15 de abril de 2015

Yanquilandia


Hoy, me propuse hacer algunas consideraciones sobre EE. UU. En junio de 2002, tuve la oportunidad de viajar a Puerto Rico (Commonwealth de USA), y me llevé una gran decepción. Creo que los puertorriqueños son aún más brutos y genuflexos que el yanqui promedio, pero eso no viene al caso. 

En EE. UU., tenés que pagar por todo: por visitar un parque, una reserva natural, un Museo, o cualquier sitio que ellos consideren histórico o de interés público. Me parece bien pagar una entrada a un Museo, porque el Estado se encarga de su mantenimiento, pero el resto no tiene ningún asidero. 

En EE. UU., la carga impositiva es enorme. La IRS (Internal Revenue Service), es el enemigo público número 1 de la clase media. ARBA y la AFIP son nenes de pecho al lado del Fisco estadounidense. En cuestión de arte y entretenimiento, ahí sí que nos superan con creces: tienen series excelentes (muchas de las cuales se ven en Argentina por los canales Sony y Fox), una historia de dos siglos de cine, escritores de primer nivel, y los diarios más prestigiosos e influyentes del mundo: The New York Times y The Washington Post. 

Pero... los yanquis no tienen salud pública, ni universidades públicas. Es frecuente ver en las propias películas que ellos hacen, cómo los padres ahorran toda su vida para "el fondo universitario" de sus hijos. Nosotros no tenemos playas chotas y llenas de cubanos como Miami, me quedo mil veces con Mar del Plata aunque el agua del mar esté a diez grados bajo cero. No tememos esa mierda de Las Vegas, otro invento de los yanquis para sacarle plata a los giles y explotar un territorio improductivo como el desierto de Nevada. 

Por todo eso, a pesar de los políticos corruptos, de que la gente piense sólo en el bolsillo y no en la educación, de que el narcotráfico haga estragos, de las villas de emergencia... me quedo mil veces con Argentina y quiero que mis huesos descansen acá. Y no es demagogia barata. Además, los yanquis no tienen a un crack como Messi. Punto final. 

Crónica de una sociedad en ataque de nervios

Comenzamos la semana. Ayer saltó la térmica y media casa permaneció a oscuras mientras intentaba escribir estas líneas. Así que tuve que int...