8 de septiembre de 2009

Reflexiones matinales sobre nada


Ayer tenía ganas de redactar un nuevo post, pero no pude hacerlo porque una persona de mi familia estaba usando la computadora y mis reflexiones no eran tan urgentes como para ir a un cyber e intentar publicarlas. El mes pasado fue el más productivo desde que comencé con el blog, en cuanto a cantidad de textos. A su vez, este año ya ha superado a todos los anteriores en la cantidad de "posts" publicados. Les confieso que me aterra la posibilidad de que "Blogger" (el sitio que nos provee de este espacio) desaparezca de un día para otro y se lleve consigo todo lo que cada usuario ha escrito durante todo este tiempo. Un texto en una pantalla parece algo muy etéreo, muy despersonalizado. Si está impreso, al menos puedo tocar el papel, de algún modo adquiere cierto aire de perdurabilidad. Por supuesto, uno no escribe textos literarios cuya pérdida sería irreparable, pero tampoco es cuestión de que una tarea que a uno le insumió cierto tiempo se vea desperdiciada si ese post se pierde en la burbuja de la Web.

De a poco estoy volviendo a escuchar música en mis ratos libres, indagando también en la radio a ver si aparece algún programa interesante en el dial. Van varios días de lluvia y cielo nublado (creo que una semana como mínimo), y ya comienza a molestar esa melancólica pesadez, esas gotas que brotan de las nubes para provocarnos malhumor y tedio en un mismo acto.


Por lo general, me siento más a gusto actualizando el blog por las noches, cuando ya hay algunas ideas que empiezan a decantarse; ahora lo estoy haciendo por la mañana y he comprobado que el tono de los textos es otro, no son ni mejores ni peores, simplemente sucede que el día hace poco que empezó para mí y no todavía no tengo ganas de renegar ni de meterme de lleno en la actualidad política.

A veces quedo conforme con el modo en que redacté un post, y en otras ocasiones busco modelarlo de distintas maneras, sin resultado. Algunos comienzan flojos y luego toman envión; a otros les falta el "remate" final, la frase para poner el punto y pasar al texto siguiente. Es que no escribo de un modo metódico, si anotara previamente en un papel algunas ideas que pretendo desarrollar, quizás el resultado sería mejor, pero veremos cómo lo puedo encauzar para que no resulte un proceso demasiado engorroso. Hoy es martes, y quiero disfrutar este día a pleno, sin discutir con nadie y sin preocuparme por cosas que no valen la pena. Les aconsejo proceder de la misma forma, para vivir un poco mejor. Estamos en contacto!

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