18 de noviembre de 2014

Todos somos iguales ante los billetes

De vez en cuando, es bueno dejar el ego en un rincón y darnos cuenta de que no somos el centro del universo. Dentro de unos años (sólo Dios sabe), nadie se acordará de nosotros, porque la vida sigue, y como cantaba Charly García: "Mientras miro las nuevas olas/yo ya soy parte del mar". La novedad, como sostengo siempre, es efímera, y me puse a pensar en ello leyendo un ensayo notable de Beatriz Sarlo, "Instantáneas" (1996). En el libro se aborda el fenómeno de la posmodernidad (en realidad no sé si denominarlo fenómeno), el reciclaje eterno de la moda, el hecho de que todo vuelve, como sucede ahora con el promocionado furor de los discos de vinilo. Quién sabe qué sucederá dentro de cinco o diez años, sobre todo porque las proyecciones indican que la brecha social se ensancha y hay un grupo minúsculo de gente que tiene la guita y el resto del rebaño que recibe el "chiquitaje", las migajas. Sin embargo, esto no es una queja, es una observación basada en las desigual distribución del ingreso. Pero me estoy yendo de tema: Sarlo, en el libro antes mencionado, se detiene en la estética de los shoppings, en aquellos aspectos que hacen de los centros comerciales un "no-lugar". Podés pasarte el día entero dando vueltas en el Alto Palermo, al fin y al cabo, a nadie le importa. Lo que importa es que gastes guita, que consumas: obviamente esto no es nuevo. Pero un shopping (también denominado "mall"), es el ícono del capitalismo. No importa si sos de la Villa 31 o de San Isidro, mientras saques la billetera o la tarjeta de crédito, sos bienvenido. En ese sentido, la lógica del shopping tiene un particular sentido de "inclusión". 

Podría abundar en el asunto, pero prefiero dedicarle más tiempo a este tema, una vez avanzada la lectura del libro, y sin dejarme vencer por el sueño. Punto final. 

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...