18 de abril de 2016

Defensa al consumidor

Siempre pensé que las entidades de Defensa al Consumidor, al menos las que uno escucha nombrar, no sirven para nada. Por ejemplo, te indican en qué lugares comprar más barato, tal es el caso del Mercado Central. En el noticiero de América TV cada tanto pasan informes en ese sentido. El problema es que somos un pueblo del Interior, y entre el costo de combustible y peaje, el supuesto ahorro que podemos llegar a tener se evapora como agua al sol. Lo que pasa en Lobos, es que los supermercados o almacenes tienen algunas ofertas, pero no todos tenemos el tiempo de recorrer uno por uno, eligiendo un producto económico para luego ir a otro comercio a comprar lo que falta. Desde el Municipio se podría trabajar en ese sentido, informando a los vecinos qué productos están en oferta en tal o cual negocio, y sería para beneficio de todos. Los que tengan precios altos, se verán obligados a bajarlos si no quieren perder su clientela. Esto no es el perjuicio de los comerciantes, porque habría que analizar caso por caso. No es lo  mismo un almacén de barrio o un kiosco que una gran cadena, o una tienda de ropa, o una librería. Lo cierto es que cada vez cuesta más planta que los chicos vayan a la escuela con sus útiles y sus libros, en particular estos últimos que son carísimos y repiten los mismos contenidos de uno que quizás salió publicado el año anterior. Todos los que peinamos algunas canas recordamos con nostalgia el "Manual del Alumno Bonaerense" de Editorial Kapelusz. Ignoro si dicha editorial existe aún, estimo que no porque no he visto nuevas publicaciones o ejemplares. Pero en ese manual, que tenía como 600 páginas y se pasaba de mano en mano, tenías todo. Hoy los chicos optan por buscar información en Internet, sobre todo en Wikipedia, que es maravillosa pero no es 100 % confiable, sobre todo en determinados artículos que no fueron escritos por profesionales.

Pero me estoy yendo de tema. Señores, que la defensa al consumidor sea real, y más que defensa podríamos hablar de protección al bolsillo, porque una cosa es la inflación que nadie niega y otra son los precios abusivos que están derivados de la especulación de quienes pretender obtener una renta extraordinaria. Punto final.

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...