23 de mayo de 2009

Sábado con ganas de estar en paz

Sábado en la ciudad. Todo tranquilo por el momento, veremos qué sucede con el transcurrir de las horas. No creo que vaya a salir esta noche, prefiero guardarme en casa, ya no me atrae otro plan que no sea dedicarme a escribir notas para el portal digital, o continuar puliendo los cuentos y relatos breves hasta darles la forma que pretendo. Tengo la confianza de que todo ese proceso arrojará como resultado el libro que estoy esperando editar.

Otro factor que influye en mi decisión es que tengo ganas de leer varios libros que encontré en mi biblioteca. Es decir: siempre estuvieron en el mismo sitio, pero nunca les di bola. Muchos los he comprado usados, en las ferias que encuentro por ahí. No estaría mal hojearlos un poco, e ir seleccionando para no ocupar espacio al pedo. Además, la humedad hace estragos en los libros, por no mencionar a las polillas e insectos similares que sin prisa pero sin pausa van dejando agujeritos casi imperceptibles en las páginas, por eso cada tanto en conveniente ventilarlos un poco o bien rociarlos con un líquido especial, que sé que existe pero no sé dónde conseguirlo.

En necesario cultivar la constancia: A veces algo despierta mi interés, y luego veo cómo se desvanece tan pronto como llegó. Así no sirve. Con el tiempo uno aprende a ser más estable, a darle el verdadero valor a las cosas que considera importantes y poner en un segundo plano aquellas que cree prescindibles. Pero como mencioné antes, es un proceso que lleva tiempo. A menudo los detalles, los artificios, nos distraen en exceso y nos impiden ver lo que realmente vale la pena. Podemos encontrarnos con miles de personas que hablen sobre cultura o que se consideren cultas, y cada una de ellas tendrá una definición y un enfoque diferente de lo que ello significa. Estamos viviendo tiempos en que aquellas cosas que parecían irrefutables comienzan a ser cuestionadas o puestas en duda, con distintos argumentos, y vemos cómo nuestro sistema de creencias (no hablo aquí de religión) comienza a desmoronarse. Será cuestión de pensar qué rol jugamos nosotros en esta nueva construcción de valores.

No hay comentarios.:

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...