28 de febrero de 2017

Final para un febrero intenso

Ultimo día del mes, último feriado de carnaval. Este tipo de días no laborables siempre me parecieron inútiles, puesto que ni siquiera se conmemora una fecha patria. Pero siempre hay gente con dinero suficiente para tomarse unos días de descanso, o bien para permanecer en su casa haciendo lo que más le plazca, aprovechando ese cuestionado feriado. Febrero transcurrió más rápido de lo que pensaba, y  en un año de campaña, sabido es que las conferencias de prensa para publicitar actos de gobierno se multiplican. No tengo sondeos confiables que me indiquen qué sucederá en Lobos durante las elecciones, aunque a nivel nacional me arriesgo a decir que el resultado le resultará esquivo al oficialismo. Muchos vecinos con los que converso a diario, reconocieron haber votado a Cambiemos y estar arrepentidos de esa decisión. Sin embargo, al mismo tiempo me explicaron que no tuvieron otra alternativa, dado que bajo ningún motivo estaban dispuestos a votar a Scioli en el balotaje. Pero ya pasó un año y medio, elegimos Presidente, y con los hechos consumados habrá que esperar hasta octubre para decidir y ver si se puede torcer la historia. Quienes detestan a Macri, también demonizan a la clase media, por entender que fue quien la votó. Cada vez siento más que la tan mentada "grieta" está lejos de cerrarse. Ahora están los K "puros", el PJ disidente, y el macrismo. Pero generalmente, el peronismo en pleno, junto con los sindicatos, le está marcando la cancha a Macri. Y esto es culpa de los propios desatinos del presidente, de querer asumir un liderazgo que le corresponde como máxima autoridad del país, pero para el cual no está capacitado. 

Se ha vuelto práctica común entre los políticos, contar con asesores de imagen, de modo que quienes ejercen la función pública son maniquíes, marionetas, tipos que dicen lo que "la tribuna" quiere escuchar. Tipos que no se bancan hacerse responsables del cargo que ocupan, y que delegan todo en "subsecretarios", lo cuales generalmente son parientes o familiares: léase nepotismo. Así, pregonando que tienen "una nueva forma de hacer política", es observador avezado no puede comprender qué es lo nuevo, en qué se avanzó, si seguimos con los mismos vicios y prácticas repudiables del siglo pasado. Es, en rigor de verdad, puro maquillaje y cotillón. Punto final.

¿Quiénes son los próceres del siglo XXI?

  La mañana se presentó tranquila, sin mayores sobresaltos. Me levanté temprano para hacer las cobranzas de los avisos publicitarios y estim...