21 de mayo de 2009

El termómetro inquieto

¿Quién iba a imaginar que un jueves de mayo, un día bucólico y rutinario como cualquier otro, el termómetro marcaría 27 grados? En esta misma semana, creo que el martes, la temperatura fue de 10º durante buena parte de la mañana. Como suele suceder, quienes presumen de expertos en estas lides, los meteorólogos, no pudieron predecir este extraño fenómeno que agobia a los lobenses no tanto por el calor en sí, sino por la humedad. El típico síndrome del "día pesado". Nuevamente, hubo que revolver el placard para buscar alguna remera o prenda liviana con la cual uno pudiera salir a la calle sin sudar la gota gorda a cada paso. Cambiando de tema, a pesar de las críticas que en su momento hice al programa, soy un seguidor de "Los exitosos Pells", uno de los ciclos más logrado que tiene la televisión abierta. Pero ahora me resulta imposible saber a qué hora va a comenzar cada nuevo episodio, porque el programa que lo antecede ("Justo a tiempo", del impresentable Julián Weich) se extiende hasta límites insospechados y excede largamente su franja horaria. "Los Pells" no comienzan más a las 22:30, las autoridades del canal, para justificarse, ya ni siquiera fijan un horario: publicitan que un determinado programa comienza..."al término de"... el anterior. ¿Me están jodiendo? Antes lo veía todos los días, ahora, si por algún motivo me quedo despierto hasta que empiece, lo veo, y si no, mala suerte, no me va a cambiar la vida ni mucho menos. Son esos momentos en que me gustaría contar con el nuevo decodificador de Direct TV, que según anuncian con bombos y platillos, te permite grabar los programas y verlos cuando vos quieras. No se trata, por cierto, de una idea nueva: es algo parecido a lo que uno solía hacer antes con la videocassettera, cuando la configuraba para grabar un determinado programa, solamente que en el caso de Direct TV las imágenes no se graban en una cinta magnética, sino en una suerte de "disco rígido" que contiene el aparato en cuestión. Música para recomendar: Tom Petty, Springsteen, David Gilmour... (de este último rescato su prime disco solista, que data de 1978 y suena excelente, como él sabe hacerlo cuando Pink Floyd iba desintegrándose). Y si conseguís algo de Earth Wind & Fire, es una buena oportunidad para descubrir cómo se puede hacer música con ritmo bailable (o con groove), que tenga estilo. Nos estaremos viendo pronto. 

No hay comentarios.:

Crónica de una sociedad en ataque de nervios

Comenzamos la semana. Ayer saltó la térmica y media casa permaneció a oscuras mientras intentaba escribir estas líneas. Así que tuve que int...