21 de mayo de 2020

Cuarentena y frío: Acomodando las fichas del rompecabezas

Jueves frío y lluvioso en la ciudad. Ya es casi un hecho que la cuarentena se extenderá, y pese a que nos hemos acostumbrado a esto, no deja de ponernos de mal humor. Aunque no lo esperaba, recibí buenos comentarios en el regreso del programa de TV. Soy muy crítico de mí mismo, me exijo todo lo posible, y pienso que si bien estuvo dentro de las expectativas, puedo dar más. Siempre se pude mejorar, hay muchos detalles que a menudo pasan desapercibidos pero que uno los tiene presentes. Sea como fuere, me hizo ponerme las pilas, porque si querés hacer algo prolijo tenés que estar pendiente de todo, desde las preguntas al entrevistado, hasta darte cuenta de cuándo es el momento justo de ir a un corte.

Creo que en un ciclo televisivo, aunque sea en un modesto canal de cable, se debe tener siempre como premisa el respeto a la audiencia. Si no tenemos en claro algo tan simple como eso, es muy difícil que las cosas salgan bien. Ese es el mismo criterio que aplico para mi diario digital, porque más que tener una primicia, lo que me importa es brindar información confiable. Vivimos en una coyuntura donde circulan rumores de todo tipo por las redes sociales, y aunque haya gente que nos pregunte y nos demande frente a eso, hay que estar bien seguro de lo que se publica, porque después caés vos también en la volteada. Eso pasa porque muchas veces la información que uno maneja no satisface las expectativas del lector.

Pero, cambiando de tema, en Lobos la vida sigue, cada uno se las rebusca como puede para ganarse un mango, y me parece bien. He aumentado bastante de peso, lo cual me genera un poco de frustración, pero era previsible que sucediera, si casi no se puede hacer actividad física. Yo ando mucho en bici, pero probablemente las calorías que consumo sean superiores a ese ejercicio diario. Casi todas las tardes duermo siesta, o si el bocho anda medio "torcido", me pongo a leer algún libro. Converso por WhatsApp con mis amigos, o si no es posible les mando un audio. Ya nos volveremos a encontrar, no sé cuándo, pero quizás cuando sea el cumpleaños de alguno de ellos esta peste ya haya terminado. Sin embargo, creo que esta situación durará casi todo el año, ya me he ilusionado tantas veces con recuperar mi estilo de vida normal, que trato de no hacer conjeturas. Y como mencionaba en otra nota, extraño cosas que antes ni siquiera hacía, como ir al gimnasio. Siempre me inventaba excusas para no ir y quedarme boludeando en mi casa. Pero bueno, ahora estoy excedido de peso y las cosas cambiaron, por lo tanto es más probable que me vea en la necesidad de retomar. 

Escucho mucha música, tengo bastantes discos que fui comprando en el transcurso de los años, cuando todavía no estaban tan caros. Tengo un pendrive con canciones también, pero pienso que la calidad de sonido no es la misma. Los CD me han acompañado casi desde mi adolescencia, en algún momento pensé en coleccionar vinilos, como está en boga ahora, pero son demasiado caros, y además necesitás una buena bandeja. Tampoco tengo mucho lugar en mi habitación, tal vez porque nunca fui muy ordenado y así andan las camisas y las medias por cualquier parte de la pieza. En fin, volviendo al comienzo, el frío y la lluvia llegaron para quedarse, nos sorprendieron de golpe, y hoy es uno de los primeros días que en casa encendimos las estufas y los calefactores. Ya empecé a buscar la ropa de abrigo que tenía guardada en el altillo, y me encontré con que las polillas se han hecho un festín con varios pulóveres. Habrá que ver qué es lo que se puede rescatar, y qué es lo que ya no me entra a mi voluminosa anatomía ni con un tirabuzón. Punto final. 

Las preguntas obvias también merecen ser respondidas

Con el paso del tiempo, vamos cambiando. Eso no es novedad, lo novedoso es cómo interpretamos ese proceso. El destino nos lleva a enfrentarn...