8 de diciembre de 2014

La entrevista

Hola! Tras algunos días sin encontrarnos, hoy decidí nuevamente aprender la actualización del blog, aprovechando que dispongo más tiempo y que es feriado. A veces me pesa bastante desgrabar, sobre todo por aquello que anteriormente mencioné, y  se conocía como "ponerse el cassette". El entrevistado que repite un speech, y esquiva la polémica con frases de libro, no aporta nada. Ni a mí, ni a los lectores. En esta década que llevo haciendo periodismo he tenido oportunidad de hacer entrevistas que fueron un placer, porque me interlocutor de dedicó su tiempo, sus conocimientos, compartió sus ideas y sus pensamientos conmigo. Eso es lo que vale para luego poder pasar todo por un tamiz y volcarlo en un medio gráfico o en la Web. 

Hay entrevistas que uno, para no llenar el grabador, borra al cabo de una pocas semanas. Y otras, sobre temas más controvertidos, que se conservan por un tiempo prudencial o se pasan directamente a la computadora. No vaya a ser cosa que luego el entrevistado se arrepienta de sus dichos y no haya manera de probar lo que efectivamente dijo. Hay quienes toman a la entrevista como una molestia, incluso cuando quizás sea un político y le estás haciendo un favor promocionando indirectamente lo que hace. Hay gente muy maleducada también, están los que responden con monosílabos, aquellos que intentan desviar la pregunta formulada por todos los medios posibles, en fin. Vale decir que hay de todo, y hay que estar preparado para afrontar todos los casos que suelan presentarse en un diálogo que si bien es privado, se hace público desde el mismo momento que entra a Internet, o a la imprenta. 

Cuando yo estudiaba periodismo, todavía se podía conseguir (no sé si habrán hecho reediciones), un excelente libro de Jorge Halperín sobre los secretos de la entrevista periodística. Halperín me parece un tipo muy lúcido, pese a que no comparto sus opiniones e ideas cuando lo veo en "678", por ejemplo. Pues bien, para darle un cierre a esto, la cuestión es que el citado libro, cuyo nombre no me acuerdo en este momento, realmente debería ser una "biblia" para todos los cientos de inútiles que no saben hacer dos preguntas seguidas. Hay que generar un clima, buscar el momento, no es tan fácil. Pero lo mejor que pueden hacer es leer es libro y no esperar a que yo les cuente. Punto final. 

Siempre hay una buena excusa

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