19 de mayo de 2020

Mantener la confianza en uno mismo es crucial

Martes. Este día que está próximo a concluir transitó con relativa calma, volví a hacer el programa de TV, lo cual fue una gran satisfacción porque traté de dar lo mejor para que el resultado sea del agrado de la audiencia. Hace casi un año grabé el primero (salió al aire el 1° de mayo de 2019), y cuando lo veo, me doy cuenta de que en ese lapso he mejorado bastante: era la primera vez que me enfrentaba a una cámara y por supuesto tal situación me ponía nervioso. No fue un "desastre" aquel debut, pero mirando a la distancia, pude lograr mayor naturalidad y fluidez con el invitado o entrevistado de turno. La gente lo recibió bien, y esa es la mayor gratificación que puedo tener. En esta segunda temporada hubo un par de interrupciones: por el receso de verano, y por la pandemia. Esto último no lo hemos superado del todo, y es por ello que en el canal tomamos todas las medidas sanitarias para laburar con comodidad y sin que haya ningún riesgo. Hablando de riesgos, me gustaría hacer un programa en vivo, y no tener que grabarlo, sería la prueba de fuego para ver cómo me doy maña si surge algún atolladero. Cuando estás en vivo, no hay margen de error, y si pasa algo inesperado, queda en evidencia, no hay forma de volver atrás y hay que remarla sobre la marcha. 

Ya sea en gráfica o en digital, el periodismo es diferente. Hay que apelar al poder de síntesis. 
Parece mentira, pero cinco minutos de audio para desgrabar insumen varios párrafos de texto. Y entiendo que a veces ello hace que la lectura de la nota lleve más tiempo. En una página Web, la mayoría de la gente se siente atraída por las fotos más que por el texto, o podríamos decir que una cosa lleva a la otra. Digamos que ver la imagen (o a veces, el titular) es el "anzuelo" para leer la noticia. Cuando desgrabo una entrevista, trato de que la texto sea lo más fiel posible a la conversación que tuve con el entrevistado, para reproducir sus dichos tal como fueron expresados, por respeto a quienes me dedicaron su tiempo. Pero a veces hay que achicar espacio y omitir determinadas partes de la nota que la volverían demasiado extensa.

Cada periodista tiene su estilo para escribir, o lo va encontrando a medida que desarrolla la profesión. A menudo cuesta deshacerse de las muletillas, de esas palabritas que siempre quedan bien para la ocasión y que sin darnos cuenta repetimos en cada crónica. Otra cuestión son los eufemismos: cuando se busca una palabra que sustituya a otra cuyo significado nos resulta demasiado fuerte o contundente. La experiencia va logrando que un texto fluya naturalmente, que tengamos en la mente lo que pretendemos expresar antes de agarrar el teclado, y de esta manera obtener una crónica sencilla, que reúna la información esencial para el lector, sin ripios, y condensando en unos pocos párrafos todo lo ocurrido. Se pueden agregar datos o detalles que consideremos de interés, pero todo depende de cuánto espacio tengamos disponible o qué tipo de cobertura queramos hacer. Las noticias en la Web deben ser breves, porque la atención del lector es muy dispersa y no es lo mismo que una publicación en papel. La pantalla del monitor o del celular agota demasiado la vista como para extender un texto innecesariamente. Es algo que se va logrando de a poco, pero que no está de más recordar. Punto final.

Las preguntas obvias también merecen ser respondidas

Con el paso del tiempo, vamos cambiando. Eso no es novedad, lo novedoso es cómo interpretamos ese proceso. El destino nos lleva a enfrentarn...