando la incertidumbre, hay que tomar decisiones para conseguir un cambio. Aunque a veces sean decisiones ingratas, es un paso necesario para alcanzar aquello que venimos postergando indefinidamente.


Yo creo que el error está en esperar demasiado de los demás y resignar el protagonismo de nuestra propia vida. Por eso es crucial tomar las riendas de nuestro destino, aunque no sepamos bien en qué dirección queremos avanzar. No es atinado claudicar antes de comenzar el recorrido, esto recién empieza y debemos entenderlo así. Es tiempo de volver a las fuentes, a lo esencial. De retomar un sendero que ya hemos transitado antes, pero con la confianza de que ahora ya tenemos más elementos para saber de qué se trata, al conocer dónde están los obstáculos y las curvas. Ese proceso nos brinda mayor seguridad para emprender nuevos desafíos y adentrarnos al descubrimiento de una realidad que estuvo siempre, sólo que nunca reparamos en ella porque estábamos abocados a lo que considerábamos más importante o prioritario. Nuevamente se hace imperioso salir de la comodidad para ir en búsqueda de aquello que nos resulta esquivo. Si hay algo que no sale bien, debemos entender que los únicos responsables somos nosotros, más allá de la incidencia de otros factores.

 

Yo podría quejarme de muchas cosas, pero hoy no tengo ganas de hacerlo, quizás en un próximo posteo sí lo haga. Durante muchos años dediqué parte de las notas que escribí a analizar la realidad, a tratar de comprender por qué Lobos no sale adelante, entre otras cuestiones que me han llamado la atención. Pero a veces siento que a nadie le importa, o que nadie hace algo para que las cosas cambien. El miércoles vendrá el Gobernador de visita a la ciudad, y me ha sorprendido la cantidad de comentarios negativos que vi en las redes sociales. Las autoridades locales deberían capitalizar esto, sacarle el jugo al hecho de que venga un dirigente político que ha conformado un espacio propio y que es precandidato a presidente. A algunos podrá caerles más en gracia que a otros, pero eso es subjetivo. 


Insisto en este punto: Si viene el Gobernador, es una oportunidad que no se puede desaprovechar para que luego de su paso deje algo en la ciudad, para beneficio de la comunidad. Ya me he referido aquí al progreso que han logrado municipios de un signo político distinto, no hay excusas para no gestionar. Kicillof viene tejiendo un armado territorial para sumar voluntades a su movimiento “Derecho al Futuro”. Las autoridades locales deberían tomar nota de eso para que el Gobernador vea a Lobos como un punto de partida para la construcción de estrategias en común. Tiene que existir un punto de acuerdo entre ambas partes para poder avanzar. De lo contrario, se seguirán desperdiciando oportunidades, y es un lujo que no nos podemos dar.


La Provincia es enorme en extensión territorial, y que el mandatario destine un día de su agenda a Lobos no debería ser un dato menor. Ojalá sea una visita fructífera que deje algo para la ciudad, a ver si algún día salimos de esta letanía que agobia. Creo que es posible, sólo hace falta voluntad política. A nadie se le ocurriría enemistarse con el Gobernador o tener una mala relación. No tendría sentido actuar de esa manera. Pero, sin embargo, puede más el ego personal que el bienestar común, como se supone que debería ser. Hay gente que dice que los patrulleros que Kicillof entregará cuando llegue, luego se los sacará al municipio. Parece ser que todos hacen campaña con los patrulleros. Se ve que nos conformamos con poco. Eso es solo una aguja en un pajar. La inseguridad que tiene Lobos puede revertirse con políticas públicas que motiven la participación ciudadana para el esclarecimiento del delito, que la persona que denuncie un ilícito no tenga que pasar más tiempo en la comisaría que el propio delincuente. Que el Centro de Monitoreo cumpla con su función y sirva para la prevención, que la fuerza policial esté integrada por personal que gane un sueldo digno, y que la gente pueda confiar en esos efectivos. Ya si conseguimos resolver algunos de esos ítems, buena parte de la solución a nuestras carencias estará garantizada. No hace falta ser un sheriff del Lejano Oeste armado hasta los dientes, sino optimizar recursos y logística para que en cada barrio sus habitantes puedan sentirse seguros y tranquilos. Por favor, dejen de buscar excusas con los patrulleros, suena patético, y los que creen que la inseguridad está sustentada sólo en móviles, están soslayando el recurso humano y operativo. Hace falta, como decía al principio, recuperar la confianza para volver a creer. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

30 de abril de 2025

La necesidad de abrir el debate

 

Último día del mes. Estamos transitando el final de un ciclo que se hizo largo y tedioso, más que nada por la forma en la que se dieron las cosas. Hay mucha gente que necesita de oportunidades laborales para poder desarrollarse. El trabajo escasea, o si se consigue, es a cambio de una remuneración irrisoria que no alcanza para solventar los gastos mínimos de cualquier persona. En una ciudad que no tiene industrias, cuesta imaginarse que haya laburo de calidad, en blanco, y con un sueldo digno. Y esto me lleva a recordar todos los proyectos faraónicos que anduvieron dando vueltas en Lobos en los últimos años: Parque industrial. Un casino en la Laguna. Un hotel boutique en Salvador María. Nada de eso se concretó, fueron eslóganes de campaña de los diferentes partidos que compitieron en las elecciones. Las promesas más insólitas son las que he escuchado de las fuerzas políticas que circunstancialmente han sido oposición, total con declamar esto o aquello no tenían nada que perder. Yo creo que todos los dirigentes deberían hacer un aporte a la racionalidad y explicar cómo piensan concretar aquello que está contenido en su plataforma electoral. La ciudad está estancada y no podemos perder más tiempo. A decir verdad, ese estancamiento no es nuevo, viene de larga data, sólo que ahora se nota más porque se acabó la plata y no hay recursos genuinos para destinar a un mejoramiento de la calidad de vida. Lo que vemos hoy es consecuencia de años de inoperancia y falta de gestión. Incluso, trasciende los límites de la actual administración. Hace por lo menos 15 años que estamos siempre en el mismo lugar. No es casualidad que los pibes más jóvenes se vayan a estudiar afuera y se preparen para laburar en otra ciudad donde puedan obtener un futuro más próspero.

 

Yo soy lobense, lo seré siempre, y lo que digo está sustentado en años de caminar la calle, en haber transcurrido toda mi juventud luchando por ganarme un mango, en el hecho de haber decidido emprender un proyecto propio porque era la única manera de asegurarme que iba a trabajar en blanco y que tendría una jubilación el día de mañana. Todos los meses pago mi monotributo, y lo hago porque también me garantiza el acceso a una obra social. Pero, como les sucede a varios de mi generación, a medida que envejezco voy dándome cuenta de que la peleé contra molinos de viento. Pasé muchos años creándome enemigos cuando el único adversario era yo mismo. No supe entender que la gente buscaba otra cosa, que las tendencias estaban en otro lado. Me di rosca al pedo con gente que no valía la pena, ya que eran unos pobres otarios o trepadores caídos del catre que presumían de tener una verdad revelada y que pasaron sin pena ni gloria.

 

No podemos concebir una lucha contra un enemigo inexistente, es un contrasentido. Deberíamos estudiar al rival antes de competir, porque de lo contrario, ya vamos perdiendo por goleada antes de salir a la cancha. Siempre habrá motivos para quejarse, o para reclamar por lo que consideramos que nos merecemos. Y siempre estarán los que no perderán ocasión de tirarnos una zancadilla. Mereces lo que sueñas, decía Cerati. Y tenía razón. Ahora bien, hay que reflexionar si lo que hacemos a diario puede proyectarse en un logro concreto. Tener una estrategia a largo plazo es una opción, pero debemos ser conscientes de que puede pasar mucho tiempo antes de que veamos un cambio real y palpable. Pero hay algo que es rigurosamente cierto: Siempre es aconsejable no apresurarse cuando debemos adoptar decisiones cruciales. 


Tener la capacidad de distinguir lo urgente de lo secundario nos pone en otra perspectiva. Lo urgente es aquello que no puede esperar, y como tal, necesita de una respuesta rápida y contundente. Para todo lo demás podemos manejar nuestros tiempos con mayor holgura, ya que tenemos un margen más amplio para decidir. Como decía en el párrafo anterior, yo comprendí que no vale la pena polemizar para defender posicionamientos ajenos y estériles. Hay que discutir o debatir ante aquello que se vislumbra como una amenaza a nuestros intereses, ni antes ni después. Abrir una polémica ante algo que no nos representa no es razonable, en principio porque constituye un desgaste inútil que es preferible evitar. Exponerse al escrutinio público es una actitud que se contradice con el bajo perfil. Y tener la capacidad de cultivar un bajo perfil, sin estridencias, parecer ser lo más acertado para no vernos contaminados por un entorno tóxico. Todo esto es lo que estoy pensando y que intento implementar en el día a día. Se los recomiendo, realmente da resultado y nos coloca ante una situación de mayor libertad y autonomía. Nos estamos viendo pronto. Punto final.    

24 de abril de 2025

Aférrate a tu propio destino

 

Desde que este blog nació, hace ya 20 años, he escrito sobre diversos temas. Algunos relacionados con el acontecer local, otros sobre la política nacional, en alguna ocasión sobre economía o espectáculos… Pero, pese a ello, no fue pensado como un espacio periodístico. Es posible que haya textos bastante autorreferenciales, donde me refiero a mis impresiones y sensaciones sobre la vida cotidiana. También podrán encontrar notas que bien podrían haber sido publicadas en un medio de prensa, como columnas de opinión. Sea como fuere, lo que siempre he priorizado es tener algo interesante para decir. Sin eso, no hay nada.

 

La vida consiste en plantearse objetivos, preguntarse una y otra vez qué tan lejos queremos llegar. En una empresa, hay tres conceptos que la definen: Misión, Visión, y Valores. Y en el devenir de cada uno, es muy similar. Los valores nos indican cómo elegimos transitar el camino. Lo ideal sería hacerlo sin joder a nadie y sin pretender pisarle la cabeza al prójimo para imponerse. Pero sabemos que no siempre es así y que nos encontramos ante múltiples dificultades, con gente que no mide escrúpulos para escalar posiciones. Los famosos trepadores, que abundan por todas partes. El intercambio de favores o el tráfico de influencias está a la orden del día para aquellos que sólo buscan obtener un provecho personal. Yo sostengo que la única manera digna de avanzar es dando paso a paso. Nos podemos equivocar, pero el impacto será más fácil de mitigar si evitamos apresurarnos y quemar etapas. Debemos aferrarnos al destino que nos tocó en suerte y defender ese lugar que nos depara el futuro. Para mí, darle continuidad a este blog es todo un desafío, porque cuando comencé con el proyecto nunca imaginé que iba a trascender mi propia voluntad. Me refiero a la voluntad de escribir. A veces no estoy muy inspirado, pero nunca falta un disparador que me traiga a colación un tema para desarrollar.


Siempre es un desafío ampliar la mirada, no quedarse en el chiquitaje, profundizar ideas, descubrir las causas de los fenómenos que impactan en la sociedad. Si sólo nos quedamos con lo que nos salta a la vista en primera instancia, estaríamos haciendo un análisis meramente superficial. Nos toca vivir tiempos complejos, con caída del consumo, recesión, despidos masivos, falta de oportunidades. Antes, al menos, la gente podía gastar, había plata en el bolsillo, y aunque ahora hayan logrado reducir la inflación, el consumo de alimentos y bebidas no repuntó, todo lo contrario. Arrastra una caída que afecta a los lácteos y a la carne, dos productos fundamentales para la mesa familiar que se vuelven casi imposibles de comprar a diario. No sé de qué forma el INDEC mide la inflación, pero lo que yo puedo asegurar es que cuando voy al almacén cada dos o tres semanas, noto un aumento promedio del 10 % en los precios al público. Ya hemos hablado aquí también de los alquileres, el drama de muchas familias que mes a mes deben juntar el dinero para no caer en la morosidad o (en el peor de los casos) ser desalojados. Por otra parte, adquirir un terreno implica un desembolso de alrededor de 10.000 dólares como valor mínimo, que no está al alcance de cualquiera. Si los sueldos fueran más altos, se podría ahorrar, pero hoy con el solo hecho de subsistir y llegar a fin de mes te podés dar por satisfecho.

 

Ni siquiera hacen un esfuerzo por disimular su falta de tacto y de sensibilidad social. La brutalidad y la desmesura es lo que los distingue. Muchas personas fueron cesanteadas sin motivo, las historias se repiten a diario. El ensañamiento se centra en aquellos que fueron designados durante el gobierno anterior, como si eso fuera un sacrilegio. Están haciendo un culto del desmantelamiento de la administración pública, algo con lo cual no estoy de acuerdo. El año pasado, como recordarán, consiguieron la sanción de la Ley Bases, que sólo trajo consigo más exclusión y miseria. A decir verdad, yo siempre he sido crítico de todos los gobiernos porque desde que tengo uso de razón, ninguno colmó mis expectativas. Todos arrancan más o menos bien, con envión, pero al cabo de un año o dos ya empiezan a dar señales de agotamiento, a currar y a chorear. Son incorregibles, no sólo los peronistas a decir de Borges, sino todos los que han pasado en los últimos 40 años. Incluso los más decentes en términos de ética pública, como el de Alfonsín, han tenido que irse antes de tiempo porque dejaron el país al borde del colapso económico. El único que la hizo bien fue Menem: Nos engatusó con el “1 a 1”, pero estaba lleno de corruptos y el Turco dejó la mecha encendida antes de dejar el poder luego de 10 años de permanencia.

 

Esa decepción de la ciudadanía ante sucesivas frustraciones es lo que explica el triunfo electoral de LLA y la deserción de figuras del PRO hacia el partido libertario. Por otra parte, como ustedes sabrán, el Gobernador Kicillof ya lanzó su proyecto político para 2027. Creo que se equivocó, ya que es muy prematuro para una precandidatura y a la larga le ocasionará un mayor desgaste sostenerla. Todavía no hemos votado para las legislativas de este año y el Kichi ya saltó del trampolín en medio de la puja con Cristina. Le falta un armado territorial. ¿Quién lo conoce a Kicillof en Jujuy o en Tierra del Fuego? Tendrá que hacer un gran esfuerzo para sostener esa aspiración, cuando otros ya tienen ese camino recorrido. Es un Gobernador que dice representar a los sectores jóvenes, a la renovación del peronismo, pero lo cierto es que cada uno que viene con aires de renovación termina siendo más de lo mismo. Manejar los destinos de la provincia más rica del país es muy distinto a hacerlo en toda su extensión. Sea como fuere, se vienen tiempos de cambio. Nadie puede ser tan necio para afirmar con certeza que el ciclo de Cristina como conductora del PJ está terminado. No estoy diciendo lo que yo quisiera, sino lo que es. CFK es una figura que polariza al electorado, pero que en los últimos años sigue cosechando la adhesión de la militancia. Habrá que ver, entonces, cómo se las arregla Kicillof para patear el tablero y garantizarse a sí mismo ser un presidenciable con autonomía. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

23 de abril de 2025

Explicaciones necesarias

 

Cuando las cosas no salen bien, siempre queda el consuelo de pensar que el día siguiente será mejor. Es un tiempo de revancha, como reza el título de la conocida película del cine nacional. Lo principal es deslindar responsabilidades, ser conscientes de si el mal trago fue culpa o negligencia nuestra, o si tiene que ver con factores externos. La mayoría de las veces es un combo de ambos. Yo lo que puedo decir es que no me interesa la opinión de los demás si sé que voy por la senda correcta. Por supuesto, escucho a mis amigos, a mi familia y seres queridos. Ellos son incondicionales, siempre están, y esa fiel permanencia es lo que les otorga un valor especial en mi vida.


Ayer grabé un programa para la tele y estoy satisfecho con el resultado. Noté que estaba más suelto, más tranquilo, pude manejar mejor los tiempos. El invitado tenía ganas de hablar y eso siempre ayuda. Ahora hay que armar una grilla o agenda para definir próximos participantes, procurando no repetir ninguno. No es fácil, si tenemos en cuenta que hace 6 años que estoy en el aire. Pero no se pierde nada con el intento. Noticias de Lobos no abundan, ya terminó Semana Santa pero parece que algunos se quedaron colgados de los feriados y siguieron con la joda.

 

Dicho esto, a veces me pregunto qué sentido tiene contar con un Concejo Deliberante cuando el Ejecutivo veta las modificaciones que hacen los ediles a las ordenanzas. Estamos tirando la plata si seguimos así. Vivimos en una autocracia, donde el HCD no tiene capacidad para legislar de un modo independiente, ya que si hay algo que no le gusta al Intendente, es rechazado. La problemática del agua con arsénico trasciende varios gobiernos, y nadie le ha encontrado solución hasta ahora. O a pocos les importa involucrarse, del mismo modo que con las fumigaciones con drones que envenenan a los vecinos de las cercanías, porque no se respeta un rango de restricción de 1.000 metros o más tomando como referencia la proximidad de viviendas de la zona. Hablemos del escándalo que las fotomultas truchas. Si el Intendente no tiene nada que esconder, ¿por qué no acepta voluntariamente ser interpelado y responder las preguntas de los ediles? Anoche hubo sesión y resulta que se votó para dirimir esta cuestión, siendo el oficialismo el que impuso su mayoría para impedirla. Hubiera sido un gran gesto que todos los concejales se pusieran de acuerdo para que Etcheverry se presente en el recinto y brinde las explicaciones del caso. No es un tema menor que te llegue una multa carísima por haber cruzado en verde. Es una burrada total, una burla al sentido común. Parece que a algunos concejales todo este turbio entramado los tiene sin cuidado, seguramente porque ellos no han recibido ninguna multa y sólo piensan en cuidar su quintita. Es necesario mejorar la calidad institucional en todos los sentidos.

 

Y como dije antes, si no hay nada que ocultar ni esconder, el propio mandatario local debería haber concurrido al Concejo para esclarecer las dudas que existen en la comunidad y de las que se hicieron eco nuestros representantes. La ciudad adolece de numerosas anomalías y falta de mantenimiento. Tercerizar el servicio de barrido es un grave error, porque se está delegando en una empresa privada un servicio que es potestad municipal. Hay mugre por todas partes, pozos, baches en las calles, ramas que nadie recoge, aguas servidas, olores nauseabundos, árboles secos en el parque y en las plazas, desagües llenos de basura, resaltos sin señalizar, y todo eso que estoy mencionando alguien lo tiene que haber visto, no creo ser el único. Si yo lo veo a diario, con mucha más razón tendrían que poner manos a la obra los funcionarios de Obras Públicas o del área que fuere. Ahora están trabajando en la Plaza 1810 colocando alfajías, que son los listones de madera que delimitan el césped. Pero al parecer, nadie se dio cuenta de que faltan baldosas, de que esos huecos se llenan de agua ante la menor precipitación, esculturas con pintura descascarada, y desde su reinauguración en 2005 nadie se preocupó en serio por embellecer el principal atractivo que tiene la ciudad para el turista que recién llega a Lobos, o mejor dicho, lo primero que se ve al estar ubicada en pleno centro. Hay que observar cada detalle que permita realzar los espacios públicos, como los playones deportivos de la gestión Sobrero que hoy están sumidos en el abandono, con los aros de basquet oxidados o lisa y llanamente inexistentes, apenas queda en pie un cuadrado de madera donde da la impresión de que han sido arrancados de cuajo. No se necesita un presupuesto abultado para este tipo de reparaciones. Si se los deja venir abajo a estos espacios, luego costará mucho más arreglarlos. Al vandalismo hay que combatirlo con la reposición de los elementos faltantes, no bajando los brazos. Si la gente se roba las parrillas que están en los fogones del Parque –por citar un ejemplo-, ello no significa que haya que dejar todo abandonado a la buena de Dios. Y otra cosa: No pueden cobrar un monto excesivo por el uso de las parrillas de la Laguna, siendo que su construcción y calidad es pésima, son apenas columnas y montículos de hormigón que dan pena y vergüenza ajena por su deficiente aspecto. Quien quiera oír que oiga. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

13 de abril de 2025

Saliendo de la burbuja

 

Hace unos días, fue el cumpleaños de mi mamá. Y más allá de los regalos y de las palabras de afecto que le prodigamos, me quedé pensando en si cambia el sentido de una celebración con el paso del tiempo. No es lo mismo cumplir 30 que 70. El aniversario de cada natalicio se vive de una manera distinta. En mi caso, yo ya no hago grandes fiestas para mi cumple, en parte por una cuestión económica, y en segundo lugar porque no me siento representado por lo que significa una gran reunión. Al menos, no para esa fecha. La última vez que surgió la idea de hacer una juntada fue con motivo de los 25 años de egresados. La verdad es que mi memoria no es la mejor, quizás me esté olvidando de una ocasión más reciente, no lo sé. Tampoco pienso igual que antes, mis prioridades son otras, y uno las va amoldando a su situación actual. Por sobre todas las cosas, busco tranquilidad. Sentirme bien, no dejarme llevar por la ansiedad o el estrés. Laburar todos los días y tratar de encontrarle una compensación a mi trabajo. 


Disfrutar de lo que hago, teniendo en cuenta que me capacité y estudié para esto, debería ser motivo de satisfacción. No todos pueden escribir o describir un determinado hecho que han presenciado. Si yo voy a un evento, lo que debo hacer cuando llegue a mi casa es redactar un texto relatando lo que vi, lo que pasó, aquello que los lectores que no estuvieron quieran enterarse y saber. El periodismo pueblerino es diferente al de los grandes medios, porque lo que uno debe cubrir también va cambiando. No es lo mismo una reunión de gabinete o una sesión de Diputados que un baile de jubilados. O una Misa de Semana Santa. O lo que ustedes deseen imaginarse.

 

Lo que yo me propongo como meta es sentir que voy mejorando, que no estoy estancado en el mismo lugar. Y para avanzar es necesario dejar cosas en el camino. Cada paso que damos implica resignar determinadas oportunidades, renunciar a lo superfluo, volver a lo esencial. Si yo pensara de la misma forma que cuando tenía 20 años, cambiarían por completo mis prioridades. Ahora estoy en una etapa de consolidación de todo lo que fui sembrando a lo largo del ejercicio de la profesión. Tengo la tranquilidad de saber que he hecho todo lo posible para que mi futuro sea venturoso. Asimismo, dejé de hacer lo que no me resultaba útil, para ir en búsqueda de nuevos caminos. Podemos analizarlo desde los dos lados del mostrador. No me gusta que me hagan perder el tiempo con promesas de prosperidad. Tener un programa de televisión, llegar a miles de hogares, es algo que yo nunca pensé que se me iba a dar, y sin embargo ahí está, se concretó. Ser el director de un portal de noticias que refleja el acontecer local también demandó años para su concreción, y hoy es una realidad. Por supuesto que eso no significa dormirse en los laureles ni arriar las banderas. Es una época de cosecha, pero si tenemos expectativas más elevadas, hay que seguir sembrando porque las cosas no se construyen solas. Y esto también tiene que ver con el hecho de cumplir años. 


Yo podría asumir una postura distinta de lo que soy, pero me estaría engañando. Siempre puse como objetivo ser auténtico, algo que en un pueblo no abunda, porque hay mucha gente sin talento ni vocación que se deja llevar por la vanidad y la adulación. Yo no quiero que me adjudiquen méritos que no me son propios. Prefiero que me valoren por lo que hice y por lo que proyecto hacia afuera. Aquellos que me conocen saben que yo no vivo de apariencias, porque no me interesa sacar chapa de nada, con hacer bien mi trabajo me doy por satisfecho. Ojalá todos lo entendieran así, y se dejaran de sacarle el cuero a cualquiera, criticando sin sentido, mirando la paja en el ojo ajeno. Tenemos bastante con ocuparnos de nosotros mismos como para bajarle la caña al prójimo porque sí. Muchos de los que van a la iglesia o a algún templo se creen que profesar un culto los exime de todas sus miserias. Deberían ser más humildes. Lo más irónico con esas personas es que después vas por la calle y se hacen los que no te ven (o cruzan de vereda). Esa es la hipocresía que detesto y que no ejerceré nunca, porque yo no estoy de ese lado de la vida.

 

Los demás podrán ofenderse de lo que digo, pero no tienen argumentos para hacerlo, porque antes de cuestionar hay que ser empático y ponerse en el lugar del otro, sin caer en esa liviandad de juzgar sin saber. El que entendió cómo ser buena persona y lo pone en práctica, lo entendió todo, su devenir cotidiano estará siempre reluciente, y no estará revolcándose en el chiquero de la mediocridad. Lo peor que te puede pasar es creerte alguien que no sos, perder la identidad que te hace un ser de luz. En eso sí estamos de acuerdo. Y vuelvo a la primera frase de este posteo: El jueves fue el cumpleaños de mi mamá, una de las personas más importantes que tengo, y mi único deseo es que se vea recompensada en su vida por todo lo que ella ha hecho por mí y por sus seres queridos. La familia no es un grupo que está unido por un parentesco, es mucho más que eso. Es forjar vínculos genuinos y que irradien sentimientos profundos. De eso se trata. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

12 de abril de 2025

Máxima tensión

 

El Gobierno está jugando con fuego. A pesar de ser distorsivo, el cepo cambiario era un mal necesario para una economía que todavía no había dado señales de despegar. El impacto de los aranceles comerciales que impuso Trump, sumado al aumento de la inflación doméstica, empujaron la cotización del dólar blue en los últimos 15 días, en los cuales la divisa no dejó de escalar. Podemos suponer que el lunes será un día complicado, habrá que ver cómo reaccionan los mercados tras la eliminación de las restricciones que implican una devaluación promedio del 30 %, una brecha que se espera poder compensar con el desembolso que hizo el FMI. El mismo ministro, en dos gobiernos diferentes, es el arquitecto de estas reformas. Estamos hablando de Luis Caputo, quien ocupaba la cartera de Finanzas durante la gestión de Macri, cuando también se levantó el cepo y la situación se le fue de las manos. Por eso vale decir que el gobierno se está enredando en su propio laberinto. Todos los bienes que tengan componentes importados subirán, y también caerán en la volteada los combustibles. 


No lo estoy diciendo yo: Es un hecho que se ha sembrado una gran incertidumbre sobre qué pasará a partir del lunes cuando se reanude la actividad bursátil. Se podría haber avanzado de forma gradual, ir desmantelando el cepo de a poco para evaluar el comportamiento de la economía, en lugar de hacerlo de un modo tan abrupto. En el mejor de los casos, uno puede pronosticar un dólar alto como el de los últimos días, un billete que ya dejó de ser barato como lo era hasta el final de verano. Todo me hace pensar que la cotización va a pegar un salto desde el primer día y que seguirá subiendo sostenidamente y sin techo hasta que toque la banda de los 1.400 pesos que fijaron desde la Rosada. A partir de ese límite, se prevé que haya una intervención del Central como venía siendo hasta ahora, vendiendo reservas para contener la disparada.


Es un escenario complejo, con muchos actores en juego, y tampoco será tan fácil para cualquier persona comprar dólares como si fuera a comprar un paquete de cigarrillos. Alguna limitación tiene que quedar en pie para disipar el riesgo de una corrida, que está más latente que nunca. Mientras tanto, no sería extraño que haya una remarcación masiva de precios en las góndolas, y que todo ese cóctel termine empujando la inflación hacia arriba. Por ahora son todas conjeturas e hipótesis que están basadas en el resultado negativo del anterior levantamiento del cepo. Haber vuelto a pedirle plata al FMI fue un grave error, porque esa deuda, como cualquier otra, genera intereses, y se va a refinanciar varias veces hasta que se pueda saldar, si es que alguna vez se logra. Las similitudes con Macri ya son más que sorprendentes. El nuevo acuerdo con el board del organismo, como cualquiera que se suscriba, seguramente contiene varias cláusulas y una “letra chica” que el gobierno no dará a conocer de buenas a primeras. Milei, que es economista, debería saber que la principal preocupación de los argentinos es la estabilidad y no su sustento ideológico. Los salarios, que ya de por sí son bajos, perderán ante la inflación y la estampida de precios, habrá más aumentos, y pocas recetas para morigerar el impacto desde la ortodoxia de manual. No es tan sencillo como parece. Al establecer una banda de flotación, el Banco Central sigue jugando un rol clave con sus intervenciones en el mercado para evitar que el río se salga de cauce. Por supuesto que quemar reservas no merece siquiera llamarse receta, sino que es el primer recurso al que echan mano los gobiernos cuando el mercado no responde como ellos quisieran. La turbulencia financiera tiene numerosas causas, y más allá de que hay una crisis internacional, una economía fuerte se distingue por saber cómo surfear en las olas de un mar picado.

 

Mientras tanto, aquellos que no viven de la timba ni de la especulación siguen siendo los más perjudicados. Las tarifas del transporte hacen que para viajar a laburar haya que gastar cada vez más, que la plata no rinda, que el changuito del súper esté cada vez más vacío, y que los precios de los medicamentos se despierten del letargo para retomar una espiral ascendente como la de fines de 2023 y principios de 2024. Lo único que puede decirse como novedoso es que el gobierno se jugó a todo o nada, viendo cómo se le quemaban los papeles en un año electoral, donde la marcha de la economía juega un rol fundamental en la intención de voto. Un contexto de volatilidad hará que la precaria estabilidad conseguida quede en el arcón de los recuerdos. Se terminó la ilusión del dólar barato. Y se abre un proceso cuyos resultados condicionarán el devenir de las próximas elecciones. A partir del lunes, ya nada será igual. Nos estamos viendo pronto. Punto final.  

8 de abril de 2025

La falta de un desarrollo integral para Lobos

 

Hoy tuve que desgrabar una extensa conferencia de prensa en la cual se dio a conocer el programa social “Mi primer terreno”. No pude asistir en forma presencial, pero unos colegas me facilitaron el audio para que yo pudiera publicar la nota, gesto que se agradece. En fin, se trata de una iniciativa que permite el acceso de 65 lotes a vecinos y empleados municipales. Por supuesto, hay que cumplir con determinados requisitos, como tener un ingreso mínimo para que garantice que el adjudicatario podrá pagar las cuotas que demande saldar el costo del terreno. En principio, es un anuncio positivo. La principal contra que pueden enfrentar algunos lobenses es que la construcción en el predio deberá comenzar casi inmediatamente, y por lo tanto hay que presentar planos y terminar la obra en un plazo no mayor de 48 meses. Pero vamos a indagar un poco en la letra chica antes de sacar conclusiones apresuradas. ¿Adónde irá a parar el dinero que el municipio recaude de los beneficiarios? ¿A financiar obra pública, como se dijo en su momento? No está claro.


De este programa, vale decir, se brinda respuesta al déficit habitacional que desde hace años tiene nuestra ciudad. De todos modos, también cabe preguntarse por qué el Municipio no ha logrado terminar las 30 viviendas del B° Amarillo, si según versiones confiables ya había un oferente que se había presentado para finalizar la construcción. Seguimos en el reino de la improvisación. Las calles se inundan cuando caen dos gotas, los espacios públicos como plazas y demás tienen una falta de mantenimiento notable, no se atiende a los reclamos de los concejales de la oposición, y el Ejecutivo está empecinado en hacer las cosas como se le ocurra, a como dé lugar, porque si los legisladores ponen reparos o modificaciones a una ordenanza, esas enmiendas son vetadas. La mayoría automática que tiene el oficialismo en el Deliberativo hace que el resto de los bloques no tenga peso propio a la hora de hacer las observaciones que considere necesarias. Vuelvo a lo que dije al principio: Lobos tiene calles muy deterioradas y que se inundan fácilmente con pocos milímetros de precipitaciones. Y la tercerización de servicios públicos no es la solución. Si hace falta personal, es mejor que se destine el presupuesto a la contratación de empleados antes que a gastos superfluos. Dejar en manos de una empresa privada áreas como el barrido y la recolección es entregar la potestad municipal a un tercero adoptando un criterio genuflexo y cuestionable. El Municipio, después de la desastrosa experiencia de Garbo Sur, en los años ’90, debería haber tomado nota de la falta de contralor que existe sobre las empresas tercerizadas y de la dudosa capacidad que tienen para brindar un servicio óptimo.


Por otra parte, la ciudad carece de desarrollo industrial, no hay un predio donde puedan radicarse, pero tampoco hay voluntad política para conseguirlo. Mientras otros municipios son el faro de la región, Lobos va quedando relegado a ser un pueblo pequeño y carente de toda proyección. La otra vez hablaba con un visitante que ponderaba la prolijidad y el orden del centro, y sin ánimo de contradecirlo, le expliqué que los barrios de la periferia son los más postergados, y que sólo saliendo de las diez cuadras del ejido urbano eso se puede advertir con propiedad. Porque hay muchas calles que no están pavimentadas, donde no pasa el regador para mitigar la polvareda que dejan los autos que circulan a toda velocidad, los baches son la trampa perfecta para el conductor desprevenido ante la falta de señalización, y el exceso de piedras que vuelcan las máquinas municipales hace que cualquier vehículo pueda despistarse como ha ocurrido en Arévalo o en Carboni. Hace falta una planificación. Esta gestión decidió no continuar con las Olimpíadas del Salado, pero el dinero que supuestamente se ahorran al no hacerlas, lo dilapidan en proyectos cuestionables y de dudosa utilidad. A mí todo esto me hace mucho ruido, porque no se puede decir que son novatos en la administración pública, ya van por el tercer mandato. Es previsible que haya un desgaste, pero ello se nota más si siempre están los mismos nombres decorando el elenco de funcionarios. Hay que oxigenar el grupo de trabajo, buscar nuevos profesionales que se perfilen con una visión diferente de la cosa pública, que tengan el deseo de aportar sus conocimientos en beneficio de los vecinos. Por eso reitero, lo de los terrenos me parece una buena idea en principio, habría que ver la implementación una vez que se realice el sorteo y la adjudicación. Hablar de lotes por 10 millones de pesos es lo mismo que decir 10.000 dólares, que es el valor promedio del mercado. No son ninguna ganga tampoco, si bien depende de dónde estén ubicados, algo que no especifica la Web oficial. El lugar ideal para hacer un polo habitacional hubiera sido el predio de la vieja Maestranza de la calle Yrigoyen, pero nunca se dio ningún tipo de explicación al respecto y ese lugar sigue estando ocioso, sin ninguna utilidad.


Lo más destacado es la financiación, pero a su vez, en el mientras tanto, hay que construir una vivienda, ya que el terreno se entrega para ese fin y no te dan la escritura hasta que finalices la construcción. Lo único que tendrás como comprobante previo es un boleto de compraventa. Lo que se busca con este requisito es desalentar la compra de un lote como “inversión”, digamos. Lo cual no está mal del todo, pero habría que ver caso por caso. Hay gente que apenas podría pagar las cuotas si lo quisiera hacer y que por ese motivo prefiere postergar la construcción para más adelante. No es tan fácil salir a establecer pautas con el bolsillo holgado cuando el de los trabajadores se resiente día a día.


Por otra parte, hay que estar atentos a la “macro”. Con un dólar en alza y una turbulencia económica por los aranceles comerciales, no habría que descartar una suba en los alimentos, que resentirá en gran medida el poder adquisitivo y el costo de vida. Son variables que no se pueden soslayar. No es un escenario de estabilidad como para invertir, aunque siempre habrá gente que pueda hacerlo, y ojalá sean muchos los que logren acceder a un predio propio donde vivir para no tener que seguir alquilando como lo vienen haciendo hasta ahora. Lo que debemos entender es que el desarrollo integral de un municipio excede estos programas sociales. Según el Ejecutivo, lo vienen gestionando desde el año 2017. ¿Por qué se tardó 7 años? Aun con la mejor buena voluntad que tengan, es mucho tiempo. ¿Y por qué se hace el anuncio en un año electoral? ¿Qué pasa con la gente que queda excluida porque el dinero no le alcanza para llegar a fin de mes? Demasiadas preguntas para un solo posteo. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

6 de abril de 2025

Un domingo con mateada

 

Me preparo unos mates. Pero el agua está muy caliente, ya me doy cuenta con el primer sorbo que me quema la lengua. Le agrego agua fría a la pava y ahora parece que sí, que le encontré el punto justo para iniciar la clásica mateada del domingo. Aclaro que no soy un eximio cebador ni un "sommellier de la yerba". 


La verdad es que estoy pensando en un relanzamiento personal. En descartar hábitos que no me hacen bien y en sumar aquellos que me ayudan a sentirme más lúcido e inspirado. Es un proceso que me parece propicio, me refiero que todos nos planteamos para encontrar un equilibrio en alguna etapa de la vida. Si no lo hacemos, el cuerpo o la mente nos pasarán factura, más tarde o más temprano. Y antes de que sea demasiado tarde, podemos activar los resortes de nuestra personalidad para adoptar nuevas conductas.

 

Los domingos no son los días que más me agradan, no lo paso muy bien, pero sé que eso tiene que cambiar en algún momento. Y el único que puede moldear su propia vida es uno mismo. No hay recetas mágicas, simplemente se trata de buscar momentos de placer porque la vida en general nos agobia con problemas y preocupaciones. Para mí, el hecho de haber elegido ser periodista es una satisfacción personal. Tuve la suerte de que mis padres y mi hermano me motivaran y apoyaran siempre, aunque en su fuero íntimo quizás hubieran deseado que yo estudiara otra carrera. Como siempre me gustó escribir, ya tenía un punto a favor. Pero, por supuesto, eso no es suficiente para redactar una buena crónica o un buen artículo. No alcanza con el voluntarismo o el entusiasmo. Es imprescindible una formación que te indique cómo resguardar tus fuentes confiables, el “off the record”, cómo brindar al lector todos los datos que necesita saber, cómo utilizar el léxico adecuado, el poder de síntesis, y tantos recursos más.


Lo que escribo siempre fluye mejor cuando hay silencio en la casa, y lo mismo cabe cuando tengo que estudiar. Puedo concentrarme mejor en lo que estoy haciendo, por eso diría que el silencio es útil para muchas cosas. También para leer. Cuando voy a un bar, aunque tengan los diarios del día y me interese hojearlos, se me hace imposible leerlos si el volumen de la música funcional está muy fuerte. Soy un poco maniático, lo sé. La ausencia de ruido nos pone en contacto con nosotros mismos. Pero vivir solo, por ejemplo, es difícil. No tenés nadie con quién conversar, no le podés echar la culpa a nadie de lo que te pasa puertas adentro porque el único habitante sos vos, y si se te quema la comida o te pegás un resbalón en el piso es responsabilidad tuya. Yo quizás antes era más independiente, hacía más cosas por mi cuenta, pero no logro recordar cuándo fue que eso cambió. Imaginate que yo vivía en Buenos Aires siendo muy joven y me iba a cualquier lado, me tomaba el subte y enseguida llegaba adonde yo quería ir. Ahora hace muchísimo que no voy a CABA, en principio porque es muy caro, y en segundo lugar porque mis amigos de antaño ya no viven en el lugar donde lo hacían antes. He perdido contacto con ellos. Para hacer compras tampoco es necesario, podés conseguir lo que necesites por Mercado Libre, o por otra plataforma de e-commerce. Lo único que está bueno es ir a un shopping de vez en cuando, para pasear un rato y despejar la cabeza, aunque posibilidad de hacer compras esté restringida porque se sabe que el valor de comprar algo allí supera holgadamente el de un negocio cualquiera que esté fuera del predio. Los trámites digitales que se están implementando también hacen que no sea necesario trasladarse a Buenos Aires para renovar o tramitar un determinado documento.


Mi interés está puesto en conseguir nuevos aprendizajes. Dicen que todos los días se aprende algo nuevo. Yo no estoy tan seguro de que sea así, pero sí creo que podemos darnos la oportunidad de abrirnos las puertas al conocimiento. No hace falta mucho, podés leer todos los días un artículo de Wikipedia, escuchar un podcast en Spotify, abrirte al mundo aunque no salgas de las cuatro paredes de tu casa. Y la soledad tiene aspectos positivos: Por ejemplo, un feriado podés quedarte a dormir hasta tarde y que nadie te rompa las bolas. Sí es cierto que hay mucha gente que vive sola y que tiene dificultad para poder socializar. En mi caso, yo vivo con mi familia, pero fuera de ese núcleo no tengo muchas oportunidades de interactuar con personas, excepto que sea por mi trabajo. Mis amigos tienen sus respectivos empleos y horarios, y rara vez coincidimos como para tomar un café o ponernos al día con nuestras vidas. Yo soy poco afecto a la virtualidad, excepto cuando no hay otra opción. Como bien decía mi viejo, cuando hay una disputa, un conflicto, o algo importante que decir, “por teléfono no arreglás nada”. Hay cosas que por su magnitud no se deberían expresar por WhatsApp, el peso que tienen hace que requieran de una conversación personal. Con mis clientes me manejo por WAP sólo para dejarles el recibo de la publicidad o bien para acordar una modificación que sea necesaria hacer en los valores. Para otros menesteres, prefiero concurrir in situ y escuchar cuál es la idea que ellos tienen para pautar un aviso, qué datos desean agregar, si les interesa replicarlo en las redes… Todo se conversa, porque aunque la palabra ya no valga más que un documento, es un instrumento fundamental de comunicación. Hay determinadas situaciones que requieren la presencialidad, por más que estemos inmersos en una etapa de despersonalización cada vez mayor. No podés separarte de tu novia por un mensajito de texto o lo que fuere. Aunque la charla no termine de la mejor manera, hay que hablarlo. Tampoco se puede cerrar un acuerdo comercial serio por mail. Por eso, como suelo decir, todo me hace pensar que somos seres analógicos en un mundo digital, pero seguimos sin entender los códigos de la comunicación ni el contexto adecuado para cada una de ellas. En la próxima nota profundizaré más sobre este punto, sobre la gente que no sabe o no quiere aprender qué herramienta utilizar para comunicarse según la sensibilidad del tema a abordar, como una ruptura sentimental, un accidente, o una pérdida. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

3 de abril de 2025

Post-feriado en la era digital

 

Iba a escribir algo ayer, 2 de abril, pero no quería ser redundante respecto a los sentimientos que despierta esa fecha en cada uno de nosotros. Fue un feriado que tuvo alto acatamiento en Lobos, ya que la mayoría de los comercios estaban cerrados. Hoy ya es jueves y todo parece indicar que se retomará la actividad pueblerina con el ritmo habitual. Ayer no tuve mucho para hacer, excepto cubrir el acto por el Día del Veterano. Hubo un gran acompañamiento de los vecinos, y es gratificante ver cómo año tras año hay cada vez más gente presenciando este homenaje.


Estamos viviendo tiempos complejos, con un gobierno que sólo parece preocuparse por las variables económicas y que se muestra ausente o contradictorio hacia otros frentes. Uno de ellos es el reclamo de soberanía por Malvinas, que se hace con una tibieza desconcertante cuando debería ser una política de Estado. Se me ocurre pensar que esta gente llegó al poder sin la menor formación estratégica, sin una visión clara de lo que implica conducir un país. Pero en todo caso, deberían asesorarse con personas capacitadas, no kamikazes ungidos del círculo rojo. El Banco Central, que Milei tanto decía aborrecer, sigue vendiendo reservas y quemando dólares para sostener el precio de la divisa. Una vieja receta que se continúa implementando con tímidos resultados en el corto plazo. Cabe hacer esa salvedad porque está claro que no son medidas que apunten a un sostenimiento real de la economía. Desde la Rosada están pensando en llegar como sea a las elecciones de octubre, y lo que uno ve es la ausencia de un plan, porque la motosierra no merece llamarse así, es sólo un proceso de ajuste que aún se sigue aplicando en los resortes del Estado que quedaron en pie.


EE.UU. aplica aranceles a productos extranjeros, entre ellos los argentinos, y el comercio exterior está cada vez más restringido y dominado por las grandes potencias. Se van cerrando las puertas a las exportaciones y muchas industrias tendrán que compensar ese déficit de alguna manera. No se vislumbra que esa reconversión sea posible, hay muchos cabos sueltos y una turbulencia que hace volar por los aires los papeles de la ortodoxia económica.

 

Hoy tuve un día intenso, en el cual me dediqué a hacer algunas cobranzas que habían quedado pendientes y a organizar mis finanzas para el resto del mes. No será tarea fácil, dado que los precios siguen aumentando, sobre todo el transporte, el combustible y las tarifas de los servicios. Y los ingresos que uno percibe son siempre los mismos, más allá de algún pequeño ajuste que se pueda hacer para actualizar el valor de las publicidades. A veces me cansa tener que ir dos o tres veces a un negocio para cobrar dos monedas, no entiendo por qué te lo hacen tan difícil, estamos hablando de sumas que para un local promedio no representan un gran desembolso. Si yo cobrara lo que realmente necesito para poder sostener con mayor solidez mi emprendimiento, la cosa sería distinta. Es arduo llegar a fin de mes con una reserva de dinero que te garantice estabilidad. Están los clientes históricos y cumplidores, y aquellos que pautan por un período limitado de meses. Con los primeros uno es más contemplativo, porque siempre han estado como auspiciantes, en cambio los otros son aves de paso.

 

El espacio de televisión es más caro que el de Internet, y por ese motivo estoy tratando de “vender” mi programa de TV para ir abriendo el juego a nuevos sponsors. Yo creo que un ciclo de entrevistas que hace 6 años que está en el aire tiene potencial para explotarse más. La producción es fundamental: Soy yo quien me encargo de invitar a la gente que participa, a veces de coordinar horarios, y eso es lo más desgastante, no el hecho de conducir el programa. Quienes lo han visto alguna vez en la pantalla suelen ponderar que se le otorgue espacio a vecinos que no suelen ser noticia: Es una forma de visibilizar sus historias de vida. Confío en que hacer un curso de Marketing me ayude a darle mayor volumen a mi producto. En realidad, es un producto y un servicio. Yo brindo servicios publicitarios y de información, y lo hago a través de un sitio Web. Es decir, hay una herramienta que yo utilizo para que mi Pyme pueda sostenerse. Sea como fuere, ser un trabajador autónomo es mucho mejor que hacerlo en relación de dependencia. Ambas modalidades tienen sus pros y sus contra, pero yo ya conozco ambos roles. Ahora trabajo solo, hace unos cuantos años también lo he hecho bajo patrón, y siempre había una exigencia desmedida si lo comparamos con el sueldo que yo recibía. Además, tener un trabajo en blanco en Lobos es un lujo; la mayoría de los empleadores te negrean y cuando llega la edad de jubilarte te encontrás con que no tenés aportes. Con el monotributo que pago todos los meses, yo tengo acceso a una obra social y a los aportes jubilatorios. Seguramente cuando llegue ese momento cobraré la mínima, pero no puedo detenerme a pensar en eso ahora porque no me sirve de nada, es una pérdida de tiempo. Todo lo que pueda hacer siendo trabajador activo va relacionado con lo que recibiré en mi vejez, si es que llego a esa edad. El futuro no es previsible. Se pueden adoptar medidas para mitigar un impacto negativo, pero no hay certezas de nada, y menos en un país como el nuestro.

El futuro no se piensa, sino que se proyecta. No hay lugar para una planificación minuciosa, sino que es una página en blanco sobre la cual vamos construyendo el día a día. Largo plazo o corto plazo, lo mismo da. En teoría, es más sencillo prever lo que puede pasar mañana, que dentro de 10 o 15 años. El azar, la fatalidad, los vericuetos del destino, hacen que nos resistamos a analizar los hechos que permanecen ocultos bajo una extensa línea temporal. Y está bien, porque si vamos al caso, yo concentro mi esfuerzo en lo que estoy haciendo ahora, y lo que vendrá será por añadidura o bien porque se dio así. Siempre doy el mismo ejemplo, pero cuando yo era adolescente, jamás pensé en cómo sería el año 2025, y no me imaginaba en absoluto que iba a existir la Inteligencia Artificial, el auge del streaming, las redes sociales, los celulares. Todo cambió, incluso sin que hayamos hecho algo para evitarlo. El mundo de nuestros hijos o nietos será distinto, no podemos predecir sin margen de error, pero habrá un auge de la robótica, de las máquinas, se afianzará la tendencia que estamos viendo ahora de efectuar cirugías a distancia. Esos son, para mí, indicios de lo que vendrá. Mucho más no se puede predecir. Pero es un tema tan apasionante que daría para escribir largo y tendido. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

29 de marzo de 2025

Terceras partes nunca fueron buenas, ya verán por qué

 

A nivel personal, me siento satisfecho. Ya comencé a tomar clases en los cursos de Formación Profesional. La verdad es que se demoró un poco, y el primer día que llegamos ocurrió una situación inusual, ya que la escuela donde cursamos estaba cerrada, los alumnos tuvimos que esperar afuera y hubo que aguardar 15 minutos hasta que alguna autoridad llegara con la llave salvadora que nos iba a abrir las puertas del conocimiento, por decirlo de un modo poético. Pero por suerte ese día cursamos con normalidad y el inconveniente se pudo subsanar. La primera clase fue muy hablada, esperaba que fuera más interactiva, aunque pensándolo bien, lo fue a su manera, ya que por ser el primer encuentro nos tocó presentarnos en calidad de alumnos y explicar por qué nos habíamos inscripto en un curso de Marketing. Fue así como conocí las historias de varios emprendedores de Lobos que yo desconocía, gente que le está poniendo pilas y esfuerzo a un proyecto y que busca potenciarlo para elevarlo al siguiente nivel. Fue un gran impulso para pensar en cómo incrementar las ventas de mi portal digital, que me costó mucho esfuerzo sostener y que hoy ya está consolidado dentro de los medios de prensa de Lobos. Pero siempre se puede apostar a más, siempre se pueden generar nuevos ingresos. Consolidar un proyecto implica un posicionamiento de marca, que la gente la reconozca y la considere sinónimo de prestigio, de calidad. Lo nuevo siempre atrae, pero al cabo de un tiempo hay que hacer sustentable ese impulso inicial.

 

Yo tengo mi diario Lobos 24 desde 2017, y estoy pensando en darle un nuevo perfil, que no lo tengo definido todavía, pero que es necesario. Cuando yo me decidí a lanzar el portal, tuve que hacer una inversión muy grande, y amortizarla me llevó bastante tiempo. Para ese entonces, el mayor tráfico de Internet ya estaba en los celulares y tenía que ofrecer una plataforma atractiva para ese formato. Trabajamos en conjunto con el diseñador del sitio para lograr el mejor producto posible, que tiene gastos fijos como la renovación anual del dominio y del hosting. El domino es la marca, el nombre que te identifica y que debés renovar porque si no lo perdés y el público ni te registra. El hosting es el alojamiento del sitio en un servidor, para que esté activo y pueda ser visitado por la audiencia. Desde principios de año voy ahorrando lo que pueda para que no me tome de sorpresa, porque los costos suben constantemente. Le estoy dedicando más espacio a noticias regionales que tienen impacto en Lobos, es cuestión de investigar y googlear exhaustivamente porque siempre se encuentra algo. La realidad de los municipios vecinos está muy relacionada con el nuestro. Hay fiestas populares, delitos aberrantes, sesiones del Concejo Deliberante… La vida cotidiana de un municipio no difiere mucho de otro. Lo que sí marca la diferencia son los funcionarios que el Intendente de turno designa para ocupar cargos en el Ejecutivo, ya que hay mucha negligencia o falta de respuesta a los vecinos en determinados casos. Lobos necesita un relanzamiento integral como ciudad, se ha convertido en un pueblo donde abunda la mugre, la basura, los robos son cada vez más frecuentes, el tránsito se vuelve caótico, nadie se hace cargo de nada, y la gente ya no sabe a quién recurrir o a quién reclamar.   


Es cierto lo que me planteaba un concejal: La gestión actual está padeciendo un evidente un desgaste, aunque para mí desde el día uno no mostraron mucho interés en hacerle la vida más fácil a los lobenses. Ya con un tercer mandato encima, esa tendencia se acentúa, no se brindan respuestas a las necesidades básicas, están avanzando en la tercerización de servicios cuando los memoriosos recordarán que hubo una empresa en los ’90 que se llamaba Garbo Sur y que hizo un desastre, no cumplió en absoluto con las expectativas, y lo que se debería hacer es contratar nuevo personal para satisfacer las demandas del servicio de barrido. Por otra parte, el agua corriente sigue con un alto contenido de arsénico y a ninguna autoridad esto parece importarle, seguramente en sus domicilios tendrán dispensers que los abastecerán del vital elemento con otra calidad apta para el consumo. 


Yo tengo una deuda de gratitud con Lobos porque es la ciudad en que nací y que me ha dado todo, pero hay mucha gente de mierda que se empeña en afear el paisaje urbano ya sea por ignorancia o porque buscan la solución más fácil, como sucede con el cableado en la zona céntrica que es totalmente desmesurado e impresionante, sumado a las antenas de televisión abierta que todavía subsisten en los techos de las viviendas y que han quedado obsoletas. Los perros sueltos siguen provocando accidentes, obviamente no se puede culpar a los animales, sino a la ausencia de políticas públicas en materia de zoonosis. Las castraciones barriales están bien, pero con eso no alcanza. Por un lado, los perros de la calle circulan cerca de los domicilios porque hay gente que les brinda alimento. Es un gesto noble, pero perjudicial. Por otro, los canes se acostumbrar a frecuentar esos lugares y cualquier vecino que circula en bicicleta puede ser víctima de mordidas que lo hacen caer del rodado y lesionarse.

Los servicios públicos que presta el municipio distan mucho de ser óptimos. La recolección de ramas, el barrido que ya mencionamos, el mantenimiento de los espacios verdes… Y la lista sería larga de enumerar. La inseguridad se da a todo nivel, los robos de motos y bicis, las riñas callejeras, son cada vez más frecuentes, y todos nos preguntamos qué función cumple el Centro de Monitoreo, porque ha habido casos, como los robos a las inmobiliarias, que se perpetraron en pleno centro y al parecer, nadie vio nada. Si el Intendente tiene la aspiración de finalizar bien su tercer mandato, es necesario ajustar varias clavijas y hacer cirugía mayor, para paliar todo aquello que se ha deteriorado ostensiblemente. Punto final.

27 de marzo de 2025

Cualquiera puede enseñar, pero no todos pueden aprender

 

Hace varios días que no escribía nada por acá. El verano se fue, ya es historia. Entramos en el otoño sin saber qué nos deparará, sólo pensando en el día a día. Ahora estamos en una coyuntura diferente, porque en breve comenzará la actividad política, habiendo ya transcurrido el período de vacaciones. Y como este año no hay PASO, sólo se votará en octubre. Yo creo que es necesario apoyar a una oposición responsable en el Congreso en estas elecciones de medio término. Todos, sin importar el partido, han demostrado ser impresentables, pero los libertarios en particular se comportan como kamikazes, parecen haberse escapado de un zoológico para refugiarse en los estrados del Parlamento. La verdad es que lo que hemos visto en las últimas sesiones da vergüenza ajena, son personas incapaces de debatir de un modo civilizado porque creen que haciéndose los guapos o provocando escándalo tendrán más notoriedad. 


Los peronistas y la izquierda parecen más mesurados, aunque a todos les complace hacer quilombo en las sesiones mientras transcurren las horas y la cuestión de fondo sigue sin zanjarse. Esa degradación de la labor legislativa no es casualidad, como tampoco lo es que diputados y senadores negocien periódicamente un suculento aumento en sus sueldos. Para eso sí que se ponen todos de acuerdo, a nadie le conviene sacar los pies del plato. A mí me da la impresión de que nada de lo que hacen es improvisado, ya antes de entrar al recinto tienen bajo la manga toda clase de chicanas y estupideces para entretener a la manada. Y lo peor de todo es que les da resultado desde lo simbólico. Por insultar a tu colega no vas a ser más combativo. Sos patético, por más que esa estrategia de militar desde la agresividad te reditúe algún voto. Los ves por televisión y parecen sujetos encerrados en la casa de Gran Hermano. Hay mucho freak dando vueltas, eso no se puede negar. A más de uno le faltan varios jugadores. Deberían ir a un neuropsiquiátrico antes de recalar en el Congreso.


Toda esta violencia institucional va a traer consecuencias por algún lado, eso dalo por hecho. La gente está cada vez más escéptica de los políticos porque ni siquiera ocultan su mediocridad. Es evidente que no tienen ningún prurito en exponerse con argumentos sin sustento y una escasa capacidad intelectual. Ese trabajo de pensar lo hacen sus asesores, no el diputado o senador que ocupa su banca. Y cada asesor debe ganar muy bien para haberse ganado ese sitial. En cuanto a Lobos, también hemos tenido concejales que ni saben ni hacer la “o” con un vaso, y sin embargo están ahí, como un premio a los años de pegar carteles y de cantar la marcha partidaria. Su desempeño es paupérrimo, casi ni se les conoce la voz, porque lo presentan ninguna moción. Están pero no están, son como seres virtuales. Parte de esa mediocridad tiene que ver con que son vecinos conocidos en muchos casos y se considera que por ese solo motivo tienen la idoneidad necesaria, pero no funciona así. El hecho de ser conocido en un pueblo ayuda a conseguir votos, pero no es una garantía de tener a un gran concejal ejerciendo sus funciones.

 

Y la escuela, ¿qué onda? Da la impresión de que hace rato que comenzó a asumir roles que la exceden, como contener a pibes violentos que impiden que los demás puedan aprender algo. Ya no se exige disciplina porque no existen las amonestaciones tal como nosotros las conocíamos: Si acumulabas 25 o más, te rajaban. Eso es impensado hoy, y viene desde hace años, cuando se empezó a pregonar la inclusión a cualquier costo, porque los chicos sí o sí debían estar en la escuela aunque no aprendieran nada. Y si no se incluye a todos, ¿con qué criterio se excluye? Eso debería quedar establecido en algún estatuto para despejar pronunciamientos difusos. 


Los docentes hacen lo que pueden, pero como decía Pepe Mujica, la institución escolar no educa, sino que imparte conocimientos. La que debe educar es la familia, enseñar pautas de conducta, buenos modales, el valor de la paciencia, del esfuerzo, del ahorro, y tantos otros que se me vienen a la mente. No es relevante cómo está constituida cada familia porque es natural que eso pueda variar de un hogar a otro. Los maestros y profesores no enseñan a decir “buen día” o “por favor”, porque su función no es esa, sino que se dedican a enseñar Lengua, Matemática o Geografía. Antes, cuando no existía Internet ni mucho menos Wikipedia, los chicos tenían que buscar en las enciclopedias impresas, yendo a una biblioteca, la información que el docente les solicitaba. Hoy todo eso no va más, y no hay marcha atrás, si hasta la Inteligencia Artificial brinda respuestas rápidas (a menudo erróneas) ante cualquier duda. Los alumnos consideran que su paso por la escuela es una pérdida de tiempo, les da igual sacarse un 10 que un 6, y en el futuro se verán las consecuencias de una generación que, por estar escolarizada, se creyó que iba a erradicar la ignorancia generalizada. 


Si no hay un estímulo para leer, para escribir, para hacer de la escuela un espacio del pensamiento, a nadie le interesa perder el tiempo allí, sólo concurren porque es obligatorio. Si más adelante quieren ingresar a la universidad, se dan la cabeza contra una pared porque allí no se jode, hay un examen de ingreso, o un Ciclo Básico, y pasar por ese filtro no es apto para cualquiera. Lo mismo pasa con un instituto terciario. El bajo nivel de aprendizaje de los años previos se paga muy caro, porque la escuela no logró crear una conciencia en el alumno de que esos conocimientos son útiles para el futuro. Por supuesto, sería erróneo generalizar, pero parece que a nadie le interesa indagar en las causas del fracaso escolar, porque el hilo se corta por lo más delgado. La educación formal, que se imparte en un establecimiento, es insuficiente si no se cuenta con el acompañamiento de las familias de esos pibes. Ojalá en algún momento lo podamos entender, para que cuando nuestros hijos regresan de clase, nos tomemos la molestia de ver en el cuaderno o la carpeta qué fue lo que hicieron al cabo de cuatro o cinco horas por día. No estamos viendo pronto. Punto final.

21 de marzo de 2025

Noticias que parecen de la prehistoria

 

Parece que hubiera ocurrido en la prehistoria, pero ocurrió anteayer. Esto ocurre porque las noticias pierden actualidad rápidamente. Finalmente, la Cámara de Diputados dio luz verde al DNU del Gobierno que habilita a la negociación con el FMI. Fue en el marco de una sesión extensa en la cual no faltaron las chicanas, los pases de factura y los cruces entre los legisladores. Un espectáculo vergonzoso, en la misma jornada en que se organizó una nueva protesta contra el ajuste a los jubilados. La presencia de manifestantes fue variopinta y excedió a los integrantes del sector pasivo. Estuvieron referentes de La Cámpora, partidos de izquierda, pero ello no le resta legitimidad al reclamo. La concurrencia fue menor a la de la semana anterior, y hubo algunas escaramuzas entre las fuerzas de seguridad y los peticionantes promediando la noche. Afortunadamente, ninguno de ellos pasó a mayores.

 

En lo que a mí respecta, nunca bajé los brazos a pesar de las adversidades. He pasado por momentos muy gratificantes y otros no tanto, pero nunca tiré la toalla. Y menos voy a hacerlo ahora, cuando me estoy preparando para volver a capacitarme en el Centro de Formación Profesional, cuando la actividad política comienza a salir de la modorra, cuando se respira otro aire que es el de una nueva realidad que nos toca vivir. “Otro aire” es una expresión quizás demasiado presuntuosa, pero que tiene que ver con los hábitos de consumo, con las tendencias culturales, con los cambios que se van dando a un ritmo imperceptible pero sostenido. Es tal cual como lo digo: Hoy no podemos notar muchos matices o diferencias, pero dentro de dos o tres décadas se podrá analizar con mayor claridad la economía, la irrupción de la antipolítica y de los outsiders, los nuevos liderazgos. No podemos permanecer con la guardia baja en medio de ese contexto.

 

Nadie pensaba que Milei podría llegar a ser presidente, y sin embargo ahí lo tenés al tipo, acumulando millas en viajes a EE.UU. y a la elite del poder mundial. Es un fenómeno nuevo, porque si se descalabra la inflación nuevamente, ya tendrá la Espada de Damocles sobre su cabeza. Es lo único que lo sostiene, porque la negociación con los adversarios no es su fuerte. Tiene un discurso violento, vulgar y disruptivo. Carece de la estatura de un presidente que se ha consolidado en el ejercicio de la función pública. El problema es que “la casta” a la cual tanto denostaba es el sector al cual pertenece hoy. La burocracia de los pasillos de la administración pública. Las ínfulas de desregulación y privatización. Los pasos en falso que parecen, para ser francos, pasos de comedia. La pobreza que sigue creciendo entre los sectores excluidos no parece hacerle mella por ahora, y la oposición todavía no logró reaccionar como debería hacerlo ejerciendo ese rol que le fue conferido. Los radicales cometen muchos errores e imprecisiones, los del PRO se pasan a las filas del Gobierno, los kirchneristas se contentan con conservar una porción de ese electorado que les sigue siendo favorable en las urnas. ¿Cómo es posible que alguien salido del panel de un programa mediocre como Intratables hoy sea Presidente? ¿Por qué se votó esto? Una posible respuesta puede ser que haya sido como reacción ante la dirigencia tradicional que ha hecho desastres en este país desde hace casi un siglo.

 

2024 fue un año flojo en el plano personal, y en lo que va de este 2025 no registro todavía algún momento memorable. Pero lo que sí puedo afirmar es que desde el día uno, encaré este ciclo con mayor esperanza. No podemos hacer de cada instancia un gran acontecimiento, porque no sería un análisis real. Si cada día esperamos que nos pase algo extraordinario, vamos camino a la frustración. Hay que trabajar para concretar esos logros que anhelamos a mediano plazo.

 

Sin darme cuenta, cambié de tema, venía hablando de la política nacional, pero no lo hice de un modo antojadizo. Lo hice porque para mí las decisiones que vienen desde la política también ejercen una influencia en el comportamiento de la gente. No importa que tengamos un gobierno proteccionista o de corte liberal, lo más relevante es comprender que todos somos responsables de forjar un futuro. Si delegamos en nuestros representantes es porque la democracia es representativa, no por otra razón. Pero eso no nos exime de la responsabilidad de ciudadanos. Por eso, voy y vengo con la misma idea. Para que un determinado período sea de prosperidad, es necesario hacer algo. Las cosas no vienen solas. Yo acepto que 2024 no fue un gran año a nivel personal, pero eso no quita que este 2025 no pueda serlo. Las expectativas se van acomodando en función de lo que nos toca afrontar. Si estamos ante un escenario de crisis e hiperinflación, habrá que aceptar que nos encontramos ante una situación incómoda para poder despegar y progresar. Lo mismo cabe si se nos presenta una recesión, como está sucediendo ahora. De todos modos, lo más fácil sería buscar excusas en el “afuera”. Que el país no esté en su mejor momento no debe ser un limitante, lo único que es útil en esos casos, como dije antes, es adaptar las expectativas, lo cual no significa renunciar a ellas. Es posible que hoy no sea el contexto más adecuado, pero eso no significa claudicar en nuestros sueños. La mayoría de la gente sueña con un futuro mejor para sí misma y para sus familias. Nadie juega para que le vaya mal o para seguir hundiéndose en el pantano.

 

Yo diría que tenemos mucho de autoboicot en nuestro ADN, eso es cierto. Somos nosotros quienes saboteamos nuestro real potencial y le vamos bajando el precio a nuestras capacidades porque no encontramos incentivos en el exterior. Es una autolimitación que nos imponemos casi sin advertirlo. Cada uno conoce sus puntos débiles y sus fortalezas, y yo antes no le daba bola a todo lo que estoy diciendo, hasta que llegué a una determinada edad en la cual busco otros intereses. Lo que a mí me atrae como desafío no es lo mismo de hace 10 años. Cuando sos adolescente, vivís sin responsabilidades, no tenés que trabajar, tus viejos te bancan los gastos, todo parece fácil… Y de repente te encontrás con que tenés que pagar un montón de cuentas, sostener tu economía, generar ingresos, administrar la plata que ganás. La transición de la adolescencia a la adultez nunca es sencilla. Al principio cuesta mucho entender esos cambios, que van cayendo como las fichas de un dominó. Ya cuando pasás los 40, seguramente tenés un hijo a cargo o formaste una pareja, y las responsabilidades son otras. La vida misma te lleva por esos caminos, te va interpelando, haciéndote preguntas. Aparecen las dudas, los miedos… Otros miedos, no los que te aquejaban cuando tenías 18. El miedo a perder el laburo, a no llegar a fin de mes, a no poder superarte porque sentís que ya llegaste a un “techo”… Y hablando de techo, el mayor desafío pasa por tener una vivienda propia, o aunque más no sea un terreno, un tema que ya hemos abordado en este blog. Para aquel que percibe una suma promedio, se hace muy cuesta arriba alcanzar esa meta. Y destinar una porción de tu sueldo todos los meses para pagar un alquiler tampoco es una situación grata. Algunos lo verán de otra forma, yo no soy el dueño de la verdad, simplemente expreso lo que para mí debería ser una prioridad y que se vuelve tan engorroso como complejo. Además, hay que pagar impuestos, servicios, tasas municipales… Todo eso te empuja a decirle adiós a la adolescencia. Te das cuenta de que esa etapa terminó, no porque lo diga tu edad, sino porque lo que te toca vivir es distinto. Antes no era tan difícil, si hasta con el Secundario completo alcanzaba para acceder a un buen trabajo, y hoy es un requisito mínimo e imprescindible en cualquier currículum que vayas a presentar. Pero no les doy más lata. Es una próxima nota voy a hablar un poco de eso, de la educación formal, de cómo cambió y qué contenidos que hoy se enseñan, no existían hasta hace unos pocos años. Punto final.  

 

 

 

Fotomultas ilegales en Lobos

  Transcurrieron varios días desde mi último posteo. Pero no escribí nada antes porque la verdad es que no había mucho para contar. La visit...