26 de marzo de 2014

Se agota la paciencia

En un comienzo, la sociedad apoyó de manera casi unánime el reclamo de los maestros de la Provincia, como así también las medidas de fuerza derivadas del mismo. Pero el conflicto no tiene miras de solucionarse en un corto plazo, las aulas siguen vacías, y la paciencia de muchos padres se fue agotando. Los más componedores proponen otras formas de protesta, como concurrir a las escuelas sin dictar clases. Otros, lisa y llanamente exigen que los docentes regresen a su trabajo, sea como sea. La situación se ha vuelto insostenible: tras más de 15 días de paro (que seguramente continuarán hasta quién sabe cuándo), todos se preguntan cómo seguirá esto. Los argumentos de los docentes son razonables y atendibles, dado que aquel que recién da sus primeros pasos como educador percibe un magro salario el cual, inclusive, es inferior al Salario Mínimo Vital y Móvil. Una vergüenza. Ahora bien, lo que se puede advertir es que muchos medios de comunicación se han volcado abiertamente en contra de los docentes (en algunos casos con total desfachatez, como en el canal América), y de esta manera se ha generado un hartazgo en la sociedad. Nadie quiere saber más nada del asunto. Tampoco importa cómo se resolverá. Que los maestros vuelvan a clases y ya. Así, en resumidas cuentas, se piensa hoy en distintos estratos sociales. Lo que es innegable es que, a esta altura, será imposible garantizar los 180 días de clase establecidos por Ley, y mucho menos llegar a tiempo con los contenidos del Diseño Curricular. No sé qué ni cómo, pero alguien haga algo urgente.

"No me sueltes la mano", dijeron los senadores

Viernes por la tarde en la ciudad. Estoy tranquilo, pero también somnoliento, así que procuraré escribir lo que tengo en mente. Observo que ...