7 de septiembre de 2020

Entre los contagios en la Provincia y la vocación separatista de Buenos Aires

Lunes por la tarde en la ciudad. Comienza una nueva semana, cada vez estamos más cerca de la primavera, y vemos como la situación epidemiológica del COVID sigue igual o peor a los últimos tres meses. El escenario no es alentador, ni en Lobos, ni en la Provincia. No sé si las nuevas habilitaciones en nuestra ciudad tienen relación con el incremento de contagios, quizás no, pero la mayoría de los distritos en situaciones similares optaron por dar marcha atrás todas las veces que fuera necesario. Acá no pasa eso, tampoco en CABA. Los porteños se creen superiores al resto de los mortales, para ellos el Conurbano es la viva imagen del horror, se comportan como separatistas que viven en un "principado" enclavado en el centro de la Argentina. Además, esta gente es furiosamente PRO, lo cual no estaría mal si no condujera a la estupidez, a marchar "por la República", o "por la Patria", cuando Buenos Aires es el distrito con mayor cantidad de hospitales y centros de salud. Para ellos, los del interior somos una suerte de indios con arcos y flechas, como si todavía el progreso y la civilización no nos hubieran alcanzado. Puede resultar exagerado, pero lo cierto es que los porteños se refugian en sus propios metros cuadrados del departamentito que tienen o alquilan, y cacerolean desde ahí, saliendo al balcón. Los medios replican estas protestas mínimas de los barrios más ricos de Buenos Aires pretendiendo proyectar esta insensatez a todo el país. Muchos nunca pisaron una ciudad de Jujuy, Misiones o Formosa, pero sí conocen Miami. Es el epicentro de la tilinguería argenta.

En un país federal, el unitarismo que exhibe Buenos Aires es desmesurado. Tienen su propia Constitución, es casi una provincia más. Aquellos que les concedieron estas facultades a sus habitantes no tuvieron en cuenta que va en contra del espíritu de un país unificado. Esto, además, propicia la emigración desde las Provincias hacia la Capital, porque la gente considera que allá tiene mayores oportunidades de progreso. 

Pero volviendo al inicio de esta nota, debe adoptarse un criterio sanitario uniforme. Después podemos ver el tema de las fases, o hacer excepciones en algunos casos. La provincia es un territorio enorme en el cual sí cabe hacer una segmentación, porque no es lo mismo Lobos que Merlo, por citar un caso. Pero si no respetamos las fases y cada municipio otorga las habilitaciones que quiere, no tienen razón de ser. Hoy salió el caso de Tandil, que se caga en todo y hará su propio "semáforo" de Covid. Pero en Lobos, hace rato que esto sucede, a ninguna autoridad local le importa que estemos en Fase 4, dale que va, total la gente se va a contagiar igual, pensarán. Tenemos un promedio de 20 casos diarios, esto no es joda. El sistema de salud puede colapsar en cualquier momento. Sabemos que los médicos hacen lo mejor que pueden, y que conviven con el virus. Acá no hay nadie que pueda declararse inmune, a cualquiera le puede pasar el hecho de ser contagiado. Hasta que no entendemos esto, seguiremos con un montón de prejuicios absurdos, propios de la idiosincrasia argentina. No alarmen a la gente inútilmente. Basta con tomar las medidas adecuadas y listo. La gente los votó para gobernar sin importar que haya COVID o no. Lamentablemente para ustedes, les tocó hacerlo en esta coyuuntura. Demuestren su capacidad de gestión, y el pueblo se los agradecerá. Dejen las mezquindades de lado, porque esta pandemia no distingue de colores políticos. A ver si lo entiendenn de una buena vez. Punto final. 




Las preguntas obvias también merecen ser respondidas

Con el paso del tiempo, vamos cambiando. Eso no es novedad, lo novedoso es cómo interpretamos ese proceso. El destino nos lleva a enfrentarn...